murciaconfidencial@gmail.com / "La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio" (Cicerón) "Toda verdad pasa por tres fases: primero, es ridiculizada. Segundo, se le oponen violentamente. Y tercero, es aceptada como auto-evidente." (Schopenhauer) * Newsletter de opinión e influencia, sin ánimo de lucro ni subvencionado con dinero público o privado, fundado en enero de 1984 por Francisco Poveda, periodista profesional licenciado en la Universidad Complutense desde 1976.
lunes, 29 de abril de 2019
Un pacto PP-Cs-Vox podría gobernar la Región de Murcia si se repitieran los resultados
MURCIA.- Un pacto PP-Cs-Vox podría
gobernar la Región de Murcia si se repitieran los resultados de las
elecciones generales, dado que se produciría un empate a 11 escaños
entre el PP y el PSOE y otro a 9 entre Ciudadanos y Vox, mientras que
Podemos obtendría 5, aunque en este caso no concurrirá junto a IU-V.
Trasladando el número de votos a un simulador con los 45 escaños de la Asamblea Regional de Murcia,
que esta legislatura ha rebajado de 5 a una las circunscripciones y del
5 % al 3 % el mínimo de votos necesarios para tener representación, el
centro derecha reuniría 29 escaños, 6 más de los 23 que marcan la
mayoría absoluta.
A pesar de ser el partido más votado, el PSOE solo sumaría 20 con Cs,
que se niega a participar con la formación morada en un acuerdo de
Gobierno, con lo que no alcanza la mitad más uno de los escaños.
No obstante, el resultado obtenido por Unidas Podemos
tiene difícil traslación al Parlamento autonómico, dado que el acuerdo
de coalición con IU-V para las generales no se ha producido en Murcia
para las autonómicas ni para las municipales, salvo en unas pocas
localidades, con lo que la formación morada concurrirá solo con Equo.
Tanto Pacma, que obtuvo unos 10.000 votos, como la nueva formación regionalista Somos Región, con la mitad, se quedarían fuera del Legislativo.
La izquierda da por hecho un nuevo 'pacto del Botánico' en la Comunidad Valenciana
VALENCIA.- Los principales partidos de la Comunidad Valenciana han dado por hecho que habrá una reedición del Pacto del Botánico,
el gobierno de izquierdas en la Generalitat Valenciana, tras constatar
que el bloque de la izquierda suma más escaños (52) que el del centro
derecha (47).
Responsables de las diferentes formaciones han analizado este lunes la jornada electoral, en la que el PSPV-PSOE se impuso como claro ganador, con 27 diputados, lo que le permitirá reeditar el Pacto del Botànic, con los 17 parlamentarios de Compromís y los 8 logrados por Unides Podem-EU.
Los tres partidos se muestran satisfechos y contentos con estos resultados. El PSPV porque vuelve a ser la fuerza más votada 25 años después; Compromís porque cree que su voto se ha consolidado; y Podem porque dice haber remontado unas encuestas que les daban "casi por desaparecidos".
El president de la Generalitat Valenciana y candidato socialista a la reelección, Ximo Puig,
se ha mostrado partidario de reeditar este pacto, aunque con
"tonalidades diferentes", debido a la previsible entrada de Podem en el
Gobierno valenciano, ya que hasta ahora solo daba su apoyo
parlamentario, algo que comparte Compromís, quien no ve otra
alternativa, y Podem, que se ve "central" en la política valenciana.
Desde
el PSPV-PSOE, entienden que solo Ximo Puig puede liderar ese acuerdo, y
repetir como president de Generalitat Valenciana otros cuatro años,
pues los socialistas han logrado en estos comicios más diputados que Compromís y Podem juntos, pero desde la formación morada, no comparten esa apreciación.
El
candidato de Unides Podem-EU a la Generalitat Valenciana, Rubén
Martínez Dalmau, ha reconocido que Ximo Puig ha tenido unos buenos
resultados pero cree que su formación también, por lo que "hay que
sentarse a hablar", ha dicho.
En el centro derecha, el PPCV, que ha perdido 12 escaños y se ha quedado con 19,
ha atribuido la victoria de la izquierda a "la fragmentación del voto",
pues ha destacado que ambos bloques tienen "prácticamente el mismo
numero de votantes", y ha augurado un gobierno valenciano "más sectario y
radicalizado".
A pesar de no superar al PP , Ciudadanos,
que sube de 13 a 18 escaños, se ha erigido como líder de la oposición.
Entiende el candidato de C's, Toni Cantó, que el "hundimiento" de los
populares ha impedido reemplazar las políticas del actual gobierno
valenciano.
Vox, que irrumpe en estas elecciones con 10 diputados en Les Corts Valencianes,
ha dado por hecho que el pacto del Botánico se va a reeditar, pero ha
avisado de que ahora con su partido dentro del Parlamento autonómico "la
película no es la misma" y las "cosas van a cambiar pero en gran
manera".
El candidato de Vox a
la Generalitat Valenciana, Jose María Llanos, ha advertido de que
estarán "ahí para censurar, controlar y decir alto y claro lo que hacen
mal" los miembros del Gobierno valenciano porque, según él, hasta ahora,
"nadie les ha levantado la voz, ni PP ni Ciudadanos".
El
alcalde de Valencia, Joan Ribó (Compromís), ha expresado su
"satisfacción" por que Compromís haya sido "la primera fuerza en la
ciudad incluso en el ámbito de las elecciones autonómicas" y ha
considerado que "está claro" que la ciudadanía sabe que son "la única formación política en Valencia capaz de asegurar gobiernos de progreso".
CCOO PV, por su parte, también ha valorado los resultados electorales en la Comunidad Valenciana, y su secretario general, Arturo León, ha celebrado que el pueblo valenciano haya votado "avanzar en derechos sociales" y ha aplaudido que se haya conseguido "parar al neofascismo".
Así quedarían las autonomías si este resultado se repite el 26 de mayo
MADRID.- El PSOE se situaría como primera fuerza en las elecciones autonómicas del 26 de mayo
si los electores repitieran el voto emitido este domingo en las
generales, según un cálculo realizado con un simulador de la ley
d'Hont que toma como referencia los resultados de hoy.
A pesar de ser los más votados, probablemente, los socialistas no conseguirían los gobiernos de Murcia, Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura dado que la suma de los diputados de PP, Ciudadanos y Vox se lo impedirían.
Esta proyección, a solo un mes de las autonómicas, se ha hecho con las comunidades en las que sus circunscripciones coinciden exclusivamente con la provincial, que es la que rige para los comicios generales, por lo que quedan excluidas Asturias (tres circunscripciones), Baleares (4) y Canarias (7).
También han quedado fuera de este cómputo las elecciones que no celebran elecciones el próximo "superdomingo", como Andalucía, Cataluña, País Vasco, Galicia y la Comunidad Valenciana.
En la Asamblea Regional de Murcia se produciría un empate a 11 escaños del PP y el PSOE y otro a 9 entre Ciudadanos y Vox, mientras que Podemos obtendría 5, pero en este caso no concurrirá junto a IU-V, que lo hace por separado, por lo que la equivalencia no es trasladable.
Así, en las Cortes de Aragón el PSOE se haría con un tercio de los 67 diputados: 23 frente a los 18 actuales.
Ciudadanos pasaría a ser la segunda fuerza, al triplicar los cinco actuales, mientras que el PP obtendría 14 diputados, al perder siete, los mismos con los que Vox irrumpiría en las Cortes aragonesas.
En Cantabria, los socialistas se pondrían a la cabeza con 12 diputados, más del doble de los cinco actuales.
Justo lo contrario le pasa al Partido Regionalista de Cantabria (PRC) que pierde la mitad de sus diputados y se queda con seis, superado por Ciudadanos y PP. Además Podemos se dejaría sus tres representantes.
Las Cortes de Castilla y León también estarían encabezadas por los socialistas. Aquí el descalabro mayor lo sufre el PP, que pierde la mitad de sus diputados (de 42 a 23), IU-Equo desaparece y Podemos pierde tres escaños.
Vox entra con diez diputados y Ciudadanos prácticamente triplica, hasta llegar a los 14.
En Extremadura, aunque el PSOE repetiría los 30 escaños que tiene actualmente, una hipotética alianza entre el PP, Ciudadanos y Vox sumaría 35 diputados, con lo que podrían optar a la Presidencia de la Junta.
En esta triple alianza de la derecha, el PP perdería diputados (de 28 a 17), mientras que Ciudadanos casi cuadruplica los 4 actuales, los mismo con los que entraría Vox en el parlamento extremeño.
