Obviamente, España está dentro de la Unión Europea, y como tantas
veces se recuerda, las decisiones que se adoptan en Bruselas inciden de
pleno en estas latitudes.
- SITUACIÓN ECONÓMICA EN LA UE
- Perfeccionamientodel Eurosistema
En la dirección apuntada, y ante las vicisitudes de la política
económica comunitaria, siempre se hace referencia al euro como origen de
los muchos problemas existentes. Lo cual no pasa de ser una perversión
de algunos observadores económicos, pues el sistema monetario, en sí, es
neutro: las decisiones económicas y financieras que se toman en cada
país y en Bruselas, son el verdadero origen de muchos estados negativos
que se atribuyen a la moneda comunitaria.
Un conocido economista dijo una vez al autor de este informe: “el euro está matando
a Grecia”. No, la realidad es que los causantes de los males helénicos
son los gobiernos que sucesivamente han desfilado por la antigua Hélade.
Así, desde los Juegos Olímpicos de 2004 de Atenas, no dejaron de
falsearse datos, y no se atendieron las directrices de Bruselas; para
seguirse, en cambio, el curso errático que tanto ha perjudicado al país
entero, y sobre todo a los más pobres (que también procuran no pagar el
IVA y otros impuestos) por la ubicua corrupción reinante.
En todo caso, el sistema del euro, puesto en marcha en 1998, con la
fijación del tipo de cambio irrevocable entre las antiguas monedas
nacionales, está reforzándose ahora por la propia UE; con la Unión
Fiscal, y su regla de oro, que para 2020 preconiza el déficit cero. Como
también la Unión Bancaria está introduciendo reglas de disciplina antes
no existentes, para garantizar la fortaleza de las entidades
financieras dentro de la Eurozona, con un sistema de resolución de
crisis y un fondo de garantía de depósitos exclusivamente de los propios
bancos.
- El nuevo BCE
Por lo demás, desde que Mario Draghi se puso al frente del BCE, la
institución ha cambiado: su faz como entidad central del Eurosistema se
ha fortalecido, desde la declaración de 2010: se haría todo lo necesario
para la defensa del euro como moneda única de la UE. Para luego entrar
en la triple decisión de comprar deuda pública de los países de la
Eurozona, ser prestamista de último recurso (por eso se mantiene el
Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera, MEDE, dependiendo del BCE),
y garantizar barra libre de liquidez para toda la
banca privada. Con lo cual se ha creado una situación de gran liquidez, a
fin de que el crédito llegue a las personas físicas y las pymes.
Toda esa política se ha reforzado en 2015, cuando Draghi decidió
asumir un sistema de facilidades cuantitativas (QE, similar al de la Fed);
reforzado desde 2016, al ampliarse el compromiso de compra mensual de
60.000 a 80.000 millones de euros, incluyendo, por primera vez -como ya
se hizo antes en EE.UU.-, la compra de bonos corporativos.
En definitiva, el BCE ha asumido gran parte del protagonismo del
juego económico de la Eurozona, en el intento de recuperar más
rápidamente la economía europea. Y aunque todavía no haya una idea de
reestructuración de la deuda pública, ya está circulando la especia, en
los foros de pensamiento, de que un día llegará algún tipo de solución:
mutualizar una parte de la deuda soberana de los países de la Eurozona, a
fin de convertir en deuda a largo plazo todo lo que supere el 60 por
100 respecto a los respectivos PIBs. Lo que haría más soportable el peso
de la deuda, haciendo posible volver a presupuestos nacionales que
permitan inversiones públicas en mayor cuantía, para la recuperación.
- Otros problemas: refugiados y Brexit
Un problema particular de la Unión Europea en la historia presente es
la crisis de los refugiados, muy lejos de estar resuelta o
suficientemente planificada. Con todas las consecuencias, más que
dolorosas para millones de personas y también para la propia valoración
de la UE. Lo que a medio y largo plazo obliga a un cambio de método, con
dos ideas básicas:
- Insistir en los orígenes del problema de los refugiados:
guerra en Oriente Próximo; con la necesidad de negociar una verdadera
paz, un tema en el que dominan Rusia y EE.UU.
- El cambio económico en África, que sólo vendrá de la mano de
una política similar a la que EE.UU. desarrolló con el Plan Marshall
para la recuperación europea tras la Segunda Guerra Mundial, y también
la UE practicó con sus Estados miembros menos ricos, a través de los
fondos estructurales.
Otro problema de la UE, éste con fecha de caducidad, es el referéndum del 23 de junio de 2016, conocido como Brexit.
Un tema en el que ha habido una información muy sesgada por ambas
partes. Pues se ha dramatizado indebidamente con los efectos de la
separación del Reino Unido de la UE. Pues los británicos, en caso de
triunfo del Brexit, podrían seguir de hecho en la misma
situación que ahora en lo que se refiere al mercado único, etc.; optando
para ello a la pertenencia al Espacio Económico Europeo, en el que
ahora se encuentran Noruega, Islandia y Liechtenstein. Con la
apreciación adicional de que los temas financieros, tan vitales para la City, tienen básicamente una regulación global, empezando por el Basilea III y otras decisiones adoptadas en el marco del G-20.
Los partidarios del Brexit, indicaron que con la decisión leave,saldrían
de la “Unión Soviética Europea”, que lo quiere regular todo. Y además,
el Reino Unido no participaría en el Superestado europeo… el mismo
-dicen con evidente mala intención- que pretendía construir Hitler.
A la postre, lo más seguro es que por puro pragmatismo, el 23 de junio habrá un voto positivo para seguir en la Unión (remain),
y la tormenta se irá alejando. Aunque, de seguro que continuarán
emergiendo las insistentes reclamaciones de los hijos de la Gran
Bretaña, en favor de un status especial del Reino Unido dentro de la UE.