
Los descensos en mayo fueron importantes en bienes de consumo, tanto duraderos como no duraderos, bienes de equipo e intermedios. Sólo la producción de energía eléctrica, gas y agua experimentó un fuerte crecimiento en su actividad respecto a un año antes.
Según datos de la Consejería de Economía, las mayores bajadas se produjeron en la extracción de minerales no metálicos, en la fabricación de productos con estos minerales, industrias textil y de confección, la del mueble, químicas, caucho, etc. Incluso la industria de productos alimenticios y bebidas registró un descenso del 3,7%.
El último informe de la CROEM, publicado en mayo, hace hincapié en la desaceleración y en la menor utilización de la capacidad productiva (63,6%). El indicador de clima industrial recoge desde noviembre un cierto deterioro de la situación, especialmente perceptible en los niveles de cartera de pedidos.
Los empresarios indican que los datos no hacen más que reafirmar la delicada coyuntura de la industria tanto regional como nacional. «La rápida aplicación de las medidas contempladas en el Plan Industrial deben servir para impulsar en el corto plazo la actividad en el sector».
El Plan Industrial, que pretende elevar el peso del sector hasta el 20% del PIB regional contará con un presupuesto de 770 millones de euros.
Prestará especial atención al fomento de la Innovación, incrementará la competitividad industrial, priorizará el sector de la energía, medio ambiente, tecnologías de la información y la comunicación, recursos hídricos y del mar, nanotecnología, biotecnología.
También está previsto que se ocupe de la formación de mano de obra y de la promoción industrial en mercados exteriores.
(P.I. "La Estrella", en Molina de Segura)
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