BARCELONA/MADRID.- La farmacéutica
Grifols, con planta de producción en Las Torres de Cotillas (Murcia) obtuvo un beneficio neto de 125,2 millones de euros hasta marzo,
un 2,5 % menos que en el mismo periodo de 2015, resultado lastrado por
unas amortizaciones por la puesta en marcha de una nueva planta y una
mayor tasa impositiva.
Según ha comunicado la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de
Valores (CNMV), los ingresos del período aumentaron un 5,6 %, hasta los
959 millones de euros; mientras que el resultado bruto de explotación o
ebitda fue de 282,5 millones, un 0,9 % más.
En términos de negocio recurrente, los ingresos crecieron un 7,1 % y se alcanzaron los 938,8 millones de euros.
El mix geográfico de los ingresos y la mejora de eficiencias, explica
la empresa, han contribuido a compensar el impacto "del funcionamiento
simultáneo de las dos plantas de fraccionamiento en Clayton" (Carolina
del Norte, Estados Unidos) mientras se traspasa toda la producción a la
nueva planta".
Estos mismos factores han ayudado también a reducir el efecto del
aumento de los costes de plasma por la aceleración de las inversiones
para la apertura de nuevos centros de donación y por la tendencia a
mayores incentivos para remunerar el tiempo de los donantes, según
detalla Grifols.
El ebit (ganancias antes de intereses y tasas) se situó en el primer
trimestre en 231,5 millones de euros (-2,1 %), que representa el 24,1 %
de los ingresos, reducción que la compañía explica por el efecto de las
mayores amortizaciones previstas tras la progresiva puesta en marcha de
la nueva planta de fraccionamiento situada en Clayton.
La división Bioscience fue el principal motor de crecimiento, con un
aumento de los ingresos del 10,9 %, hasta los 754,9 millones de euros.
Por su parte, los ingresos de la división Diagnostic han alcanzado
los 161 millones de euros, lo que supone una caída del 6,7 %, por la
existencia en el primer trimestre de 2015 de mayores ingresos derivados
del antiguo contrato con Abbott, vigente hasta la primera mitad del año
pasado, y por el impacto de varios contratos de tecnología suscritos en
Japón.
La facturación en la división Hospital se ha mantenido estable, en
unos 22,8 millones frente a los 23,3 millones del mismo período de 2015,
con un ligero descenso del 1,8 %.
Respecto a la deuda financiera neta, ésta se situó hasta marzo en
3.614,7 millones de euros, lo que supone una progresiva reducción del
endeudamiento.
Por áreas geográficas, el 94 % de las ventas de Grifols se han
generado en los mercados internacionales, con una evolución positiva en
Estados Unidos y Canadá, donde han crecido un 9,1 %, hasta alcanzar los
618,6 millones de euros de facturación.
En la Unión Europea, los ingresos se han reducido un 6,5 %, hasta los 159,8 millones.
La compañía apunta que en ambas regiones las ventas de productos
plasmáticos siguen siendo positivas, pero el menor número de
transfusiones que se realizan en algunos países desarrollados "ha
limitado el crecimiento de los ingresos en el área de medicina
transfusional relacionada con tecnología NAT".
El mayor crecimiento de las ventas se ha producido en la zona ROW
(resto del mundo), donde los ingresos han aumentado un 15,6 % y ya
representan el 16,7 % de los ingresos totales.
Grifols recuerda que la expansión mundial es uno de sus pilares
fundamentales y que la zona de Asia-Pacífico es una de las prioritarias.
Caída en Bolsa
El fabricante de hemoderivados
Grifols era este jueves el peor valor del selectivo español con una caída
de un 1,3 por ciento penalizado por la debilidad en el negocio de
trasfusiones cuyas ventas retrocedieron por tercer trimestre consecutivo
y por una continuada presión sobre los márgenes.
Grifols aumentó las ventas un 5,6 por ciento a 958,9
millones de euros, sobre todo gracias a la división de plasma, y elevó
el resultado operativo bruto (ebitda) un 0,9 por ciento a 282,5 millones
de euros, en línea con un sondeo de Reuters.
Pero su beneficio neto se contrajo un 2,5 por ciento a
125,2 millones de euros por unos mayores costes impositivos y una peor
tasa de cambio, ya que la empresa centra gran parte de su actividad en
América del Norte y el euro se apreció frente al dólar.
Los ingresos en Biociencia, la división de hemoterapia
que concentra casi el 79 por ciento de los ingresos de Grifols,
alcanzaron los 754,9 millones de euros, un 10,9 por ciento más, tras
regularizarse una serie de contratos en China cuyo retraso tuvo un
impacto en el primer trimestre de 2015.
En Diagnóstico, que engloba las operaciones de
trasfusión, los ingresos totalizaron 161 millones de euros, un 6,7 por
ciento menos.
La directora financiera de Grifols, Nuria Pascual,
explicó que 2016 va a ser un año "de transición" en Diagnóstico y
resaltó que la empresa suele mirar más a medio plazo y no el resultado
de un trimestre concreto.
"No vamos a ver este año un crecimiento muy relevante
en Diagnóstico. Quizá este trimestre ha sido peor, pero tenía una
explicación: en el primer trimestre del 2015 tuvimos un crecimiento muy
fuerte por un contrato en Japón", dijo en una conversación telefónica
con Reuters.
Grifols cerró el trimestre con una margen de ebitda
sobre ingresos del 29,5 por ciento, retrocediendo desde el 30,8 por
ciento del primer trimestre de 2015, pero se mantuvo estable respecto al
cierre del año 2015.
Parte de la presión sobre los márgenes procede del
hecho de tener dos plantas de fraccionamiento de plasma funcionando de
manera simultánea en Clayton, EEUU, mientras va traspasándose la
actividad de la antigua a la nueva hasta su cierre definitivo, que la
empresa espera para mediados de 2017.
"A primera vista, estos resultados pueden parecer
bastante decepcionantes para una historia de equities basada en el
crecimiento sostenible y saludable. Además, los márgenes seguirán bajo
presión en los próximos trimestres y por lo tanto el crecimiento en 2016
será muy limitado", dijo Mirabaud en una nota a clientes.
No obstante, Mirabaud indicó que parte de la erosión de
márgenes se debe a la aceleración del plan de expansión y a que los
analistas ya han descontado este hecho para este año.
Grifols cerró el trimestre con un endeudamiento neto
de 3.614,7 millones de euros frente a 3.710 millones de euros a cierre
de 2015, lo que supone 3,10 veces ebitda, favorecida por la apreciación
del euro ya que la mayor parte de su deuda está emitida en dólares.
El fabricante de hemoderivados tenía a marzo un saldo
de caja de más de 1.000 millones de euros, y con una posición de
liquidez que superó los 1.450 millones.