En Castilla-La Mancha, el PSOE perdería dos diputados (de 15 a 13) y Podemos desaparecía del Parlamento, mientras que entraría Vox con tres diputados y Ciudadanos, con cuatro.
La irrupción de estas dos fuerzas resta votos al PP, que perdería ocho escaños (de 16 a 9).
En la Asamblea de Madrid, Vox entraría con 19 diputados, y Ciudadanos lograría 12 más (al pasar de los 17 actuales a 29); el PP, por contra, perdería 23, para quedarse en 25.
El PSOE sacaría el mismo resultado, 37 diputados, y Podemos baja en cinco.
El Parlamento de Navarra incorpora 20 diputados de Navarra + (integrada por PP, Ciudadanos y UPN), los socialistas pasan a 17 escaños y Podemos, 13.
En La Rioja esta última fuerza pierde sus cuatro escaños, que gana el PSOE para situarse en 14, mientras que Ciudadanos suben hasta 8 y el PP caería en cinco, hasta quedarse en 11.
Esta proyección, a solo un mes de las autonómicas, se ha hecho con las comunidades en las que sus circunscripciones coinciden exclusivamente con la provincial, que es la que rige para los comicios generales, por lo que quedan excluidas Asturias (tres circunscripciones), Baleares (4) y Canarias (7).
También han quedado fuera de este cómputo las elecciones que no celebran elecciones el próximo "superdomingo", como Andalucía, Cataluña, País Vasco, Galicia y la Comunidad Valenciana.
En la Asamblea Regional de Murcia se produciría un empate a 11 escaños del PP y el PSOE y otro a 9 entre Ciudadanos y Vox, mientras que Podemos obtendría 5, pero en este caso no concurrirá junto a IU-V, que lo hace por separado, por lo que la equivalencia no es trasladable.
Así, en las Cortes de Aragón el PSOE se haría con un tercio de los 67 diputados: 23 frente a los 18 actuales.
Ciudadanos pasaría a ser la segunda fuerza, al triplicar los cinco actuales, mientras que el PP obtendría 14 diputados, al perder siete, los mismos con los que Vox irrumpiría en las Cortes aragonesas.
En Cantabria, los socialistas se pondrían a la cabeza con 12 diputados, más del doble de los cinco actuales.
Justo lo contrario le pasa al Partido Regionalista de Cantabria (PRC) que pierde la mitad de sus diputados y se queda con seis, superado por Ciudadanos y PP. Además Podemos se dejaría sus tres representantes.
Las Cortes de Castilla y León también estarían encabezadas por los socialistas. Aquí el descalabro mayor lo sufre el PP, que pierde la mitad de sus diputados (de 42 a 23), IU-Equo desaparece y Podemos pierde tres escaños.
Vox entra con diez diputados y Ciudadanos prácticamente triplica, hasta llegar a los 14.
En Extremadura, aunque el PSOE repetiría los 30 escaños que tiene actualmente, una hipotética alianza entre el PP, Ciudadanos y Vox sumaría 35 diputados, con lo que podrían optar a la Presidencia de la Junta.
En esta triple alianza de la derecha, el PP perdería diputados (de 28 a 17), mientras que Ciudadanos casi cuadruplica los 4 actuales, los mismo con los que entraría Vox en el parlamento extremeño.
En Castilla-La Mancha, el PSOE perdería dos diputados (de 15 a 13) y Podemos desaparecía del Parlamento, mientras que entraría Vox con tres diputados y Ciudadanos, con cuatro.
La irrupción de estas dos fuerzas resta votos al PP, que perdería ocho escaños (de 16 a 9).
En la Asamblea de Madrid, Vox entraría con 19 diputados, y Ciudadanos lograría 12 más (al pasar de los 17 actuales a 29); el PP, por contra, perdería 23, para quedarse en 25.
El PSOE sacaría el mismo resultado, 37 diputados, y Podemos baja en cinco.
El Parlamento de Navarra incorpora 20 diputados de Navarra + (integrada por PP, Ciudadanos y UPN), los socialistas pasan a 17 escaños y Podemos, 13.
En La Rioja esta última fuerza pierde sus cuatro escaños, que gana el PSOE para situarse en 14, mientras que Ciudadanos suben hasta 8 y el PP caería en cinco, hasta quedarse en 11.
Casado debe dar paso a Feijóo o a Aznar / Marcello *
Da la impresión de que él aún líder del PP Pablo Casado no se ha
enterado todavía del verdadero alcance de su fracaso electoral en la
noche del 28-A. Y lo que es peor, es tal el estado de ánimo y la ceguera
de Casado que no ve ni sabe que el próximo 26-M el PP va a sufrir una
segunda gran derrota en las elecciones autonómicas, municipales y
europeas dejando al partido bajo mínimos y en situación de emergencia
con problemas de supervivencia.
Y con riesgo de desbandada de militantes y dirigentes del PP porque
son miles en toda España los que el 26-M perderán su empleo, mientras
Casado se refugia en la presidencia del PP con el argumento de que
necesita tiempo y que sigue siendo el líder de la oposición.
Cargo simbólico en el Congreso pero irreal en la política nacional
porque Albert Rivera le arrebatará el título el próximo 26-M. Y en ese
momento Casado no podrá, tras un segundo batacazo, permanecer un minuto
más al frente del PP.
Y no basta decir, como lo hace Teodoro García Egea, que el PP ‘se va a
poner a trabajar’ para recuperar la confianza de sus votantes porque en
primer lugar ya no hay tiempo para eso. Porque la credibilidad de
Casado y de Egea está bajo mínimos . De manera que o toman ahora unas
decisiones drásticas en la Junta Directiva Nacional del PP, con
dimisiones incluidas, o el 26-M asistiremos al segundo entierro de
Casado y al hundimiento final del PP.
¿Qué puede hacer Casado? Pues dimitir, reconocer sus errores (que han
sido muchos) y ofrecerle a Alberto Nuñez Feijóo o a Ana Pastor el
liderazgo de un gestora temporal del Partido. Ello honraría a Casado y
le daria al PP una leve oportunidad de salvar los muebles que han
sobrevivido al incendio del 28-A.
Sin duda una decisión así sería muy dura y mucho dudamos que Feijóo o
Pastor se presten a pilotar el barco del PP en vísperas de su llegada
al Cabo de Hornos prevista para el 26-M.
Otra solución sería que el bocazas de Aznar, que tiene gran
responsabilidad de lo ocurrido en la noche del 28-A y la elección de
Casado como líder, que vuelva a la dirección de su partido y de la cara
en primera línea de una vez.
Pero este Aznar, de ‘la derechita cobarde’ como la llama su amigo
Abascal, no es capaz ni de reconocer sus errores ni de salir al Ruedo
Ibérico para evitar el hundimiento definitivo de su PP y sigue hablando
de ‘refundar el centro derecha español, como si Rivera y Abascal que
están en racha se fueran a poner al servicio de Aznar para salvar los
restos del naufragio del PP.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
Pablo el breve / Juan Carlos Escudier *
La frase más importante de la noche electoral no fue el “con Rivera,
no” con la que los militantes y simpatizantes del PSOE exigieron a
gritos a Pedro Sánchez que formara un Gobierno de izquierdas y no
volviera a abrazarse a la farola naranja de Ciudadanos, sino la que casi
en voz baja deslizó Pablo Casado en su comparecencia tras la debacle.
Con la estética de un representante de pompas fúnebres y escoltado por
dos de sus enterradores de guardia, el secretario general García Egea y
la viuda de España, Suárez Illana, el presidente del PP afirmó que su
partido sabía estar a las duras y a las maduras antes de pronunciar
estas palabras: “No eludo la responsabilidad”.
La aserción se las trae por enigmática. ¿Qué significa en boca de un
político que ha llevado a su partido a la derrota más humillante de su
historia? ¿Qué sentido tiene esta asunción de responsabilidades en un
líder que ha perdido 71 diputados y cerca de 3,6 millones de votos? ¿Qué
quiso decir Casado tras verse expuesto a un catastrófico balance en el
que sólo en Melilla y Salamanca puede presumir de haber obtenido más
diputados que el resto? Se desconoce por completo.
No se recuerda en la reciente historia democrática de Europa un caso
semejante. Por establecer alguna comparación posible, es como si el
capitán del Titanic se hubiera puesto a salvo tras el naufragio, se
pusiera al mando del bote salvavidas y prometiera una feliz travesía.
“Nos vamos a poner a trabajar desde ahora para recuperar los apoyos”,
dijo el hombrecito. Acabáramos.
