Maravilla escuchar a Aznar invocando la "compasión".
Está
claro: si el político preso Zaplana tiene leucemia y los médicos temen
por su salud en la cárcel debe salir sin más dilación. Por supuesto,
siempre que se trate de médicos profesionales y no de alguno que hayan
comprado estos sinvergüenzas.
No es justo ni moral mantener en prisión a un enfermo terminal. Sin duda.
Vayamos
ahora a la maravilla del hecho de que quien invoca la compasión sea
quien jamás mostró ninguna. No solo no la mostró en todo su tratamiento
del terrorismo vasco sino tampoco en otros acontecimientos ricos en
víctimas y que le son directa o indirectamente achacables. Cientos de
miles en una guerra criminal en el Irak que él contribuyó a
desencadenar.
Cerca de doscientos muertos y más de dos mil heridos en
los atentados de Atocha, frente a los cuales su única reacción fue
tratar de endosar la autoría a ETA para eximirse de responsabilidad.
¿Compasión? Nunca, jamás. Este personaje malévolo, encizañador,
autoritario y falso no ha mostrado jamás una pizca de compasión por
nadie o por nada.
Pero
la pide. Y que la pida un ejemplo tan acabado de lo contrario de
aquello que pide no resta un adarme de validez a la petición. La
compasión es obligatoria cuando es justa; y lo es o no lo es por sí
misma, no por las cualidades o falta de cualidades de quien la pide.
El
bien es obligado, aunque sea inconveniente y por eso pierde siempre.
Este hombre que hoy pide "compasión" (quiere decir "clemencia") mañana
volverá a mostrar que carece de ella para dar a los demás. Como ha hecho
siempre y como seguirá haciendo.
El bien es obligatorio; el mal, inevitable.
En marzo de 2016, el gobierno de
ladrones y corruptos encabezado por M. Rajoy (a) Sobresueldos, decidió
que no se sometería al control parlamentario porque, al encontrarse en
funciones, la cámara no le había otorgado su confianza y no estaba
obligado a rendir cuentas.
La responsabilidad de esta matonería
interpretativa correspondía a la entonces vicepresidenta, Sáenz de
Santamaría, una roma franquista convencida de ser una jurista más fina
que Kelsen.
Recurrido este golpe de mano dictatorial por toda la oposición ante el Tribunal Constitucional, este órgano falla dos años y medio más tarde que el gobierno de entonces vulneró la ley.
¿Hace
falta un TC y dos años y medio de deliberaciones para saber que aquella
decisión era un atropello para gobernar tiránicamente? ¿No era obvio en
el primer instante? El gobierno estuvo, por tanto, diez meses actuando
ilegalmente, gracias a un TC complaciente que siguió dando muestras de
su servilismo a los deseos de los gobernantes.
¿Y
qué sucede con las decisiones tomadas en esos diez meses? ¿No son
nulas? ¿No son decisiones ilegales? ¿No hay gente perjudicada? El país
entero, ¿no fue perjudicado? Con este criterio, tres ministros del PP
plantaron al Parlamento e incomparecieron. Fueron Morenés (defensa),
Pastor (Fomento) y Fernández (Interior), los tres con escandalazos de
mala o presuntamente delictiva gestión. El de Interior por un presunto
delito de organizar una policía política que ahora se demuestra
(Villarejo mediante) que fue cierta.
¿Qué pasa con la justicia? ¿Qué sanción tienen los responsables? ¿Ninguna? En cualquier otro país o actividad, estos individuos, el de los sobresueldos, la ratita presumida y la colección de bergantes que formaban aquel gobierno, estarían en la cárcel.
¿Qué pasa con la justicia? ¿Qué sanción tienen los responsables? ¿Ninguna? En cualquier otro país o actividad, estos individuos, el de los sobresueldos, la ratita presumida y la colección de bergantes que formaban aquel gobierno, estarían en la cárcel.
Aquí,
Pedro Sánchez, Gebrel Tarik II, nombra a la responsable de aquel
atropello miembro del Consejo de Estado, con despacho y un sueldazo que
tenemos que pagar todos. Por cierto, este Consejo está para asesorar al
gobierno.
En realidad no sirve de nada más que de retiro de lujo de un
manojo de inútiles, pero, ¿en qué puede asesorar esta franquista que
odia el Estado de derecho sobre el cual asesora? Y ¿qué hace la
oposición que en su día presentó el recurso al TC cuando se le da la
razón? ¿Nada? Un indeseable como el Sobresueldos puede gobernar diez
meses ilegalmente, ¿y no pasa nada? ¿No hay consecuencias?
Todas estas preguntas se responden negativamente. No, no va a pasar nada. Ninguno de estos va a pagar por sus fechorías. Es más, han sido todos recompensados con medallas y canonjías como la del Consejo de Estado. Y lo han sido por los que han venido después, que son iguales a ellos, esperan hacer las mismas fechorías (ya están haciéndolas) y aspiran a que los que vengan después también los premien, como ellos premian a los ladrones salientes.
¿Ven como en España no hay ninguna diferencia entre el Estado y el gobierno de turno? Es el Estado español el que es corrupto y fallido. Y los gobiernos, sean del PP o del PSOE están para que sus paniaguados chupen del latrocinio general, para encubrir los delitos de los otros y para atizar leña a los catalanes que todavía no sé cómo no nos hemos levantado ya en masa contra esta tiranía española insoportable de ladrones e imbéciles.
Todas estas preguntas se responden negativamente. No, no va a pasar nada. Ninguno de estos va a pagar por sus fechorías. Es más, han sido todos recompensados con medallas y canonjías como la del Consejo de Estado. Y lo han sido por los que han venido después, que son iguales a ellos, esperan hacer las mismas fechorías (ya están haciéndolas) y aspiran a que los que vengan después también los premien, como ellos premian a los ladrones salientes.
