La decisión de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) de vetar la
investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat y su
propuesta a Junts pel Sí (JxS) para que muevan ficha y presenten un
candidato alternativo a Mas, ha servido para activar los teléfonos
rojos entre representantes del PP y del PSOE.
El objetivo de estos
contactos es tratar de encontrar una solución al impasse actual que
hace imposible la formación del Gobierno de España y que la grave
crisis de gobernabilidad que sufre Cataluña no contagie la situación
nacional.
Las relaciones entre destacadas personalidades de los dos primeros
partidos de ámbito nacional, PP y PSOE, se han incrementado en las
últimas horas, según diversas fuentes que añaden que destacados
dirigentes de ambos partidos no solo no han ocultado sus contactos,
sino que lo han hecho a la luz pública.
Estos se han producido de forma paralela a los debates internos que
mantienen las diversas tendencias del partido socialista lideradas por
su secretario general, Pedro Sánchez, y por la presidenta de
Andalucía, Susana Díaz.
Mientras se sigue pidiendo la convocatoria de un Comité Federal para
fijar la fecha del próximo congreso del partido, de donde debe salir
el candidato a las próximas elecciones generales en caso de que
hubiera que repetirlas, lo que no quieren es dejar el mínimo resquicio
para que Pablo Iglesias pueda influir lo más mínimo en su debate
interno.
Así, Susana Díaz aprovechaba twitter para replicar al líder de Podemos
quien aseguraba que había tendido la mano a los “sectores sensatos”
del PSOE para explorar la posibilidad de hacer todo lo posible por
activa y por pasiva para que el PP no gobierne. "Lecciones ninguna,
Iglesias", le ha advertido la presidenta andaluza.
Eduardo Madina también ha utilizado el mismo medio para responder al
secretario general de Podemos diciendo "lo sensato, Pablo, es respetar
a los demás partidos en sus debates. Nada hay más rancio y más viejo
que no hacerlo".
Todo ello al margen de las relaciones que también mantiene el PP con
Ciudadanos para tratar de llegar a la sesión constitutiva de las
Cortes de la próxima semana con acuerdos que faciliten la constitución
consensuada de la mesa del Congreso de los Diputados.
La situación en Cataluña parece que no tiene otra alternativa que una
nueva convocatoria de elecciones, pues la dirección de CDC rechaza la
posibilidad de presentar un candidato alternativo a Artur Mas, como el
propio presidente en funciones ha dejado claro en sus últimas
intervenciones. Para Mas, la CUP puede forzar unas elecciones pero no
puede cambiar a un presidente.
ERC, socio de Convergencia en la candidatura JxS, no ha adelantado
cual será su decisión y espera a la reunión convocada para este lunes
por la tarde para responder a la propuesta de la organización política
asamblearia y antisistema.
Pero lo más importante es que el rechazo de la CUP a investir a Mas
provoca que si el Parlament no ha logrado investir el próximo día 10 a
un nuevo presidente de la Generalitat, queda automáticamente disuelto
el Parlament y el presidente en funciones de la Generalitat tendrá que
convocar de forma inmediata unas nuevas elecciones catalanas.
Estas tendrán que realizarse, según la Ley de la Presidencia de la
Generalitat, entre 40 y 60 días después del primer pleno de
investidura, que fue el pasado 10 de noviembre, lo que hace pensar que
se celebrarían entre finales de febrero y las primeras semanas de
marzo. Hasta ahora se ha hablado de la fecha del día 6, como una de
las opciones probables, pero no es la única. La Ley deja margen de 20
días.
No hay que descartar que las elecciones no acaben celebrándose si
finalmente JxSí decidiera proponer a otro candidato que no sea Artur
Mas, como exige la CUP.
El panorama difícilmente podría estar más complicado. Eso sí, existe
la garantía de que los contactos entre representantes de los dos
principales partidos abran la puerta a que se pueda formar gobierno.
Otra cosas será si lo presidirá Rajoy, Borrell, Piqué, Alonso, Sáenz
de Santamaría, Susana Díaz, Cospedal o cualquier otro. Mientras parece
ser que Luis de Guindos se retira de la carrera por ser el Monti
español. ¡Qué decepción para sus promotores!
(*) Periodista