MURCIA.- La Dirección General de Medio Ambiente, dependiente de la
Consejería de Agricultura y Agua, ha constatado un descenso del 49 por
ciento en la población de arruis (Ammotragus lervia) en el Parque
Regional de Sierra Espuña y las sierras colindantes de La Muela (Alhama
de Murcia), Chichar-Tercia (Totana-Lorca) y Pedro Ponce (Mula), según
los datos del último censo realizado en octubre de 2014, en relación con
el anterior de 2012. Actualmente la población total estimada en el
ámbito del citado parque es de 1.049 arruis.
La directora general
de Medio Ambiente, Encarna Molina, ha resaltado que "el importante
descenso de la población de arruis es fruto del eficaz y complejo
trabajo de control realizado, según el protocolo establecido el pasado
mes de mayo, que pretende ir reduciendo la población para el
cumplimiento de lo previsto en el Plan de Ordenación de los Recursos
Naturales del Parque de Sierra Espuña, es decir, un máximo de 300
ejemplares".
En este sentido, ha apuntado que han sido abatidos un
total de 1.029 ejemplares (216 durante la temporada de caza 2013-2014, y
813 por parte de los celadores de caza y pesca fluvial y agentes
medioambientales).
Molina ha indicado que "al tratarse de un
control poblacional de la especie en su entorno natural, la gestión de
los animales abatidos queda fuera del ámbito de aplicación de la
normativa sobre subproductos de origen animal no destinados al consumo
humano, con lo cual no es necesaria la retirada de los cuerpos por un
gestor autorizado, y estos pueden quedar en el lugar del abatimiento
para ser aprovechados por el resto de la fauna silvestre, en el marco de
la legislación en vigor".
En este sentido, Medio Ambiente ha
constatado cierto beneficio para la alimentación de numerosos grupos de
aves necrófagas (buitre leonado, buitre negro y quebrantahuesos), así
como para minimizar el problema de los daños en las explotaciones
agrícolas del entorno.
El censo realizado en las sierras
colindantes de La Muela (Alhama de Murcia), Chichar-Tercia
(Totana-Lorca) y Pedro Ponce (Mula), apunta que se ha producido un
descenso de las poblaciones del 49 por ciento, con respecto al censo de
2012.
De ahí la necesidad de estudiar los movimientos de migración
e inmigración entre la subpoblación de arrui del Parque Regional de
Sierra Espuña y las subpoblaciones periféricas de las sierras
colindantes, así como el efecto que puede haber ocasionado en la especie
el suministro de alimentación y agua durante el verano en Sierra
Espuña.
En el ámbito de Sierra Espuña se contabiliza un descenso
del 32 por ciento de la población observada (703) con respecto al último
censo realizado el año 2012 (1027).
Todos estos datos serán
puestos a disposición de la Junta Consultiva de la Reserva de Caza de
Sierra Espuña, que se celebrará el próximo lunes, en la que se debatirá
sobre las especies y los cupos de caza para esta campaña.
La
responsable de Medio Ambiente ha anunciado que "los esfuerzos de
control de la población de arruis se mantendrán durante los próximos
meses, siguiendo el protocolo de trabajo, hasta alcanzar el objetivo
poblacional que especifica el Plan de Ordenación de los Recursos
Naturales del Parque".
El protocolo establece nuevas acciones de
control en Sierra Espuña entre los meses de enero a marzo de 2015,
previéndose como mínimo un descenso de la población estimada del 50 por
ciento y la realización de un nuevo censo en los meses de abril y mayo
de 2015 para confirmar este descenso.
También se prevé una
reducción de las poblaciones de arrui en el resto del área de
distribución mediante el adecuado control de la actividad cinegética
autorizada sobre la especie en cotos de caza. Hasta la fecha se ha
autorizado la caza a rececho en 70 cotos y suministrado 180 precintos
para la caza de machos-trofeo, y 744 precintos para la caza de hembras
selectivas.
El plan de gestión del arrui, que se inició el pasado 1
de noviembre y finalizará el próximo 30 de junio, será consensuado con
los sectores afectados para que sirva como herramienta básica para la
toma de decisiones sobre la especie en el futuro.
Investigación añadida sobre el gusano de seda
El Consejo de Gobierno aprobó este viernes un convenio marco entre el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) y la Fundación para la Formación e Investigación Sanitarias de la Región (FFIS), con el objetivo de seguir avanzando en las propiedades médicas del gusano de seda.
De este modo, ambas entidades realizarán proyectos conjuntos relacionados con el desarrollo de biomateriales de seda para terapia celular e ingeniería de tejidos y para liberación de fármacos y nanomedicina. También estudiarán las moléculas bioactivas extraídas de plantas y de insectos para terapias de patologías diversas, así como la producción biotecnológica de proteínas terapéuticas, según la referencia del Consejo de Gobierno, reunido ayer en el Palacio de San Esteban.
Ambas entidades organizarán conferencias, seminarios, cursos y jornadas destinados a potenciar la investigación y la formación. Por otra parte, intercambiarán información y documentación y se ofrecerán asesoramiento mutuo. La duración del convenio será de cuatro años prorrogables a otros cuatro por deseo de las partes.
Investigación añadida sobre el gusano de seda
El Consejo de Gobierno aprobó este viernes un convenio marco entre el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) y la Fundación para la Formación e Investigación Sanitarias de la Región (FFIS), con el objetivo de seguir avanzando en las propiedades médicas del gusano de seda.
De este modo, ambas entidades realizarán proyectos conjuntos relacionados con el desarrollo de biomateriales de seda para terapia celular e ingeniería de tejidos y para liberación de fármacos y nanomedicina. También estudiarán las moléculas bioactivas extraídas de plantas y de insectos para terapias de patologías diversas, así como la producción biotecnológica de proteínas terapéuticas, según la referencia del Consejo de Gobierno, reunido ayer en el Palacio de San Esteban.
Ambas entidades organizarán conferencias, seminarios, cursos y jornadas destinados a potenciar la investigación y la formación. Por otra parte, intercambiarán información y documentación y se ofrecerán asesoramiento mutuo. La duración del convenio será de cuatro años prorrogables a otros cuatro por deseo de las partes.