MADRID.- Los embalses españoles albergan "más agua de
lo que ha habido nunca antes" ya que almacenan 47.505 hectómetros
cúbicos de agua, es decir el 85,9 por ciento de su capacidad total de
55.326 hectómetros cúbicos, lo que representa un 20 por ciento más de la
media de los últimos diez años.
Según ha explicado el adjunto a la Dirección
General del Agua del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente, Daniel Sanz, este es un "buen momento" para España en materia
de agua. Concretamente, ha dicho que aunque la reserva hidráulica llegó
en abril de 1979 al 88 por ciento, entonces la capacidad era "bastante
menor que la actual".
Así, ha señalado que, hablando de cifras globales, la subida este
año es "generalizada" en todas las cuencas y que en 2013 hay menos agua
donde más suele haber; es decir que en el Cantábrico y en Miño-Sil, la
reserva ha aumentado pero menos, proporcionalmente, que en otras. De
este modo, ha añadido que "lo normal es que haya mucha más diferencia
entre las cuencas del norte y las del sur".
Concretamente, se ha referido A que en la cuenca del Júcar, la
media de los últimos 10 años era de 1.300 hectómetros cúbicos y que
ahora alcanza los 2.000 hectómetros cúbicos, es decir que, siendo una de
las cuencas que menos agua tiene, está un 70 por ciento por encima de
la media. "Estamos viviendo una muy buena situación desde el punto de
vista hidrológico", ha subrayado.
Sanz ha indicado que, precisamente por los buenos datos, esta es
una época apropiada para acometer la planificación hidrológica que, de
hecho se está ultimando. De este modo, ha indicado que, en la
actualidad, en España hay 25 embalses de distinto tamaño en
construcción, 13 de ellos en la demarcación del Ebro.
En este sentido, ha destacado que los embalses no solo se hacen
para almacenar agua, sino que, "como se ha visto en este invierno"
sirven para prevenir y regular las inundaciones y ha defendido que hay
lugares en que se necesitan nuevas obras hidráulicas para una mejor
defensa contra estas.
Además, ha advertido de que como consecuencia de los efectos del
cambio climático que se prevén en un horizonte cercano se agudizarán los
periodos de sequía y de concentración de lluvias, lo que obligará a una
"mejor gestión del recurso, no solo con más embalses, pero también con
embalses". A su juicio, no es necesario regular todos los ríos, pero sí
en aquellos en los que "sistemáticamente" se producen inundaciones.
De este modo, ha repasado los episodios de grandes lluvias de este
invierno y primavera que han producido daños en toda la geografía. A
este respecto, ha subrayado que los efectos se han localizado en los
ríos que no estaban regulados porque, a lo largo del tiempo van
perdiendo su capacidad de desagüe.
En cuanto a la situación hídrica desde el punto de vista de
cantidad del recurso, Sanz ha afirmado que es "excepcionalmente buena" y
espera que España tenga agua garantizada para los próximos dos años. De
este modo, ha asegurado que la campaña de riego que apenas está
comenzando se desarrollará "con total normalidad" y que podrá atender a
"todas las necesidades".
Asimismo, estima que "no es previsible" que haya recortes en los
años futuros y ha comentado que nunca debería haber restricciones para
el consumo humano. Por ejemplo, ha indicado que ha diferencias entre las
distintas cuencas y ha manifestado que en el Duero, donde lo normal es
que llueva más que en Levante" los embalses son hiperanuales y, al final
del verano están "muy bajos" por la campaña de riego. En todo caso, ha
precisado que mientras que los niveles actuales de la cuenca del Duero
garantizan un año de riego y consumo, en el Guadalquivir, con la reserva
actual habrá agua para dos o tres años.
En términos globales, ha dicho que España tiene agua para dos
años, salvo en el Júcar y Segura, lo que, en su opinión, "tener
garantizado todo un año sin ningún tipo de restricciones es un gran
dato".
Respecto a la planificación hidrológica de las cuencas, Sanz ha
insistido en que ésta "tiene que valer para muchos años" y ha reconocido
que "cuesta más esfuerzo" cuando hay sequía, porque a todos los niveles
se ejerce más presión. Por ello, considera que este es, precisamente,
un buen momento para poder redactar y acabar con "tranquilidad" los
planes hidrológicos y, a continuación, realizar un buen Plan hidrológico
Nacional.
A su juicio, ese Plan que debe resolver "todos los problemas" de
recursos, de asignación de los mismos, de equilibrio entre cuencas, de
coordinación de normativas de todos los planes y establecer todas las
actuaciones necesarias para cumplir las directivas comunitarias de
Calidad de las Aguas y la Directiva Marco de Agua "de forma cómoda y
racional".
El adjunto a la Dirección General del Agua ha dicho que España
está tratando no solo que no la multen por los retrasos e
incumplimientos sino también que se pueda lograr un buen plan
hidrológico nacional, así como "aumentar la credibilidad de país en la
UE".
De este modo, confía en que se van a poder terminar los planes que
debían haber estado listos en 2009 ya que este mismo viernes ha
comenzado el proceso de revisión de los mismos, que deberá concluir en
2015.
El proceso ha comenzado este viernes con la publicación en el
Boletín Oficial del Estado (BOE) de la apertura del periodo de consulta
pública, por seis meses, de los documentos iniciales de las
demarcaciones hidrográficas de Cantábrico occidental, Guadalquivir,
Ceuta, Melilla, Segura, Júcar y la parte española de las demarcaciones
hidrográficas de Cantábrico oriental, Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana y
Ebro.
En todo caso, y a pesar de estos cuatro años de retraso, el
adjunto a la dirección ha defendido que los planes españoles ya tienen
incluidas obligaciones que a los demás países se les están comenzando a
imponer ahora, por lo que, el resultado es que "los planes hidrológicos
de cuenca de España son mejores que los de otros países".
Finalmente, respecto al proceso "acelerado" de elaboración de
planes, ha subrayado que se ha revitalizado en 2012 y que aspira a estar
concluido a finales de este año, aunque ha asegurado que el hecho de ir
a prisa, no significa menor calidad.