MADRID.- Según informa hoy El Economista, el Banco de España considera
“prácticamente imposible” la “devolución del apoyo financiero del Fondo
de Reestructuración Ordenaba Bancaria (FROB)” a Banco Mare Nostrum. Por otra parte, fuentes del supervisor no descartan que el presidente ejecutivo de la entidad, el murciano Carlos Egea (en la imagen), dimita o sea destituido la próxima semana si hubiese sospecha fundada de presunta comisión de graves delitos societarios porque asi se desprendiese, y se confirmase en sus justos términos, del informe definitivo de la última inspección del Banco de España y de que, en consecuencia, se han venido también alterando las cifras reflejadas en balance. A renglón seguido podría actuar de oficio, o a instancia de parte, la fiscalía anticorrupción, en Madrid, tal como ha sucedido en el caso de Bankia.
Según el último informe de seguimiento elaborado por los inspectores del
supervisor es “prácticamente imposible el cumplimiento de las medidas
contempladas en el contrato y plan de integración y la devolución del
apoyo financiero del FROB, pudiendo encontrarse en la situación prevista
en el artículo 7.1.c) del RD-L 9/2009 de 26 de junio”, siempre según El Economista.
Dicho artículo se refiere a la toma de control de la entidad por el FROB y a la sustitución de los gestores por incumplir de forma grave el plazo de ejecución o las medidas concretas del plan.
Dicho artículo se refiere a la toma de control de la entidad por el FROB y a la sustitución de los gestores por incumplir de forma grave el plazo de ejecución o las medidas concretas del plan.
En cuanto a los informes que recibirá el próximo lunes el nuevo gobernador del Banco de España, Luis Linde, se escribe hoy en 'El Financiero' que "habrá un tercero del servicio de inspección en el que le explicarán al
nuevo Gobernador que la viabilidad de Banco Mare Nostrum no está muy
clara, y que lo mismo conviene empezar a tomar cartas en el asunto".
El informe del Banco de España, que se terminó el 8 de mayo (tres días antes del anuncio de la segunda reforma de De Guindos) y que analiza la situación de la entidad a cierre de 2011, advierte que se aprecian desviaciones "muy significativas" respecto a las estimaciones de la entidad sobre el cumplimiento del plan de integración, desviaciones que cuestionan "la generación de resultados para poder devolver las ayudas", se escribe en 'El Economista'.
Pero el incumplimiento de los objetivos marcados en el plan, no es lo único que se resalta en el informe. Los inspectores también se refieren, entre otras muchas cosas, a cambios de criterios contables, "márgenes inflados", una inadecuada calificación del riesgo y, en su opinión, un incorrecto ajuste contra reservas que habría librado a la entidad de registrar pérdidas en 2011.
El grupo BMN, nacido de la unión de Caja Murcia, Caixa Penedés, Sa Nostra y Caja Granada, recibió en junio de 2010 915 millones del Frob en participaciones preferentes.
La desviación de sus objetivos, según se recoge en el documento, "ha llevado a BMN a revisar a la baja sus previsiones de resultados en diversas ocasiones, aumentando el esfuerzo de optimización de empleados y oficinas".
BMN anunció inicialmente una reducción de 1.049 empleados y el cierre de 171 oficinas, unos objetivos que luego fueron ampliados para alcanzar a 1.650 trabajadores y 280 sucursales.
El informe del Banco de España, que se terminó el 8 de mayo (tres días antes del anuncio de la segunda reforma de De Guindos) y que analiza la situación de la entidad a cierre de 2011, advierte que se aprecian desviaciones "muy significativas" respecto a las estimaciones de la entidad sobre el cumplimiento del plan de integración, desviaciones que cuestionan "la generación de resultados para poder devolver las ayudas", se escribe en 'El Economista'.
Pero el incumplimiento de los objetivos marcados en el plan, no es lo único que se resalta en el informe. Los inspectores también se refieren, entre otras muchas cosas, a cambios de criterios contables, "márgenes inflados", una inadecuada calificación del riesgo y, en su opinión, un incorrecto ajuste contra reservas que habría librado a la entidad de registrar pérdidas en 2011.
El grupo BMN, nacido de la unión de Caja Murcia, Caixa Penedés, Sa Nostra y Caja Granada, recibió en junio de 2010 915 millones del Frob en participaciones preferentes.
La desviación de sus objetivos, según se recoge en el documento, "ha llevado a BMN a revisar a la baja sus previsiones de resultados en diversas ocasiones, aumentando el esfuerzo de optimización de empleados y oficinas".
BMN anunció inicialmente una reducción de 1.049 empleados y el cierre de 171 oficinas, unos objetivos que luego fueron ampliados para alcanzar a 1.650 trabajadores y 280 sucursales.
El informe
recoge algunos fragmentos de varias actas del comité de dirección de
BMN, donde se refleja que la entidad es consciente de que los resultados
no se corresponden con sus previsiones iniciales. Así, el 11 de mayo de
2011, se afirma que "el presidente manifiesta su preocupación por los
resultados provisionales del primer cuatrimestre, en los que se han
alcanzado unos niveles de mora y adjudicados muy por encima de los
objetivos presupuestados".
Ello implica, según el acta de esta reunión "revisar todos los cálculos para los dos próximos años, que son los más relevantes para la viabilidad del grupo, estableciendo un nuevo plan de negocio para el resto del ejercicio".