¿Ven como en España no hay ninguna diferencia entre el Estado y el gobierno de turno? Es el Estado español el que es corrupto y fallido. Y los gobiernos, sean del PP o del PSOE están para que sus paniaguados chupen del latrocinio general, para encubrir los delitos de los otros y para atizar leña a los catalanes que todavía no sé cómo no nos hemos levantado ya en masa contra esta tiranía española insoportable de ladrones e imbéciles.
Y no haya
cuidado, Podemos y C's son iguales y, si pudieran, harían lo mismo.
España está ahí para que estas bandas organizadas de delincuentes la
esquilmen mientras el pueblo los vota con el servilismo tradicional de
la raza.
Este es un ejemplo
más de la "Marca España", ese invento de la banda para seguir robando.
Porque nada hay más "marca España" que el hecho de que sea necesario
crear este órgano para mentir sobre el país, ya que la propia España es
incapaz de hacer nada digno de encomio. La "marca Alemania", la "marca
Francia", la "marca Reino Unido" la llevan mundo adelante sus productos y
sus políticos, empresarios, estudiosos; cosas y personas dignas.
En
España hay que montar otra carísima mentira institucional para tratar de
engañar a la gente a costa del contribuyente español y dársela a
dirigir a un inepto, un franquista redomado, un típico monárquico, incompetente y catalanófobo que ha hecho mangas capirotes con los dineros públicos y privados,
Carlos Espinosa de los Monteros.
La gestión de este individuo, retoño
de la oligarquía nacional-católica española, se resume en dos puntos:
atacar a Catalunya cuanto ha podido y hacer el ridículo con la presencia
de España en el exterior. Y lo ha hecho tan a fondo en su incompetencia
que los
empresarios han tenido que contratar por su cuenta otra campaña
exterior de medio millón de € para combatir el descrédito de España que
este individuo no ha conseguido parar.
En un post posterior hablaremos de la gloriosa ejecutoria de este mismo personaje al que dejan bien colocado como presidente de la Mutua Fraternidad-Muprespa. Otro chiringuito de amiguismo, nepotismo, enchufismo y corrupción, en donde colocar con dinero público a una partida de compadres y comadres, todos ellos del PP o del PSOE o aledaños, con sueldos estratosféricos y pensiones millonarias a cambio de no hacer nada y contribuir a que siga esta función de saqueo del erario.
En un post posterior hablaremos de la gloriosa ejecutoria de este mismo personaje al que dejan bien colocado como presidente de la Mutua Fraternidad-Muprespa. Otro chiringuito de amiguismo, nepotismo, enchufismo y corrupción, en donde colocar con dinero público a una partida de compadres y comadres, todos ellos del PP o del PSOE o aledaños, con sueldos estratosféricos y pensiones millonarias a cambio de no hacer nada y contribuir a que siga esta función de saqueo del erario.
Dos mundos.
No es la inconmesurable victoria que ha
obtenido España sobre la pérfida Albión, venganza de la Invencible y
aniquilación del Tratado de Utrecht, por la cual, aunque la Union Jack
ondee en el Peñón, el bacalao lo cortarán los españoles. No lo es. Por
esta razón no aparece en los medios españoles, volcados todos en loar la
hazaña diplomática hispana, prueba de que el país es alguien en la
unión Europea.
Para el nacionalismo español, la de Torra en Lledoners es
una noticia menor, autonómica, sin trascendencia nacional como la tienen, en cambio, las elecciones andaluzas, en donde se juega el destino de España, según Iglesias. España, Andalucía, el destino. Y El amor brujo de Falla. "¡Soy la voz de tu destino! ¡Soy el fuego en que te abrasas!".
La batalla diplomática ha sido otro "¡Gibraltar español!" de rancia prosapia.
En
Andalucía se juega la suerte de los distintos partidos en los próximos
cuatro años; no el destino de Andalucía. Y menos el de España.
El
destino de España se juega en Catalunya, en una situación de
coexistencia de dos poderes de hecho, muy asimétricos. El Estado y la
Generalitat. Ambos con proyectos políticos diferentes y antagónicos. Y
con grados de precisión muy distintos. El del Estado es confuso,
indefinido, consiste en una defensa del statu quo con escasa convicción.
Lo defiende, sí, pero cree imprescindible reformarlo. Es más, ofrece
una oscura reforma a cambio de su conservación. El de la Generalitat es
claro, está definido y forma parte de un propósito final también
claramente expuesto: la independencia.
¿No
tiene importancia que el presidente de una Comunidad Autónoma, que es
el Estado en ella, vaya a visitar y a celebrar reuniones de trabajo con
los presos políticos de ese Estado? Es una parte del Estado, un
"fragmento de Estado", que diría Jellinek, opuesto al mismo Estado. Es
un poder republicano enfrentado de hecho a un Estado monárquico.
Son dos poderes. Son dos mundos. El periódico titula presos políticos,
locución prohibida en los medios españoles pues designa una realidad
que el Estado no acepta, la existencia de presos políticos. Para él son
"políticos presos" y por eso mismo debiera encontrar más reprobable que
el presidente de la Generalitat acudiera a trabajar oficialmente con
unos presos ordinarios.
Ni
el Estado, ni el gobierno, ni los partidos pueden impedir que el
presidente de la Generalitat acuda a conferenciar con los dirigentes
independentistas encarcelados. Y ya quisieran, porque así se coordina la
estrategia independentista, ya que el MHP Torra es el puente de unión
entre los presos/as y el Consell per a la República.
Es en Catalunya en donde España se juega su futuro. No en Andalucía.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED