Que el PP incumpliría el pacto de investidura de PAS con C's estaba
cantado desde el mismo momento de la firma. Eran lentejas, como después
han reconocido los populares. Había que firmar para gobernar, y después
ya se vería. Pero lo sorprendente es que, al cabo, el otro firmante, el
que ponía las condiciones, haya acabado también por incumplir sus
propios compromisos.
Me refiero, claro, a C's. Ni un solo político que
disponga de la condición de imputado debe ocupar un cargo público,
institucional u orgánico, proclamaban cuando llegaron a los Parlamentos.
Han pasado dos años, y ya se les ha olvidado aquel propósito; cabe
sospechar que en pocos más desaparecerán los que todavía les van
quedando.
La posición política finalmente adoptada por C's para
la investidura de FER en sustitución de PAS no tiene un pase de acuerdo a
la propia lógica interna emitida una y otra vez por el partido naranja.
No pueden soportar sus propias contradicciones. Las del PP se dan por
descontadas, pero las del partido que, por carecer de otras amarras,
debería cuidar mejor su coherencia, no pueden ser explicadas. Es obvio
que C's no confía en su propio electorado; debe creer que sus votantes
son íncubos del PP que los promovieron para castigar provisionalmente a
este partido, pero sin pretender que se le hiciera demasiado daño.
A
pesar de tener en su mano la llave de la gobernabilidad, van a permitir
que el PP se salga con la suya: mantener a PAS como diputado a pesar de
sus imputaciones judiciales y hacer presidente a quien éste ha
designado a dedo sin que la sociedad murciana perciba de antemano en él
otro mérito que la lealtad proclamada a quien lo ha designado, lo que
dará, en consecuencia, un Gobierno seguidista realmente dirigido por PAS
desde la sede regional del PP.
Aseguran en C's que lo hacen por la
estabilidad política que precisa esta Región... cuando hace unas pocas
semanas exigían la convocatoria de elecciones anticipadas, el escenario
de la máxima desestabilización. Han renunciado incluso a firmar un pacto
de investidura con el que será nuevo presidente, lo cual significa que,
una vez en el poder, el PP carecerá de compromiso alguno con la
oposición, y habrán quedado anulados los anteriormente firmados por PAS,
siendo así que ya nadie podrá acusar al PP de incumplimiento alguno,
pues hasta los relativos a su propio programa podrá achacarlos al
torpedeo de la oposición.
En realidad, sí hay pacto, pero
enormemente ventajoso para el PP. La cincuentena de puntos que
constituían el pliego para la investidura de PAS han quedado reducidos
ahora a la pantomima de ayer en el Parlamento autonómico, en la que el
PP, antes de iniciar la investidura de FER, se vio forzado a votar a
favor de eliminar los aforamientos. Una decisión sin consecuencias en el
corto plazo, que es en el que los populares están afectados por ese
asunto.
Hasta que las Cortes aprueben definitivamente ese mandato de la
Asamblea Regional habrá pasado el tiempo necesario para que las dos
resoluciones judiciales que afectan al expresidente autonómico hayan
sido resueltas por el TSJ, tribunal competente por causa precisamente
del aforamiento de PAS. Por tanto, más que una condición
regeneracionista impuesta por C's, en la práctica se trata de un nuevo
plazo otorgado graciosamente al líder popular, el que éste precisa.
Y
encima, uno de los actos más políticamente impactantes que puedan
producirse en la vida política, el que un partido facilite el gobierno
de otro, ha sido bautizado en C's como ´abstención técnica´, como si
regalar un Gobierno a cambio de nada (o mejor, a cambio de enterrar el
programa de quien hace la ofrenda) tuviera que ver con algún tipo de
tecnicismo cuando se trata de política de la más pura y dura.
Todo esto,
en el momento en que la corrupción en las altas instancias del PP y la
exhibición impúdica de la manipulación de las más sagradas instituciones
del Estado para que los dirigentes del partido gobernante sean dotados
de impunidad queda a la vista cada día en las aperturas de los
telediarios.
Quizá haya que precisar que desde estas líneas no
se dicta qué debe hacer C's o cualquier otro partido, sino simplemente
reseñar que estamos asistiendo a la plena renuncia de la razón de ser
con que los de Rivera se presentaron hace un par de años en sociedad. No
pueden pretender que estas rebajas de primavera puedan pasar por
coherentes con su discurso original. Esto es un sucedáneo menesteroso y
baratero.
(*) Columnista
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/04/27/cs-lanza-rebajas-primavera/824711.html