MURCIA.-El ex empresario
de cárnicas Juan Martínez Meseguer, último secretario provincial de Unión de
Centro Democrático (UCD) y esposo de la oriolana y reconocida profesora de Música,
Keta Moya, fallecido esta tarde a los 79 años, era padre, además, del penúltimo presidente del TSJRM y vocal del Consejo General del Poder Judicial, Juan Martínez Moya, el segundo de sus seis hijos (Queti, Juan, José Antonio, Regina, Vanessa y Marco Aurelio). También era consuegro del concejal de Contratación y Patrimonio en el Ayuntamiento de Murcia por el PP, José Cosme Ruíz Martínez.
Nacido
en 1935 en la pedanía murciana de Alquerías, donde tiene dedicada una calle -por cierto, al acto no asistió ningún cargo del PP-, Juan Martínez Meseguer estudió el Bachillerato, interno en el colegio jesuita de Santo Domingo, en Orihuela; fue concejal en el Ayuntamiento de
Murcia y consejero regional de Comercio con el socialista Hernández-Ros, durante la preautonomía lograda por el
también desaparecido Antonio Pérez Crespo, fundador de la Unión
Democrática de Murcia, en la que se integraba junto a su primogénito el luego senador de UCD y
también empresario de cárnicas, José Martínez Garre, padre del ahora fallecido.
Precisamente su vocación política -era el mayor de doce hermanos en una familia numerosa de la que Berta era la más pequeña- le venía de su padre, que antes de senador había sido también concejal en el Ayuntamiento de Murcia y presidente de la Junta de Hacendados de la Huerta, tras ayudar a traer el trasvase Tajo-Segura junto con el ex ministro democristiano, Federico Silva Muñoz, en tiempos de Franco.
"Cuando entré en política era rico y cuando salí de la política era pobre", dijo Martínez Meseguer el pasado octubre en una entrevista en el diario 'La Verdad' tras ver como se le vino abajo el heredado próspero negocio familiar de cárnicas, la legendaria fábrica de embutidos 'Dígame' situada en Alquerías.
Ni un suculento crédito de algunos cientos de millones de pesetas otorgado por 'Cajamurcia' pudo evitarlo, extremo que marcó a este político y empresario el resto de sus días sólo paliado el disgusto al ver a su hijo ser juez a los 23 años y alcanzar, también muy joven, la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia.
Entre 1977-1982 Martínez Meseguer fue uno de los políticos de Murcia más influyentes en Madrid, posiblemente el que más, debido a sus estrechas relaciones con el propio Adolfo Suárez, Joaquín Garrigues Walker, Manuel Núñez, Juan José Rosón y Rodolfo Martín Villa, al menos. En su apartamento de Santiago de la Ribera hubo en aquellos años importantes reuniones políticas veraniegas.
En el polémico congreso de UCD en Palma de Mallorca, la primavera del año 1981, Martínez Meseguer fue elegido miembro de la ejecutiva nacional con más votos que Agustín Rodríguez Sahagún (quien luego sería elegido presidente sucesor de Adolfo Suárez y más tarde alcalde de Madrid) y otros nombres tan conocidos como Arias Salgado, Fernando Abril, Iñigo Cavero, Miguel Herrero y Francisco Fernández Ordóñez, que habían sido ministros con Suárez.
Pero Juan Martínez Meseguer gobernó UCD en la Región de Murcia, según dijo él mismo, gracias a la ayuda de personas y amigos como Pedro García Esteller, alcalde de Caravaca; Pepe Sánchez, alcalde de San Pedro del Pinatar; José Antonio da Casa, diputado cartagenero al Congreso; Mario Arnaldos, Enrique Egea, Adrián Ángel Viudes o Pedro Jiménez, alcalde de Torre Pacheco… entre muchos otros. También reconoció sobre Joaquín Esteban Mompeán que "posiblemente yo no supe valorarlo entonces".
Pero la vida política de Juan Martínez Meseguer no terminó con UCD porque aún fundaría y presidiría un partido de corte netamente regional: el Partido Murcianista, agrupación política promovida en 1990.
El antiguo dirigente de UCD asumió el sentir popular de crear un grupo representativo de quienes propugnaban la auténtica entidad de la Región Murciana, sin tener que adscribirse forzosamente a los partidos conocidos y con sedes centralizadas a nivel estatal.
Entre los fines fundamentales del nuevo partido se encontraba la potenciación del desarrollo equilibrado de la región murciana dentro del conjunto español, recuperando el sentido histórico del Reino de Murcia, y reivindicando la asunción de todas las competencias autonómicas previstas en la Constitución española.
Los estatutos se rubricaron en abril de 1990, y como bandera oficial se eligió un rectángulo con tres franjas horizontales y de la misma anchura con tres colores: verde (símbolo de la Huerta), amarillo (símbolo del campo) y azul (símbolo del mar).
El congreso fundacional tuvo lugar el 16 de diciembre de 1990, asistiendo especialmente invitado un representante de la agrupación política Unió Valenciana, como signo de solidaridad. En dicho congreso se eligió la primera junta directiva, que encabezó el principal promotor del partido, Juan Martínez Meseguer, y otro equipo de directivos y colaboradores.
A partir de este momento, se preparó la participación en las elecciones municipales de mayo de 1991, a las que acudió en coalición (CER) con el Partido Cantonal, Unión del Pueblo de Molina y Partido Independiente de Abanilla, consiguiendo representación en Cartagena, Molina de Segura y Abanilla (por medio de sus coaligados) y en Blanca, Alcantarilla, Moratalla y San Pedro del Pinatar (por el Partido Murcianista).
