MADRID.- Será una Legislatura breve y bronca. Breve, porque Pedro Sánchez,
con su escasa representación parlamentaria, tendrá muy difícil del
superar el trámite de los Presupuestos. Bronca, porque los
independentistas juegan a fondo sus cartas, y huele a elecciones en Cataluña de cara al próximo otoño. Pablo Casado no desvela el nombre de su portavoz en la Cámara Baja, que tendrá un papel protagónico a la vista de lo ocurrido en la sesión inaugural de la Legislatura, interpreta www.vozpopuli.com.
Dos mujeres aparecían destacadas en las quinielas. Cuca Gamarra,
por un lado, quien se hizo cargo de la campaña electoral de las
autonómicas tras el desastre de las generales, figura como gran
favorita. También se habla de Belén Hoyo, diputada por Valencia y muy próxima al líder de los populares. Ambas reúnen sobradas condiciones para tomar el relevo de Dolors Montserrat, que encabeza la lista a las europeas.
Casado
no desvela ni una pista al respecto. Se supone que será mujer, algo que
suele funcionar en el ámbito parlamentario. Pero nada está decidido, o,
al menos, pocos en su partido tienen idea de quién será el elegido.
Surgen, por eso, otros nombres, en especial el deTeodoro García Egea,
actual secretario general de la formación, quien ha pasado a una
segunda fila mediática tras el tropezón del 28-M. Egea tiene un estilo
vehemente, poderoso y una dialéctica muy agresiva, quizás para los
tiempos venideros.
Lo que se tenía que hacer
No
se oculta ni rehuye la pelea, va siempre de frente, es firme en sus
aseveraciones y le tiene tomada la medida a los separatistas. Algunos
diputados del grupo parlamentario en el Congreso, que se ha quedado en
tan sólo 66 escaños, promueven a Egea con la intención fundamental de
apartarle de la cúspide del poder. En estos círculos se considera que no
conoce bien a fondo el partido, ya que tan sólo lleva unos meses en ese
puesto y antes se dedicaba a otros menesteres. "No es Álvarez Cascos, desde luego", señalan estas fuentes.
El secretario general tuvo enorme responsabilidad a
la hora de diseñar las listas electorales de las últimas elecciones, lo
que le granjeó un buen número de enemigos internos . Le reprochan la
contundencia de los cambios, y también las formas en que se llevaron a
cabo, sin demasiada delicadeza. "Se hizo lo que se tenía que hacer, para
eso nos nombraron los afiliados", comentan en el equipo de Casado a
modo de argumento.
Todo dependerá del resultado de la cita del domingo. En
el caso de que se reedite la catástrofe, cosa que en Génova pocos
imaginan aunque algunos temen, Casado se verá obligado a llevar a cabo un cambio radical en su núcleo duro.
Una catarsis, como algunos reclaman. Llegado el caso, Egea saldría de
su actual cargo como 'número dos' de la formación y podría implicarse en
estas labores parlamentarias.
En el caso de que el escrutinio arroje un resultado razonable para el PP, Casado no querría prescindir del más fiel de sus colaboradores y optaría por
alguna de las otras alternativas mencionadas. El PP necesita cambios, es
una opinión ya establecida. Lo que nadie es capaz de adivinar es si
esos cambios serán amplios y en profundidad. Casado quiere incorporar
gente a Génova, a su equipo de dirección, algo reducido, como se ha
comprobado.