El diario El Economista se puso en contacto con fuentes de la alta dirección del Banco de España para conocer su opinión acerca del informe de seguimiento de BMN realizado por el equipo inspector asignado a esta entidad. Afirman que el documento no había llegado hasta ninguna persona de la alta dirección de la institución debido a un fallo en la cadena de supervisión y que aún no se ha sometido a ningún tipo de control interno.
Estas fuentes afirman que los informes que elaboran los equipos de inspectores reciben el visto bueno del cabecera, el jefe de equipo. En este caso, aseguran, el cabecera unió la información elaborada por su equipo sin ponderarla ni darle forma, algo que sí se hace habitualmente. En su lugar, carga directamente el informe en el disco x, el soporte donde se archivan los documentos que aún no son definitivos, y no se lo comunica al jefe de grupo, por lo que ni éste, ni el jefe de departamento, ni el director general llegan a tener conocimiento del informe de seguimiento trimestral de BMN.
El fallo en el procedimiento de la supervisión lo atribuyen estas fuentes del Banco de España al estrés al que está sometido este inspector, que últimamente soporta una importante sobrecarga de trabajo, dicen desde el vértice.
En todo caso, sostienen, el documento se encuentra en fase de formación de opinión y sólo cuando sea un informe definitivo pasará al Sigas (Sistema Integrado de la Gestión de la Actividad Supervisora), que es la base de datos donde se almacenan todos los informes.
En cuanto a su contenido, estas fuentes afirman que contiene juicios de valor descabellados, como el de que los gestores no están capacitados para dirigir una entidad de 70.000 millones de euros de balance, o que podría estar en situación de ser intervenida. Apuntan, además, como garantía de profesionalidad, que en la alta dirección de BMN hay algún exinspector del Banco de España. Éste es el caso del director de riesgos del grupo.
En cuanto al ajuste de 452 millones realizado contra reservas, que el informe sostiene que es contrario a las normas contables, aseguran que está regulado por la NIC 8, (una norma internacional de contabilidad sobre cambios en las políticas contables y corrección de errores) y el valedor de su aplicación es la CNMV. Al haber, aseguran, autorización previa de este organismo, el Banco de España también da su visto bueno.
Sobre el trasvase de provisiones recogido en el informe, de activos no inmobiliarios a inmobiliarios, el supervisor admite que los hubo, si bien siempre se cumplió la norma.
Admiten también que hubo retrasos de BMN en facilitar información a los inspectores, pero no lo atribuyen a una actitud de obstaculización a la labor supervisora, sino por las dificultades que ocasiona que los sistemas informáticos de las cuatro cajas que conformaron el grupo "no están asentados".
Ello implica, según el acta de esta reunión "revisar todos los cálculos para los dos próximos años, que son los más relevantes para la viabilidad del grupo, estableciendo un nuevo plan de negocio para el resto del ejercicio".
El diario El Economista se puso en contacto con fuentes de la alta dirección del Banco de España para conocer su opinión acerca del informe de seguimiento de BMN realizado por el equipo inspector asignado a esta entidad. Afirman que el documento no había llegado hasta ninguna persona de la alta dirección de la institución debido a un fallo en la cadena de supervisión y que aún no se ha sometido a ningún tipo de control interno.
Estas fuentes afirman que los informes que elaboran los equipos de inspectores reciben el visto bueno del cabecera, el jefe de equipo. En este caso, aseguran, el cabecera unió la información elaborada por su equipo sin ponderarla ni darle forma, algo que sí se hace habitualmente. En su lugar, carga directamente el informe en el disco x, el soporte donde se archivan los documentos que aún no son definitivos, y no se lo comunica al jefe de grupo, por lo que ni éste, ni el jefe de departamento, ni el director general llegan a tener conocimiento del informe de seguimiento trimestral de BMN.
El fallo en el procedimiento de la supervisión lo atribuyen estas fuentes del Banco de España al estrés al que está sometido este inspector, que últimamente soporta una importante sobrecarga de trabajo, dicen desde el vértice.
En todo caso, sostienen, el documento se encuentra en fase de formación de opinión y sólo cuando sea un informe definitivo pasará al Sigas (Sistema Integrado de la Gestión de la Actividad Supervisora), que es la base de datos donde se almacenan todos los informes.
En cuanto a su contenido, estas fuentes afirman que contiene juicios de valor descabellados, como el de que los gestores no están capacitados para dirigir una entidad de 70.000 millones de euros de balance, o que podría estar en situación de ser intervenida. Apuntan, además, como garantía de profesionalidad, que en la alta dirección de BMN hay algún exinspector del Banco de España. Éste es el caso del director de riesgos del grupo.
En cuanto al ajuste de 452 millones realizado contra reservas, que el informe sostiene que es contrario a las normas contables, aseguran que está regulado por la NIC 8, (una norma internacional de contabilidad sobre cambios en las políticas contables y corrección de errores) y el valedor de su aplicación es la CNMV. Al haber, aseguran, autorización previa de este organismo, el Banco de España también da su visto bueno.
Sobre el trasvase de provisiones recogido en el informe, de activos no inmobiliarios a inmobiliarios, el supervisor admite que los hubo, si bien siempre se cumplió la norma.
Admiten también que hubo retrasos de BMN en facilitar información a los inspectores, pero no lo atribuyen a una actitud de obstaculización a la labor supervisora, sino por las dificultades que ocasiona que los sistemas informáticos de las cuatro cajas que conformaron el grupo "no están asentados".
Asimismo, afirman que consideran que lo que se vierte en el documento es sustancialmente falso y que existen conceptos erróneos. Ahora, el informe deberá pasar el control interno y se debe "tamizar" y suavizar sus términos, concluyen.