Desde hace apenas unos meses, las reuniones se suceden; parte de los
antiguos palmeros del ´traigan el AVE como sea´ están ahora por el
necesario Corredor Mediterráneo que antes no recordaban. La cosa es
sumarse a las modas aunque vengan del Gobierno regional, que ha copado
la sociedad civil, excepto algunas asociaciones como AMEFMUR, que se
resisten a la manipulación en medio del páramo, y no es una queja sino
la constatación de una realidad, a cuya presidenta, Marián Cascales,
agradecemos su invitación al Encuentro por El Corredor celebrado el
pasado martes.
Creemos de justicia comenzar con esta referencia,
aunque no sea de ello de lo que queremos tratar en este espacio. Desde
que el ministro de Justicia, Catalá, nos diera gato por liebre siendo
secretario de Infraestructuras, ¡hace ya cinco años! venimos insistiendo
en dos temas: la necesidad del soterramiento en la ciudad de Murcia y
la circunvalación de mercancías para Murcia y Alcantarilla en previsión
de la llegada del Corredor del Mediterráneo.
Nadie nos ha hecho caso,
todo han sido palmadas en la espalda y miradas tristes diciendo que
pedíamos la luna, porque no había dinero. ¿Qué luna? La misma que ha
conseguido Bilbao, con una estación soterrada en doble planta, por la
capacidad de todos sus partidos de andar a una, sin dudar ni un
instante, y exigir, como por cierto hizo Orihuela, y ahí tenemos su
convenio firmado con el Ayuntamiento que Adif sí cumplió. Pero en Murcia
no se puede. La racionalidad que dicen los sumisos timoratos debe
empezar por Murcia.
Pues desde aquí decimos que no, que ya está bien de servilismos, que debemos exigir lo que es nuestro.
El
soterramiento conveniado en 2006 era una infraestructura que
contemplaba una estación intermodal que permitía integrar los
transportes de ferrocarril, cercanías y medias distancias, y los
autobuses de una región cada vez peor comunicada. Sin embargo, mientras
otros insistían, aquí decidieron renunciar a ello, olvidando que la
llegada en superficie de las vías de alta velocidad era un aperitivo de
lo que vendría después: el Corredor Mediterráneo.
Nosotros no lo
habíamos olvidado; como no podíamos olvidar los trenes de 750 metros que
dicho corredor podría traer, ni olvidamos los trenes, muchos de ellos
con mercancías peligrosas, que vienen desde Cartagena haciendo temblar
nuestras casas. Por ese motivo, porque no ignorábamos el futuro,
veníamos pidiendo la circunvalación de mercancías, a la vez que el
soterramiento de las vías en Murcia. Estas cuestiones quedaron plasmadas
en una proposición no de ley aprobada en la legislatura pasada y
presentada de nuevo en esta que barruntamos no se discute para que su
aprobación no obligue a los Presupuestos Generales del Estado de este
año.
Esos que paree que van a financiar de nuevo los corredores Central y
Atlántico en detrimento del Mediterráneo, de cuyos fondos el Gobierno
central detrajo casi mil millones de euros para construir el túnel entre
Atocha y Chamartín, como si Madrid hubiera perdido su centralidad y se
asomara al mar que da nombre al corredor, mientras contempla este
zafarrancho de combate de patronales en este rincón de España en donde,
como ayer denunció la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), «los
murcianos se quejan poco con lo que tienen», refiriéndose al vergonzante
tren de cercanías que tardó casi dos horas en traerlos desde Alicante.
Y
esta última opinión no es un invento nuestro. En los últimos meses
hemos estado dando la matraca, una y otra vez, con los fondos Conectar
Europa que cerraron el pasado mes de febrero. A pesar de ello, el
Gobierno regional, con el que nos reunimos varias veces, no se leyó la
convocatoria, como demuestran sus respuestas, y exigió con la boca
chica, como hace siempre con las infraestructuras, olvidando que en la
convocatoria general hubiera entrado (antes de la sección dedicada a las
zonas multimodales) la solicitud para el estudio de esa circunvalación
de mercancías que evitaría el cuello de botella de Murcia, denunciado
por nosotros con FERRMED y tantos otros.
Pero una vez más volveremos a
ver, cuando se publiquen los proyectos que obtengan ayudas europeas, que
allí estarán otras regiones que fueron más diligentes, porque la
nuestra será de nuevo la olvidada por la desidia de quien debe
defendernos, pero que ha sido y es incapaz de gestionar una
planificación decente de las infraestructuras.
Y hablamos de
nefasta planificación, no por una osadía injustificada; lo hacemos
porque por la llegada en superficie del AVE a la ciudad de Murcia,
peligran las cercanías de Murcia-Lorca-Alicante, porque los media
distancia con Cartagena no se transforman en cercanías, porque estamos
esperando, según Bernabé, a la llegada de alta velocidad en Avant cuyo
superprecio de billete único para trayectos parecidos ronda los 14 euros
solo ida, porque vemos como la Variante de Camarillas sigue sin
desdoblarse, ni previsión para ello, sin que hayan invertido en los
túneles.
Imaginen, queridos lectores, ¡tiemblen con la
ocurrencia!, una vía de alta velocidad a Cartagena–Murcia–Albacete, que
permitiera coger un AVE con destino a Madrid cada hora y que ampliara
nuestra zona de influencia; unos cercanías Cieza–Cartagena, con conexión
con los cercanías de Alicante-Murcia, que permitiera la llegada de
alumnos a la Universidad Politécnica desde Albacete hasta Alicante. Todo
ello con una estación soterrada (más barata que la de Bilbao o Vigo)
dotada de estación intermodal que permitiera conectar con el autobús o
con el tranvía, con unos horarios casados que permitieran conmutar
transportes.
No, no se trata de un sueño alucinante; existe en
otras ciudades. Podemos imaginar todo eso porque lo hemos visto, porque
es lo que le van a construir a otras regiones, para las que sí hay
dinero. ¡Ya está bien de estar infrafinanciados, mal gestionados por
gobernantes incapaces de demandar lo que esta Región tan rica se merece,
por culpa de su sumisión dócil y servil al Gobierno central!
Sí,
señores visitantes al Encuentro por el Corredor, los murcianos vamos a
quejarnos más, vamos a abandonar la parsimonia que hoy nos enmudece,
porque ¡la Región de Murcia merece más!
(*) Presidente de la Plataforma Pro-soterramiento del AVE