Cualquier análisis de los resultados debería haber implicado su
dimisión inmediata o, al menos, la convocatoria de un congreso
extraordinario tras las elecciones de mayo. Casado no sólo ha perdido
las elecciones sino que es discutible que conserve la condición de líder
de la oposición, tras esa jibarización que le deja a poco más de
200.000 votos de Ciudadanos. Eso sí, que en la peor coyuntura posible
del PP Ciudadanos tampoco haya conseguido dar el sorpasso habla elocuentemente de las posibilidades reales de Rivera de llegar algún día a la presidencia.
De la desastrosa estrategia de Casado y del fracaso de ese
neoaznarismo caduco que pretendía recuperar las esencias y arrinconar
los complejos rajoyanos dan muestra los resultados obtenidos en el País
Vasco y Cataluña. En Euskadi el PP es un partido extraparlamentario y,
con Bárcenas jubilado, algo habrá que inventarse para que el secretario
de Organización, Javier Maroto, que se ha quedado sin escaño, viva
dignamente.
En Cataluña sólo obtiene el acta la marquesa de Casa Fuerte,
que estaba llamada a ser la voz de España en tierra hostil y que ha
dicho que también asume la responsabilidad como última mohicana sin
explicar cómo. Al parecer, la solución del PP a los problemas
territoriales del país no era, como se creía, aplicar el 155 al
independentismo y a las comunidades de vecinos más revoltosas sino hacer
mutis por el foro. Quizás lleve razón.
En su caída, Casado ha arrastrado a todos e, incluso, la aldea gala
de Galicia, ese bastión inexpugnable, ha sufrido las consecuencias. Ni
Alberto Núñez Feijóo ha podido evitar que, por primera vez en 40 años,
el PP no sea el partido más votado, tras ceder más de 14 puntos respecto
a 2016.
Aun así puede presumir de que Vox no ha mojado en su comunidad
y, a expensas de que las autonómicas le sean más favorables, es el único
dirigente al que se podría confiar el rosario de la madre porque los
muebles y la vajilla ya están en el fondo del mar junto a las llaves.
Eso, o implorar de rodillas que Soraya Sáenz de Santamaría les perdone
por haber pecado.
Confiar en que las próximas elecciones locales, autonómicas y
europeas sean una segunda vuelta de las generales, como hace Casado, es
de una ingenuidad casi ofensiva. La refundación del partido que ahora
todos reclaman pasa por abandonar esa competencia insensata con la
extrema derecha y cerrar el capítulo de Casado con un urgente punto y
final.
El breve no era Pedro sino Pablo. Las vueltas que da la vida.
(*) Periodista
Malentendidos sobre el Reseteo Monetario / Guillermo Herrera *
Es evidente
que existe una gran cantidad de información errónea y muchos
malentendidos sobre el reinicio del sistema financiero mundial
iniciado por China, para transformarlo en el Sistema Financiero
Cuántico QFS, que ya
se ha implantado en Hong-Kong
de forma experimental, a modo de experiencia piloto.
Se afirma
equivocadamente que “los bancos son los que realizan los
intercambios”. Sin embargo, los bancos y los banqueros sólo
son agentes del QFS que no pueden manipular nada, sino
únicamente hacer su trabajo para apoyar la voluntad soberana
del acuerdo mundial de Gesara, ya que el QFS supervisa a sus
agentes completamente, y se asegura de que todo el proceso de
canje e intercambio se realice de manera honesta y segura.
Cualquier operación financiera que se haga con un banco está sujeta
a la supervisión del QFS, debido a que todos los fondos de
intercambio o canje se depositan directamente en cada cuenta
personal dentro del QFS, pero no de un banco determinado. El
QFS, y no el banco, tiene el control completo de
cualquier transacción bancaria una vez que se active.
China lidera el proceso de cambio, porque ha sido pionera, y es la
que más prisa tiene en desarrollar todo el reinicio del sistema
financiero mundial, pero China no manda en el proceso, sino que
ejerce el papel de contable avanzado y de ‘hacker’ de
sombrero blanco. En el proceso mandan solamente
las 209 naciones soberanas que firmaron el acuerdo
mundial de Gesara.
Todos los bancos serán fuente de información sobre el QFS,
explicarán cómo se utiliza, y tendrán el paquete de software
necesario para que se pueda ingresar al QFS, con el fin de utilizar
sus fondos. También tendrán una dirección de sitio web para una
explicación más detallada.
CONTROL ABSOLUTO
Tanto la revalorización de las monedas como la emisión de divisas
respaldadas por oro nunca sucederán hasta que el QFS tenga un
control absoluto de todos los fondos con el fin de
evitar fraudes. Por lo tanto, cuando ocurra la revalorización,
sepan de antemano que el QFS está en funcionamiento, y será el
sistema financiero que se utilizará. Cualquier información que
contradiga esta verdad, es falsa y falaz.
Absolutamente ningún banco o banquero puede hacer algo que
interfiera con sus fondos. Esto no quiere decir que no
lo intentarán, pero cuando sus fondos estén en el QFS, todas
las transacciones financieras, incluidos los intentos de robo o
desvío de sus fondos a cualquier otra cuenta, se
rastrean y son rastreables. No hay lugar para ocultar fondos
digitales.
Los intentos criminales serán conocidos e investigados por las
autoridades correspondientes, sus fondos serán devueltos,
y los criminales serán detenidos. Esto no
quiere decir que usted no realice un seguimiento de sus fondos. Es su
responsabilidad vigilar sus propias cuentas, e informar sobre
cualquier actividad sospechosa cuando ocurra.
Uno debe estar extremadamente feliz y aliviado de saber que su
dinero está seguro y protegido. La confusión que se ha creado
es el resultado de no entender y no creer en el QFS. La Alianza de
la Tierra no permitirá que los bancos o los
banqueros estén a cargo de ningún fondo dentro del QFS.
Los bancos de la camarilla oscura están
manipulados, e incluso afirman que, una vez que depositas
tu dinero en su banco, les pertenece y pueden honrar tu propiedad
o No. La Alianza de la Tierra sabe que el
sistema bancario de la camarilla oscura tiene agujeros
que están diseñados para confiscar tu dinero. Es
por eso que se creó un QFS más sofisticado y seguro.
RESPALDO
Todas las monedas mundiales ahora se basaban en el verdadero valor
del oro, ya que las antiguas familias europeas ya no tenían un
precio fijo, y tenían en cuenta otros cuarenta minerales económicos
críticos, más reservas de gasolina y gas natural licuado. Por lo
tanto, la moneda nacional de cada nación ha sido auditada,
acordada por un tratado internacional y recibió un valor justo de
mercado en lo que se refiere al oro.
Ésta es la razón por la que está viendo cambios bruscos
en los mercados de divisas a nivel mundial, incluso en Europa,
Reino Unido y las Américas. Simplemente se estaban revalorizando
hacia arriba y hacia abajo frente al índice internacional de
referencia del oro.
Estas nuevas tasas de equivalencia de oro se hicieron públicas en
todos los bancos, y muy pronto se conocerán con los operadores
de divisas públicos y profesionales de todo el mundo.
Sin embargo,
la manera en que los controladores BRICS del sistema financiero
cuántico eligieron informar al público sigue siendo un
misterio, ya que lo hacen con mucha paciencia, de una
manera muy moderada y casi invisible, para mantener al público
tranquilo y relajado. Cualquier temor de tal transición
económica global masiva podría trastornar la conciencia masiva.
¡Que no cunda el pánico en los mercados ni en la opinión
pública!
RESERVAS
Históricamente hablando, sólo se ha informado que existen 190.000
toneladas métricas de lingotes de oro en los bancos centrales de
todo el mundo, cuando se estima que el número real extraído es
diez veces más ó 1.900.000 toneladas métricas. Esto no abarca
a los otros 39 minerales económicos que ahora se incluyen en
la forma en que se miden las reservas nacionales de activos en bruto.
El oro es simplemente el almacenador de valor más conocido y
consistente. Ya que no todos los países tienen tanto oro en
reserva como dicen de Zimbabwe, Vietnam o Indonesia, pero sus
rocas tienen valor en lo que se refiere a la fabricación u otros
materiales de valor creado. Nos referimos a las llamadas “tierras
raras” de las que se sacan metales escasos que se utilizan en alta
tecnología.
Las 53 naciones que conforman la Unión Africana tienen la mayor
cantidad de minerales económicos de todos los continentes (por
un margen amplio), y han colocado colectivamente sus activos
nacionales en bruto para convertirse en una garantía mundial para el
nuevo sistema QFS, que exige un activo del 100%. Transacciones
respaldadas por mandato financiero de Gesara.
