MADRID.- Los ciclones en el Mediterráneo podrían afectar a la región con un poder cada vez mayor a fines del siglo XXI, aumentando su fortaleza hasta el nivel de un huracán de categoría 1.
Aunque se predice que los ciclones mediterráneos de tipo tropical, conocidos como 'medicanes' serán menos frecuentes en el futuro, desarrollarán una estructura más robusta de huracán y durarán más, con vientos más altos y más lluvia, según el nuevo estudio.
La nueva investigación, publicada en Geophysical Research Letters, predice que el cambio en las tormentas comenzará a surgir a finales de siglo, desde 2081 hasta 2100, y las tormentas más fuertes aparecerán en otoño.
Los 'medicanes' surgen en el Mediterráneo cuando un ciclón extratropical incursiona en la cuenca del mar
y se transforma en una tormenta más similar a un ciclón tropical, con
una estructura simétrica y nubes convectivas que giran alrededor de un
núcleo cálido y un centro similar a un ojo.
Los ciclones extratropicales son impulsados por los contrastes de temperatura en el frente de la tormenta
y son más fuertes en la tropopausa, a unos 12 kilómetros sobre la
superficie de la Tierra.
En contraste, los vientos más fuertes de los
ciclones tropicales están en la superficie, lo que a menudo puede ser
más dañino. Los ciclones tropicales se llaman huracanes en el Atlántico y
tifones en el Pacífico al oeste de la Línea de Fecha Internacional.
Actualmente, los 'medicanes' de intensidad de depresión tropical o más fuertes ocurren unas pocas veces al año,
pero rara vez alcanzan la fuerza de un huracán de categoría 1. Las
depresiones tropicales tienen una velocidad máxima de viento de 63
kilómetros (39 millas) por hora.
"En su etapa de madurez, los 'medicanes' son similares a los huracanes en el Caribe",
dijo Juan J. González-Alemán, investigador de la Universidad de
Castilla-La Mancha en Toledo y autor principal del nuevo estudio.
"Incluso en un escenario de clima intermedio, es probable que veamos una
menor frecuencia de estas tormentas, pero cuando ocurran, tendrán una mayor probabilidad de alcanzar la categoría 1".
Otros estudios han pronosticado un aumento en la intensidad de las tormentas en el Mediterráneo con el cambio climático,
pero el nuevo estudio es el primero en utilizar un modelo acoplado
global, que combina modelos atmosféricos y de circulación oceánica.
La
inclusión de los procesos oceánicos en el modelo es importante para una
representación realista de los 'medicanes', dijo González. El nuevo
modelo es más robusto y aborda los índices de intensidad de
precipitación, tropicalidad y disipación de potencia de tormentas
futuras, según González.
La
tropicalidad es un indicador de cómo es la estructura de tormenta del
huracán, y la disipación de poder describe su potencial de destrucción.
El nuevo estudio predice que la tropicalidad y la disipación de energía
aumentarán en magnitud en el próximo siglo.
El modelo no pudo descartar
la posibilidad de que las tormentas alcancen la fuerza de la categoría
2, aunque el hallazgo principal es para tormentas fuertes de la
categoría 1, dijo González.
Una tormenta tropical se convierte en un huracán de categoría 1 cuando los vientos sostenidos superan los 119 kilómetros (74 millas) por hora y una categoría 2 a 154 kilómetros (96 millas) por hora.
"El Mar Mediterráneo está sobrepoblado, por lo que, aunque son más pequeños que los huracanes del Caribe, el impacto en la sociedad de los 'medicanes' puede ser peor. Tienen una alta probabilidad de afectar a las personas y los intereses sociales", dijo González.
"El Mar Mediterráneo está sobrepoblado, por lo que, aunque son más pequeños que los huracanes del Caribe, el impacto en la sociedad de los 'medicanes' puede ser peor. Tienen una alta probabilidad de afectar a las personas y los intereses sociales", dijo González.