DONALD TRUMP
El Presidente Trump ha sido utilizado como una agenda de
implementación por parte de la Alianza BRICS para ayudar en las
necesarias reformas de Gesara en los Estados Unidos, que por
definición causaría una enorme cantidad de turbulencias,
debido al enorme daño que los bancos estadounidenses, el gobierno,
las agencias clandestinas y el sabotaje diplomático han causado en
los círculos geopolíticos desde el final de la segunda guerra
mundial.
El mandato de los BRICS de Trump, por lo tanto, debía ser una
distracción mundial mientras se realizaban todos los
cambios estructurales, así como humillar y
presionar públicamente a las naciones que no cumplen el
acuerdo de Gesara, para que se ajusten a las directrices
del mismo. Está haciendo su trabajo, ya que
llama a todas las naciones que se están reformando tardíamente,
incluyendo a Israel, Palestina, Irán, Canadá, Méjico, China, las
naciones de la Unión Europea, África, etc.
(*) Periodista
Hemos ganado / Ramón Cotarelo *
Es lo que dicen todos siempre. Ahora
también. Hasta Pablo Casado, al que han dado un repaso y ya le llaman
Pablo Fracasado, aun reconociendo que es un resultado muy malo (ya lo
verá cuando lleguen los EREs en la plantilla sobre-cogedora), se alegra
de seguir siendo líder de la oposición, no habla de dimitir y está ya
dispuesto a repetir la hazaña el 26M.
Antes
de nada, demostrado queda que la bronca amenaza de los tres soldados de
(poca) fortuna era una bravuconada muy en su estilo. El fascismo
español es un tigre de papel. Pero es; vaya si es. Pero es lo que es: en
torno a los 150 diputados sumando las tres fuerzas, tres en esencia y
una en impotencia. No suben en apoyos; se los reparten de varias formas.
Antes estaban todos en el PP. Ahora van por suelto, pero son los
mismos. Intercambiables hasta en el aspecto físico. No digamos en la
pomposa vaciedad de sus discursos.
Los
bárbaros se han quedado fuera. A las puertas, pero fuera. Todos hemos
ganado, incluso los que han perdido, porque tendrán tiempo para pensar
por qué, si es que piensan. Hemos ganado gracias al talante democrático
de los españoles, aunque sea por escasa mayoría. La izquierda suma en
torno a 165. Descontamos a los nacionalistas y nos encontramos con las
sempiternas dos Españas, más o menos igualadas. La circunstancia de la
II República.
En
el País Vasco y Catalunya no solo hemos ganado, sino que hemos
arrollado literalmente el fascismo. En el primero, la trinidad
derechista se ha esfumado. El PP, que obtuvo 2 diputados en las
elecciones anteriores, los ha perdido.
En cuanto a Catalunya, de sus
seis diputados, el PP ha perdido cinco, gracias a la gracia de su
inenarrable cabeza de lista por Barcelona, capaz de sacar de quicio al
santo Job con su necia arrogancia. A cambio, el Imperio ha ganado un
adelantado de Castilla de Vox que, sin duda, vale por cinco de la
"derechita cobarde".
Merece la pena comentar por separado la incidencia de las elecciones en ambos países.
En
España, el PSOE, el que más ha ganado, se erige como el palo del almiar
al que se suman ahora diversas propuestas de coaliciones, todas
solícitas, todas para seguir ganando en la estabilidad que anhelan. Esto
se ha llenado de asesores oficiosos. No hay periódico que no ofrezca su
variante. En la confusión generalizada, Sánchez está en situación de
elegir e, incluso, de no elegir y plantear un gobierno en minoría según
su acariciada fórmula de "independientes de reconocido prestigio".
Veremos cuánto aguanta esta propuesta.
Y
el resto de ellas. El triunfo del PSOE en España no tiene reflejo en
Catalunya en donde el PSC, aunque levemente recuperado, sigue (más) por
debajo de ERC y, por supuesto, del bloque independentista. Catalunya es
un mentís rotundo a la habitual falsedad de Sánchez de que el
independentismo no es mayoría. El bloque independentista tiene hoy cinco
diputados más en el Congreso y refuerza su capacidad de bloqueo.
Los
próximos días aclararán qué coalición forja Sánchez, si forja alguna.
Excluyendo a Vox, los números dan para sendas alianzas con las otras dos
derechas, C's y PP. Aunque los viejos jarrones desearían una gran
coalición PSOE/PP, a nivel germánico, la militancia no la ve con buenos
ojos y tampoco con C's. Se inclina más por Podemos, el que iba a ser el
sepulturero del PSOE y se ha convertido en su mascota. Pero los números
no dan. Se necesitan independentistas. O ir a un gobierno de geometría
variable.
Decir
indepes es mentar la bicha. Pesan mucho los reiterados "noes" de
Sánchez a la independencia, el referéndum, la autodeterminación. Y pesan
mucho los presos/as políticas. Pero, por mucho que pesen, habrá de
levantarlos si quiere abrir un camino a la estabilidad y la "normalidad"
que dice querer. Tendrá que hacer propuestas y los indepes las tomarán
muy en consideración porque han tenido buen resultado en Catalunya y
están fortalecidos.
En
Catalunya, la gran ganadora ha sido ERC que ha visto validada la
hipótesis de Junqueras de que, yendo por separado, los indepes
obtendrían mejor resultado en conjunto. Quienes defendíamos listas
unitarias y de país errábamos. No obstante, es un error de buena fe,
digno, y merece la pena perseverar en él. Es decir, no es un error. En
la alegría de la victoria, sostienen que ERC ha ganado por primera vez
unas elecciones generales al PSC. Ciertísimo. Como ciertísimo es que
antes, en 2011, se las había ganado CiU.
Ganadores
también han sido los de JxC aunque, a juzgar por sus rostros
cariacontecidos en su comparecencia, más parecía que se sintieran parte
de un velorio. Laura Borràs sacó fuerzas de flaqueza y, en un ambiente
de decepción, proclamó una obviedad: que se trata de un muy buen
resultado para el independentismo, que crece. ¿No quedábamos en que la
unidad prevalece y prevalece porque hay coincidencia en el objetivo? ¿Y
no es el objetivo la independencia?
El
resultado es excelente por partida doble. De un lado, confirma el
ascenso y consolidación del independentismo y, de otro, sanciona la
agitada transición de la galaxia convergente a una formación netamente
independentista. ERC ha crecido mucho, pero no a costa del universo de
JxC, que solo ha perdido un escaño en unas condiciones difíciles. El
incremento de apoyo a ERC viene mayoritariamente de otros sectores. Por
ejemplo, de los que quizá hubieran votado al Front Republicà en el caso
de que este se hubiera constituido antes y no hubiera sido después
objeto de silencio mediático.
¿Por
qué los rostros cariacontecidos? Porque, se quiera o no, siempre hay
piques y los políticos son picajosos. Pero no ha lugar a otra cosa. El
resultado está en línea con los que se han producido desde la ruptura y
refundación de la antigua Convergencia. Al considerarlo como negativo,
algunos dirigentes "moderados" lo achacan a la decantación netamente
independentista. Pero lo cierto es que no hay marcha atrás. La exigencia
del referéndum es ya insoslayable, pues no hay otro modo de resolver el
conflicto.
Y
esa es la exigencia que seguirá planteando un govern apoyado en una
ligera mayoría parlamentaria de JxC y que defenderá el bloque
independentista catalán en Madrid con una neta mayoría de ERC. La
cuestión está en cómo la defiende, ahora que no es preciso investir un
gobierno socialista co el pretexto de la llegada de los bárbaros.
En definitiva, hemos ganado.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
Sánchez y Junqueras, los ganadores de la noche / José Antich *
La noche electoral nos deja cinco ideas fuerza: Pedro Sánchez
es, se mire por donde se mire, el gran ganador de la jornada. Podrá
seguir en la Moncloa y tiene manos libres a derecha e izquierda del arco
parlamentario, pudiendo escoger qué alianza le interesa más: la siempre
negada con Ciudadanos o bien un acuerdo con Podemos
-que baja sensiblemente- y los independentistas.
Los necesitará si opta
por la segunda opción aunque, bien es cierto, que no a
todos: sería suficiente con un acuerdo parlamentario con ERC y PNV. Es
obvio que Sánchez acertó convocando elecciones y aunque en política nada
es definitivo tiene por delante una legislatura mucho más tranquila que
la que hizo explosionar el pasado mes de febrero. Las posibilidades de
que pueda sacar adelante un gobierno en solitario son muy altas.
Segundo. La derecha ha quedado trinchada en estos comicios. José María Aznar
ha perdido una gran batalla, regresa al sarcófago y quién sabe si
definitivamente la guerra por el control de la derecha se hará sin su
concurso. El PP, que tenía 137 escaños, pierde más diputados de los que
retiene. Así, se queda con 65 diputados y se le van 72 parlamentarios;
algo muy similar pasa con los votos que se deja por el camino.
Nunca la
formación conservadora de Manuel Fraga, Aznar y Mariano Rajoy había
descendido a las tinieblas de un abismo tan profundo. Habrá que ver cómo
sortea Pablo Casado una debacle de esta naturaleza ya que tiene
demasiados enemigos esperándole a la vuelta de la esquina, empezando por
la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría o el
gallego Núñez Feijóo.
Aunque Cs ha tenido unos resultados más que
aceptables no sirven para ninguno de los dos principales objetivos:
desbancar definitivamente al PP o conformar un gobierno de las derechas.
El segundo objetivo es imposible y el primero lo tiene a tiro...
siempre y cuando no pacte con el PSOE.
Tercero. La victoria de Esquerra Republicana en
Catalunya es clara y contundente: gana en votos y en escaños y con este
resultado logra un hito que no se había producido desde la República. La
batalla por la hegemonía con Junts per Catalunya se inclina claramente a
favor de los republicanos, que los adelantan en las cuatro provincias y
les doblan en votos y escaños. Un triunfo inapelable de la estrategia
de Oriol Junqueras, que con mano de hierro ha impuesto
la moderación como el eje político central de la formación.
El
independentismo tiene en su conjunto unos resultados aceptables: mejora
el de las españolas del 2016 pero queda lejos de las catalanas del 21-D.
Un dato a tener en cuenta es que todos los presos políticos que se han
presentado a las elecciones han obtenido su acta: Junqueras (ERC), Jordi
Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull al Congreso -los tres de JxCat- y
Raül Romeva (ERC) al Senado.
Cuarto. Junts per Catalunya no ha obtenido los
desastrosos resultados que le auguraban las encuestas pero sus cifras no
son nada buenas. El hecho de que solo pierda un parlamentario maquilla
los números pero el 12% de los sufragios logrados deberían hacer saltar
todas las alarmas en la formación, máxime teniendo por delante las
elecciones municipales en tan solo cuatro semanas. Paga muchas cosas,
desde su división interna y la lucha cainita por el poder a una ausencia
de estrategia a medio plazo.
Pero también el errático funcionamiento
del Govern con una presidencia políticamente difuminada y sin capacidad
de liderazgo que lejos de sumar aporta incerteza. Es muy difícil que Quim Torra haga frente a los problemas que tiene por delante con un equipo tan débil a su alrededor.
Y cinco. Las elecciones tienen una muy buena noticia y es que Vox
obtiene 24 escaños, una cifra respetable pero muy inferior a la que
habían venido dando las encuestas. Además, le servirán para bien poco ya
que sus parlamentarios serán muy marginales. El miedo a su eclosión ha
quedado, al menos momentáneamente, aplazado.
Es muy llamativo que en
Catalunya Vox y PP tengan tan solo un escaño cada uno y Ciudadanos tan
solo cinco, lo que sumados los tres partidos da únicamente siete.
Costaría encontrar un lugar de España con unas cifras tan bajas de
parlamentarios de la derecha y la derecha extrema y que tan solo hayan
sumado el 20% de los votos. Catalunya sigue siendo, por suerte,
diferente.
(*) Periodista y ex director de La Vanguardia
El rojo PSOE pinta el mapa / Ángel Montiel *
Por fin, tras años treinta, el PSOE gana las elecciones en la Región de Murcia. Con la ayuda inestimable de Vox, que se ha comido por las patas al PP,
pero este es, claro, un problema familiar del PP. Varias generaciones
de murcianos creían que no llegarían a ver el momento. Murcia pintada de
rojo en el atlas electoral. Increíble, pero cierto. ¿Estamos seguros de
que ese cachito mediterráneo que aparece en el mapa del tiempo casi
siempre con un sol estampado se ubica exactamente en el mismo lugar del
que ha desaparecido el azul en la maratón informativa de TVE?
Menos
mal que el vigente Estatuto de Autonomía impedía que las elecciones
autonómicas se pudieran convocar en el último año de legislatura, pues Fernando López Miras
tuvo la tentación de hacerlo, en seguimiento de su colega de la
Comunidad Valenciana, Ximo Puig. Si las autonómicas murcianas se
hubieran celebrado ayer, el PP estaría ya
definitivamente amortizado; de momento, le cabe la esperanza de que para
la lógica regional pueda introducir un paradigma distinto, lo cual
requeriría una urgente inteligencia estratégica para la que tal vez no
haya lugar en un estado de depresión y pánico.
No ayuda mucho al
reenfoque que el presidente popular murciano saludara ayer los
resultados electorales reiterando una vez más que «van a gobernar los
que quieren romper España», un toletole imprudente, porque es el
discurso con el que avanzan quienes le han birlado los votos y que al PP
le ha traído la derrota.
Tal vez fuera la hora de sustituir la
espontaneidad de lo redicho por alguna dosis de imaginación, pues el
hecho objetivo es que los murcianos españoles que no quieren romper
España le han reducido el apoyo en 154.000 sufragios, y le ha hecho
perder en consecuencia tres diputados y un senador.
El
único alivio para el presidente regional es que el hundimiento de sus
siglas a la mitad de los votos que las sustentaban no se ha producido
exclusivamente en su territorio sino que se trata de un fenómeno
nacional que, es obvio, supera sus propias posibilidades de contención. Y
más cuando en el caso de Murcia ha contado con el supuesto abrigo de
Teodoro García, número dos en la cúpula nacional, y con un cierre de
campaña con Pablo Casado en persona, distribuida su atención entre el
chinchipirrín del Bando de la Huerta y la consecuente degustación de
paparajotes, quin sabe si con la digestión de la hoja de limonero.
Pero los resultados de ayer obligan también especialmente al líder socialista,
Diego Conesa, que no puede perder las elecciones autonómicas después de
haber dado el salto en las generales. La presión sobre el PSOE se
acrecienta en estas circunstancias, sobre todo si en ese partido
disponen de la conciencia de que el voto que ha dado el triunfo a Pedro
Sánchez es en parte prestado, el llamado 'voto útil' impulsado por el
temor a la suma del tripartito de derechas con Vox de abanderado.
El
'voto prestado' es muy volátil y hay que saber administrarlo una vez
pasada la euforia. El triunfo del PSOE contiene cierta justicia
histórica al producirse con una lista encabezada por Pedro Saura, uno de
los mejores líderes regionales que tuvo ese partido y que sin embargo
no fue del todo bien tratado a su salida por sus propios compañeros.
Podemos ha
perdido una buena tacada de votos en la Región, probablemente en
dirección a los socialistas, pero mantiene su escaño, lo que
simbólicamente le presta un importante plus para la envestida de las
autonómicas, en las que ya competirá también con IU, aliado sin embargo
en las generales, lo que constituye una extraña filigrana.
En cuanto a Ciudadanos,
ha experimentado una sorprendente crecida, aunque no se haya
contabilizado en más escaños de los dos que ya tenía; y digo
sorprendente porque los vaivenes e incongruencias de este partido son
demasiado visibles: tratando de evitar que una parte de su electorado
transitara hacia Vox se amigó con el PP, con el resultado de que una
parte potencial de sus apoyos lo abandonara en favor del PSOE.
El
dilema nacional de Albert Rivera, tras haber cerrado toda posibilidad
de pacto con Sánchez, es que las urnas le ofrecen la posibilidad de
hacer firmar a éste un pacto de Gobierno que lo rescate de la influencia
de los soberanistas en prisión y del suministro dispendioso de recursos
a la caja registradora de los vascos. Si a Cs le interesara de verdad
la integridad territorial de España, tiene a mano aliarse con Sánchez
antes de que éste se entregue a 'los malos' o de provocar una repetición
electoral.
Y más, desde la perspectiva murciana, cuando los resultados
de ayer cantan la perspectiva cómoda, en su proyección, de un Gobierno
regional PSOE-Cs. Si esto pudiera ocurrir en Murcia ¿por qué no en
España? Mi limito a subrayar una contradicción que anoche ya fluía en
las redes en mensajes de militantes o simpatizantes de Cs: «Pacto
PSOE-Cs ya».
A ver qué hace Rivera con esto, como no sea pasar el
testigo a Arrimadas y retirarse con Casado, que a su vez tendría que dar
paso prudentemente a Feijóo, la última bala.
Y Vox.
El caballo de Abascal ha irrumpido con fuerza (nada menos que dos
diputados por Murcia, empate en escaños con PP y Cs, de igual a igual
con éstos a muchos efectos), pero no se ha producido la espectacularidad
del cero al infinito y más allá, sino que, con ir lejos, se han quedado
un poco más acá.
La querida
España a la que tanto apelan ha cedido al fenómeno internacional de la
extrema derecha, pero sin darle la posibilidad de influir en la
gobernación. Están ahí, claro es, pero como en las gradas de gallinero.
El caballo, eso sí, ha producido grandes destrozos en la cacharrería del
PP (ya lo advertí ayer),
que es tal vez el primer y más satisfactorio objetivo por ser cuña de
la misma madera.
Vox ha ganado varias batallas: imponer una agenda de
debates hasta ahora impensables, crear una crisis profunda entre los
populares y dar en bandeja el triunfo a los socialistas, tal vez esto
último con la esperanza de crear nuevas contradicciones en el estamento
político que le permitan seguir creciendo a lomos de la intensificación
de las insatisfacciones públicas.
Los ultras han dejado, eso sí, una
inquietante huella para seguir el rastro de las próximas elecciones en
el ámbito municipal: advierten con gobernar o influir decisivamente en
algunas localidades de la Región, especialmente en el área del Mar
Menor, Campo de Cartagena y Mazarrón, y esto aunque no es precisamente
un partido municipalista. Vendrán días complicados.
Aunque
ayer ofrecieron ya los primeros síntomas de moderación institucional al
celebrar el éxito en su sede con cava Freixenet, pues como asegura un
amigo mío ante el reclamo de hacer boicot a los productos catalanes:
«Dadme un fusil para ir a reconquistar Cataluña, pero no me pidáis que
deje de consumir sus butifarras».
La
imagen principal, a los efectos de la Región, es que el mapa autonómico
aparece por primera vez, para muchas vidas, coloreado en rojo PSOE.
Veremos si la cosa va a durar o si se trata de un espejismo.
(*) Columnista
domingo, 28 de abril de 2019
Debacle histórica del PP / Alberto Aguirre de Cárcer *
Descalabro sin paliativos del PP. Por primera vez en 28 años, el PSOE
gana unas elecciones en la Región de Murcia. Tiempo habrá de analizar
los resultados, pero a vuela pluma se vislumbran múltiples causas.
Tradicionalmente lastrados por su incapacidad para movilizar al
electorado de izquierdas, los socialistas murcianos salieron triunfantes
alentando el temor real a un gobierno nacional del PP con la
ultraderecha de Vox.
El propio Pablo Casado, en la víspera de la jornada
de reflexión, dejó la puerta abierta a una coalición con los de
Santiago Abascal. Y eso probablemente animó a mucho votante indeciso de
izquierdas y de centro. La victoria de los socialistas en la Región fue
rotunda. Tres escaños frente a los dos del PP, que pierde tres y empata
en representación en el Congreso de los Diputados con Ciudadanos y Vox.
Los socialistas, en cambio, obtuvieron 45.000 votos más que en 2016 y
mejoraron en cuatro puntos su porcentaje de votos.
En el triunfo
socialista habría influido también la omnipresencia de su candidato
Pedro Saura, que como secretario de Estado de Infraestructuras se volcó
en estos diez meses con la Región. Sintomático fue el triunfo en
Cartagena, Lorca y Molina de Segura, entre otros grandes municipios.
Solo en Murcia no pudieron con los populares, aunque con un margen más
estrecho del esperado.
La derrota del PP en la Región ha sido
histórica. Para colmo, con un secretario general del PP nacional nacido
en Cieza y siendo cabeza de lista por la Región de Murcia. Al
hundimiento nacional se suma para Teodoro García Egea esta amarga
derrota en casa. Los sondeos apuntaban a un resultado ajustado, pero
ninguno daba por vencedor al PSOE.
Ciudadanos, con un crecimiento de
unos 37.000 votos respecto a 2016, explica parte del desplome popular.
Pero es Vox quien sentenció a los de Pablo Casado en la Región. Sus más
de 142.900 votos destrozaron al PP y dieron la victoria a los
socialistas murcianos. Paradójica irrupción de Vox: querían barrer a
Pedro Sánchez y lo han apuntalado, poniendo en el disparadero a Pablo
Casado y Teodoro García Egea, artífices de los peores resultados de la
historia del PP.
Casado y García Egea se fueron anoche a dormir, si es
que pudieron, sabiendo que el PSOE de Sánchez duplica ahora en escaños
al PP y que Albert Rivera tiene a tiro el liderazgo de la derecha tras
acariciar el 'sorpasso'. Solo en la Galicia de Núñez Feijóo, hubo cierta
resistencia.
A un mes de las elecciones autonómicas y
municipales, la victoria socialista en la Región de Murcia va a poner de
los nervios a los populares. Es verdad que la motivación del votante es
distinta, especialmente cuando se trata de elegir a un alcalde, pero lo
observado ayer en las urnas es un serio aviso. Ciudadanos y sobre todo
Vox amenazan con hacerle un roto a Fernando López Miras, que ha venido
insistiendo en las últimas semanas en la existencia de un pacto oculto
entre PSOE y C's a nivel regional.
La posibilidad de que la fragmentación
del voto de centro y de derecha vuelva a repetirse en las autonómicas
del 26 de mayo es plausible, pudiendo convertir al PSOE de nuevo en la
formación más votada y por tanto con la posibilidad de liderar una
coalición de gobierno. Habrá que estar muy atento en las próximas
semanas para ver qué pactos se forman a nivel nacional, si es que se
producen, porque también es muy posible que los partidos nacionales no
muevan ficha hasta después de las autonómicas y municipales.
Los
populares han estado desubicados durante toda la campaña. Dejaron
expedito el centro ideológico, donde siempre se ganan las elecciones,
para desplazarse hacia la derecha, hacia una derecha ocupada por
Santiago Abascal y compañía. ¿Qué hará ahora Fernando López Miras? Lo
tiene complicado si el 26-M el PP repite los resultados obtenidos ayer
en todas las grandes ciudades de la Región. Hoy Diego Conesa se ve más
cerca de San Esteban. Y no le faltan razones.
(*) Periodista y director de La Verdad
Catalunya ayuda a salvar España / Neus Tomás *
Catalunya ha votado a favor del diálogo y se ha salvado del 155. Los catalanes han dado la espalda a una derecha
que pretendía suspender el autogobierno de un plumazo y sin base legal
alguna, y por primera vez el independentismo ha ganado unas elecciones
generales. Pese a que ERC ha llegado primera y obtiene un resultado
histórico, el PSC puede estar más que satisfecho porque su segundo
puesto ha sido clave para la victoria socialista.
Miquel
Iceta, criminalizado por Ciudadanos y PP (y mirado de reojo por más de
un barón del PSOE), volverá a ser uno de los políticos más influyentes
en la Moncloa. Y haría bien Pedro Sánchez de escucharle para entender
que solo con buenas palabras no se resolverá el conflicto. Ahora que ya
tiene los votos tiene que demostrar la valentía para afrontar el
problema de cara.
Catalunya ha votado contra el bloqueo y por eso las
formaciones que abogan por la confrontación han sido penalizadas. Junts
per Catalunya, que en esta campaña ha sido mucho más dura que ERC, ha
quedado relegada a cuarta fuerza y el independentismo más radical,
representado por el Front Republicà de Albano-Dante Fachin, no ha
obtenido representación. En la primera vuelta del duelo
Junqueras-Puigdemont, la cárcel se ha impuesto al exilio aunque Junts
per Catalunya ha vuelto a derrotar el pesimismo de las encuestas.
Habrá
que ver qué pasa en el partido de vuelta, las europeas, pero de momento
los republicanos se han sacado la espina del 21D y pueden presumir de
ser la fuerza referente en el secesionismo. El ‘junquerismo’, que es
mucho más que ERC, será quien lidere la estrategia del secesionismo en
el Congreso de los Diputados.
Catalunya ha votado en
defensa propia. El presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, dejó
caer en campaña una frase que quedará para siempre en el lapidario de
este partido.“Empezaron a cantar ‘No pasarán’. Y vaya si pasamos. Y
volveremos a pasar: esa es la libertad”.
Adaptó a su conveniencia y de
manera más que desafortunada el lema que se hizo famoso en la defensa de
Madrid frente a las tropas franquistas. Fernández se equivocó, como se
equivoca siempre el PP cuando se trata de Catalunya. No, el PP no ha
pasado, y su aumento de decibelios solo ha servido para perder cuatro
diputados y quedarse solo con uno.
Cayetana Álvarez de
Toledo se había propuesto salvar a Catalunya y un poco más y no se
salva ni ella. Los populares han perdido más de 300.000 votos respecto
al 2016. Catalunya y Euskadi (donde Javier Maroto se ha quedado sin el
único escaño que tenían) son tierra quemada para Pablo Casado.
Catalunya
ha contribuido a salvar España. La suma de populares y Ciudadanos en el
2016 fue de 11 escaños. Ahora, con la entrada Vox se quedarían en
siete. Ciudadanos se queda como estaba, con solo cinco diputados, aunque
puede el partido de Rivera ha fundamentado su campaña en acusar a
Sánchez de ser demasiado tibio con los independentistas. Para Inés
Arrimadas, Catalunya ya es pasado y ni tan siquiera se quedó en
Barcelona para seguir el escrutinio.
Sirva de pista
que en el acomodado barrio barcelonés de Sarrià, donde el 21D ganó
Ciudadanos, ahora el independentismo se ha convertido en la opción más
votada. Desde este domingo, el PP es un partido residual y Vox emerge,
pero de forma testimonial. O la triple derecha cambia su mensaje sobre
Catalunya o la sangría de votos irá a más. Y les quedan ya muy pocos.
(*) Periodista. Subdirectora de eldiario.es
Sánchez triunfa, Casado destrozado y posible Gobierno PSOE-C's / Pablo Sebastián *
Pedro Sánchez volverá a ser el Presidente del Gobierno de España tras
su clara victoria electoral, y podrá lograr su investidura mediante
pactos con Podemos, PNV y ERC. E incluso con C's si llegara a un acuerdo
con Albert Rivera.
El pacto con los soberanistas supone para Sánchez
garantizar los indultos a los golpistas que resulten condenados en el
Tribunal Supremo. Y un acuerdo con C's exige a Sánchez el convencer a
Rivera de que rompa su cordón sanitario, frente al PSOE.
Una apuesta esta última en la que a buen seguro están muy interesados
los primeros protagonistas del mundo económico y financiero español.
Los que sin duda querrán influir y presionar en favor de esta solución.
Solución ésta de PSOE-C's que teme y mucho Pablo Iglesias (porque ahí se
juega su futuro político), que hoy se apresuró a decir que España es un
país ‘plurinacional y de izquierdas’ para decirle a Sánchez que no
pacte con Rivera.
Intensa y apasionante noche electoral con una amplia victoria del
PSOE de Pedro Sánchez con 123 escaños y un desastroso fracaso del PP de
Pablo Casado que se queda en 66 escaños, frente a los 137 diputados que
Rajoy logró en 2016.
Un fracaso que pone en entredicho la continuidad de Casado al frente
del Partido Popular, al que ha situado en el peor resultado de su
historia con la ayuda de su protector José María Aznar y de sus
discursos broncos y sus candidatos ‘estelares’, que no han parado de
desbarrar.
Por el contrario importante ascenso de C's de Albert Rivera -que logró
un buen impulso en los debates- que sube de sus actuales 32 escaños a
57 y convierte a C's en tercera fuerza política nacional, amenazando el
liderazgo del PP en el centro derecha español que está por refundar,
porque el PP ha logrado el 16,6 % de los votos y C's el 15,8 %.
En Podemos alegría contenida porque aunque pierde 30 escaños
consigue que su caída no sea catastrófica, entre otras cosas gracias a
la actuación de Pablo Iglesias en los debates televisivos, y cuando las
encuestas le ofrecían un pésimo resultado a este partido por sus crisis
internas. Pero su presente y futuro dependerá de si consiguen o no
entrar en el gobierno de Sánchez.
Mientras que Vox irrumpe en el Congreso con unos meritorios 24 escaños,
pero no da la sorpresa que de ellos se esperaba. Ahora bien se han
situado como quinto gran grupo nacional de la Cámara y a partir de ahora
darán y mucho más que hablar. En permanente competencia con el Partido
Popular.
Y a subrayar el importante resultado de ERC en Cataluña (la venganza
de Junqueras contra Puigdemont) que logra 15 escaños y el de Bildu en el
País Vasco que pasa a 4 y donde el ‘popular’ Maroto no ha salido elegido.
Naturalmente estas elecciones no se quedan aquí porque inmediatamente
van a comenzar las europeas, municipales y autonómicas del 26 de mayo, y
está claro que en esta segunda ronda electoral influirá y mucho el
resultado del 28-A. Además el pacto de gobernabilidad nacional estará
ligado a otros posibles acuerdos entre los partidos para gobiernos
autonómicos y grandes capitales de provincia.
De manera que todavía nos queda un mes por delante para ver cómo se
articula la gobernabilidad del país. Lo de hoy fue un paso muy
importante que coloca a Sánchez en Moncloa, pero falta por saber con
quién. El pacto con Rivera puede ser más sencillo y fácil de lo que
parece, entre otras cosas porque Sánchez y Rivera no han olvidado que
Iglesias les impidió gobernar en la investidura de marzo de 2016.
(*) Periodista
El éxito de Sánchez, la tragedia del PP y el 'Quinto Jinete' / José Oneto *
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, acusado durante nueve
meses por la oposición de “okupa de la Moncloa”, tras ganar una moción
de censura contra el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, ha ganado
este domingo de forma clara el poder que supone gobernar desde el
Palacio de la Moncloa pasando de 84 escaños, que consiguió en las
elecciones generales de 2016, a 122, doblando casi los escaños que ha
conseguido el que ha sido el principal partido de la oposición, el
Partido Popular de José María Aznar, Mariano Rajoy y, sobre todo, el de
su nuevo líder Pablo Casado, que ha pasado de 137 diputados a solo 66.
La derrota más dura del partido de la derecha española.
La aparición en el panorama político de un quinto partido, Vox (el
quinto jinete) que ha querido aglutinar a la extrema derecha y a un
peculiar populismo; el intento del líder del PP, Pablo Casado, de
competir con ellos, radicalizando, día a día su discurso, ejerciendo una
oposición radical, con un lenguaje desproporcionado y la propia crisis
interna que está viviendo el PP, tras la marginación de dirigentes
valiosos que han quedado en la cuneta y substituidos por candidatos
sorpresa, son los principales factores que han influido en el
hundimiento del partido.
Algo parecido le ha ocurrido a Ciudadanos que aunque ha conseguido
aumentar sensiblemente su presencia en el Parlamento (de 32 a 57),
manteniéndose en el tercer partido del país, muy cerca al PP, al que ha
contribuido a su desastre robándole diputados, no ha sabido valorar lo
que suponía el fenómeno Vox y su apoyo para sacar al PSOE del poder en
Andalucía, después de casi cuarenta años de gobierno ininterrumpido,
después de haberlo apoyado durante tres años.
La gran sospesa ha sido Podemos (bautizado como Unidas Podemos) que
pierde treinta diputados, por sus divisiones internas y por determinados
comportamientos de sus dirigentes, pero que ha sido salvado del
hundimiento total por Pablo Iglesias, que ha conseguido hacer una gran
campaña electoral, ganar los dos debates electorales y articular, a
pesar de la pérdida de poder en el Parlamento, un Gobierno de izquierdas
sobre el que ya ha hablado, según ha manifestado Iglesias, con Pedro
Sánchez, y para el que se necesitara tiempo, discreción y paciencia.
Lo que evidencian los resultados hechos públicos por el Ministerio
del Interior, es que, visto el reparto de escaños, a partir de ahora, y
con cinco partidos en el arco político, España entra en la órbita de los
países europeos, donde la tendencia es la formación de Gobiernos de
coalición.
Los gobiernos en minoría y las coaliciones entre varios
partidos son habituales en la Unión Europea e, incluso hay países, como
Portugal y Bélgica, donde los primeros ministros no son de la formación
que ganó las elecciones, como ha ocurrido hasta ahora en España donde en
los últimos meses, ha gobernado en minoría Pedro Sánchez, después de
ganar una moción de censura que descabalgó del poder a Mariano Rajoy,
que fue el ganador de las últimas elecciones generales.
Este tipo de gobiernos conviven con amplias mayorías como la de
Macron en Francia, la gran coalición en Alemania y la euroescéptica y
populista que se ha formado en Italia entre la Liga y el M5S, que
también tiene mayoría absoluta. Haciendo un repaso general en Europa hay
gobiernos de coalición en Holanda, Dinamarca, Suecia, Finlandia y
Estonia, y en algunos de ellos las coaliciones gobiernan, además, con
minorías parlamentarias como ha gobernado Pedro Sánchez, hasta que el
independentismo catalán le forzó a la convocatoria de elecciones tras
rechazar los Presupuestos Generales del Estado.
Hasta ahora Sánchez se ha venido resistiendo a esos Gobiernos de coalición, entre otras razones por sus choques históricos con quien
además de Ciudadanos (con el que llegó a firmar el llamado “Pacto del
Abrazo", totalmente olvidado por el partido naranja, hasta el punto que
durante toda la campaña electoral Albert Rivera ha venido insistiendo en
el cordón sanitario a Sánchez y a los socialistas) con el que tenía
posibilidades de pactar: Podemos. Pero Podemos boicoteó la primera
investidura de Sánchez y, posteriormente, intentó el “sorpasso” al PSOE.
En esta campaña, desde su inicio, Pablo Iglesias, cuya estrategia
pasaba por salvar al partido de su hundimiento, ha apostado (tras la
ayuda que le prestó a Sánchez en la articulación de la moción de censura
y en su triunfo) por un Gobierno de coalición con el PSOE. Solo al
final de la campaña electoral, el candidato socialista ha hablado
claramente de Gobierno de coalición en una de sus entrevistas
periodísticas, jugando hasta entonces, con el factor de una mayoría
suficiente para gobernar en solitario. Situación que a partir de ahora,
desaparecido el bipartidismo, e instalado el quinto partido, se presenta
como imposible.
Desde primeras horas de la mañana de este domingo 28 de abril todas
las incógnitas han girado en torno a ese quinto partido (el llamado
Quinto Jinete) que ha amenazado, y lo ha conseguido, distorsionar todo
el mapa político, hundiendo al Partido Popular con las mismas tácticas y
con la misma política de Donald Trump en Estados Unidos y Bolsonaro en
Brasil.
Y situando, además, a España en la órbita de los partidos
populistas de derechas que, en estos momentos, tienen un importante
protagonismo en numerosos países de Europa como Francia, Italia,
Hungría, Austria e, incluso, algunos países nórdicos.
(*) Periodista y economista
Elecciones lampedusianas, que todo cambia para quedar igual (o NO) / Fernando G. Urbaneja *
El cambio político que empezó hace cinco años, con las europeas de
2014, sigue su curso pendiente de tocar suelo algún día. Si el 2015-16
los socialistas se fueron abajo, la noticia más relevante de estas
elecciones es el derrumbe del PP que entra en la UVI política a cuatro
semanas de las otras elecciones que pueden barrerles del mapa.
A efectos
de composición de gobierno lo más probable es que se repita el modelo
actual. Por eso llevo el concepto del Gatopardo al titular, pero los
movimientos de fondo en el sistema de partidos es relevante e
imprevisible, con altas dosis de inestabilidad, imprevisibilidad y
cambio por llegar durante los próximos meses.
El ganador de la jornada es, claramente, Pedro Sánchez y el PSOE, que
recupera el liderazgo parlamentario y electoral. No será fácil componer
el Gobierno, pero con una oposición (PP) hundida alcanzar un acuerdo de
legislatura está al alcance de Sánchez con un precio asequible. Junto a
los socialistas los otros ganadores son los nacionalistas vascos y
catalanes que, quizá, agobiados por la presión centralizante (efecto
Vox) han captado más votos que nunca.
Los resultados de ERC y Bildu,
son, cuando menos muy llamativos, casi asombrosos y obligan a todo el
mundo a una reflexión sobre estrategias inteligentes de futuro, ya que
las vigentes hasta hoy han fracasado. También para los socialistas que
tanto han cultivado a estos dos partidos que son ganadores del pulso.
Ciudadanos se muestra muy satisfecho con sus resultados, pero la
procesión va por dentro, su estrategia no sale bien parada aunque doble
el número de escaños. La realidad no es tan brillante como quieren hacer
ver a su parroquia y a los demás. No está nada claro que puedan cantar
victoria, no han alcanzado al PP, aunque sea por poco, y están muy lejos
de ser decisivos.
El problema es para el PP y para su joven líder Pablo Casado, la
tentación de una gestora y de intentar volver a empezar ya se ha
empezado a notar. Cualquier decisión es arriesgada, puede llevar al
partido de Aznar a reencarnarse en la Alianza Popular de Fraga, que
sería insoportable. La propia inestabilidad financiera del derrotado PP
puede llevarlos a la disolución.
La euforia de Vox es desmedida, como casi todo en ese partida que ha
atraído a veteranos despechados del PP y a jóvenes muy ventilados. Vox
es el resultado de los graves errores de Mariano Rajoy que va a pagar
Casado. Muchos de sus votantes tendrán que preguntarse estos días ¿qué
he hecho? ¿Era este el resultado buscado?
Los de Podemos y confluencias han recibido un buen varapalo, pero
para Iglesias y su grupo fiel el resultado es bueno ya que son
imprescindibles para Sánchez, que tiene difícil negarles algún
Ministerio aunque sea con la esperanza de aplicarles el abrazo del oso.
Los españoles han vuelto a repartir cartas en el ajedrez político y
han dado otra patada al tablero y a la aritmética parlamentaria. Empieza
ahora la etapa de alianzas, con la reválida de las elecciones del 26 de
mayo que aconsejan prudencia a la hora de tomar decisiones.
Los
resultados de mayo serán decisivos para el reparto de poder y para abrir
una nueva fase de coaliciones, como en tantos países europeos.
Estas han sido unas elecciones apasionadas, emocionales, como nunca,
con poco programa y mucho improperio. El más prudente ha sido Sánchez y
quizá, por eso, ha ganado de calle.
(*) Periodista y politólogo
Casado acabado, Feijóo el último cartucho / Marcello *
Si no fuera porque las próximas elecciones municipales, autonómicas y
europeas están a la vuelta de la esquina (el próximo 26 de mayo) el
líder del Partido Popular Pablo Casado (y su equipo directivo en pleno)
deberían de haber presentado esta noche la dimisión por sus desastrosos
resultados en las elecciones del 28-A.
Sin duda el peor resultado de la historia del PP y con dos
responsables muy concretos: el primero, el propio Casado que ha
demostrado una asombrosa incapacidad política; y el segundo su promotor y
padrino José María Aznar, que había fijado el rumbo del barco PP hacia
la derecha más conservadora, para frenar a Vox, y el buque se estrelló
en los acantilados de la procelosa y pasada noche electoral.
Aznar señaló a Casado como su heredero político, tras renegar de
Rajoy, y no solo le marcó el rumbo sino que le diseñó el discurso
catastrofista del fin del mundo, hasta decir en el pasado Congreso del
PP que ‘España tiene un problema existencial’. Y el pupilo Casado
blandiendo el 155 se lió a palos con Sánchez y le regaló a Rivera el
centro de la política.
Pues bien quien ahora tiene un problema existencial es el PP y de muy
difícil solución. Bastó ver la penosa declaración de Casado en esta noche sin coraje para asumir el fracaso personalmente. Porque fue él
quien abandonó el centro, quien escogió a unos candidatos de mínimo
nivel, quien marginó de la organización y de listas electorales del PP a
los mejores dirigentes del equipo de Rajoy, desmovilizando así la mitad
del partido.
Un Rajoy que también dejó una pesada herencia con su espantada
durante la moción de censura, la corrupción del PP y las cloacas del
Estado. Y sobre todo con la pésima gestión de la crisis catalana. Y de
todo ello fue cómplice y colaborador Casado como portavoz del PP que
presidía Rajoy.
Y lo peor del PP es que ahora tienen los comicios europeos,
autonómicos y municipales en menos de un mes. Y con la moral de derrota
que ahora les acompaña y la euforia que se vive en C's, todo apunta a que
Casado será el gran perdedor de estas contiendas (por cierto, que bien
hizo Ángel Garrido en pasarse a C's).
Ahora bien el 27 de mayo Pablo Casado y su equipo deberán, si vuelven
a perder, decir adiós. Y ofrecer la Presidencia al último dirigente con
talento que aún permanece en el PP, Alberto Nuñez Feijóo antes que sea
demasiado tarde y lo fiche C's, mientras el partido se hunde sin
remisión.
Y a no perder de vista en todo ello a la inefable Cayetana que tiene
un ego tan grande como su ambición. Y que querrá un proceso de fusión
con C's, aunque Rivera y Arrimadas -que ya la han visto con Rosa Díaz y
sabe el peligro que la pretenciosa aznarista encierra- no entrarán por
esa vía de atajos de los perdedores.
En C's están a solo 0,8 puntos del
PP y tienen al alcance de sus manos (probablemente el 26-M) el liderazgo
absoluto del centro derecha español.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
Suscribirse a:
Entradas (Atom)