En julio de 1992 en Beniel tuvo el lugar el primer congreso ordinario del Partido Murcianista, eligiéndose presidente a Juan Martínez Meseguer, vicepresidente a José Miguel Garrigues Walker, y secretario general a Francisco Vivas Palazón. En dicho acto se aprobaron los Estatutos, se reivindicó la actualización del Reino de Murcia y se añadió la denominación de “Regional”, para confirmar su pretensión regional murcianista.
Luego conoció una escisión, el partido Nueva Región, formado por militantes del Partido Murcianista Regional (fecha de inscripción en el Registro de Partidos Políticos 18 de noviembre de 1993), una vez que su presidente, Juan Martínez Meseguer, decidió "de forma autoritaria y polémica", a juicio de los escindidos, no concurrir a las elecciones autonómicas y municipales de 1995.
Tenía un carácter más nacionalista que el Partido Murcianista Regional, y entre sus objetivos más destacables se encontraba la actualización de los límites territoriales de la Comunidad Autónoma, de ahí su denominación, así como la revisión del proceso autonómico. No tuvo luego ninguna suerte electoral.
Como empresario, Juan Martínez Meseguer siguió ocupando cargos directivos (consejero, consejero-delegado solidario y vicepresidente) en Agrupación Murciana de Industrias Cárnicas S.A. hasta el año 2011, junto a otros empresarios como Tomás Fuertes y el lorquino Pedro Jódar, y cuyo objeto era "la adquisición, tenencia, enajenación y explotación, bajo cualquier modalidad o título, de toda clase de bienes inmuebles, fincas rústicas o urbanas, locales, naves, viviendas o apartamentos, así como la realización de promociones inmobiliarias y cualquier conexa, preparatoria o complementaria".
La misa de 'corpore in sepulto' en sufragio del alma de Juan Martínez Meseguer se oficia mañana sábado, a las 17 horas, en la iglesia parroquial de Alquerías.
Precisamente su vocación política -era el mayor de doce hermanos en una familia numerosa de la que Berta era la más pequeña- le venía de su padre, que antes de senador había sido también concejal en el Ayuntamiento de Murcia y presidente de la Junta de Hacendados de la Huerta, tras ayudar a traer el trasvase Tajo-Segura junto con el ex ministro democristiano, Federico Silva Muñoz, en tiempos de Franco.
"Cuando entré en política era rico y cuando salí de la política era pobre", dijo Martínez Meseguer el pasado octubre en una entrevista en el diario 'La Verdad' tras ver como se le vino abajo el heredado próspero negocio familiar de cárnicas, la legendaria fábrica de embutidos 'Dígame' situada en Alquerías.
Ni un suculento crédito de algunos cientos de millones de pesetas otorgado por 'Cajamurcia' pudo evitarlo, extremo que marcó a este político y empresario el resto de sus días sólo paliado el disgusto al ver a su hijo ser juez a los 23 años y alcanzar, también muy joven, la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia.
Entre 1977-1982 Martínez Meseguer fue uno de los políticos de Murcia más influyentes en Madrid, posiblemente el que más, debido a sus estrechas relaciones con el propio Adolfo Suárez, Joaquín Garrigues Walker, Manuel Núñez, Juan José Rosón y Rodolfo Martín Villa, al menos. En su apartamento de Santiago de la Ribera hubo en aquellos años importantes reuniones políticas veraniegas.
En el polémico congreso de UCD en Palma de Mallorca, la primavera del año 1981, Martínez Meseguer fue elegido miembro de la ejecutiva nacional con más votos que Agustín Rodríguez Sahagún (quien luego sería elegido presidente sucesor de Adolfo Suárez y más tarde alcalde de Madrid) y otros nombres tan conocidos como Arias Salgado, Fernando Abril, Iñigo Cavero, Miguel Herrero y Francisco Fernández Ordóñez, que habían sido ministros con Suárez.
Pero Juan Martínez Meseguer gobernó UCD en la Región de Murcia, según dijo él mismo, gracias a la ayuda de personas y amigos como Pedro García Esteller, alcalde de Caravaca; Pepe Sánchez, alcalde de San Pedro del Pinatar; José Antonio da Casa, diputado cartagenero al Congreso; Mario Arnaldos, Enrique Egea, Adrián Ángel Viudes o Pedro Jiménez, alcalde de Torre Pacheco… entre muchos otros. También reconoció sobre Joaquín Esteban Mompeán que "posiblemente yo no supe valorarlo entonces".
Pero la vida política de Juan Martínez Meseguer no terminó con UCD porque aún fundaría y presidiría un partido de corte netamente regional: el Partido Murcianista, agrupación política promovida en 1990.
El antiguo dirigente de UCD asumió el sentir popular de crear un grupo representativo de quienes propugnaban la auténtica entidad de la Región Murciana, sin tener que adscribirse forzosamente a los partidos conocidos y con sedes centralizadas a nivel estatal.
Entre los fines fundamentales del nuevo partido se encontraba la potenciación del desarrollo equilibrado de la región murciana dentro del conjunto español, recuperando el sentido histórico del Reino de Murcia, y reivindicando la asunción de todas las competencias autonómicas previstas en la Constitución española.
Los estatutos se rubricaron en abril de 1990, y como bandera oficial se eligió un rectángulo con tres franjas horizontales y de la misma anchura con tres colores: verde (símbolo de la Huerta), amarillo (símbolo del campo) y azul (símbolo del mar).
El congreso fundacional tuvo lugar el 16 de diciembre de 1990, asistiendo especialmente invitado un representante de la agrupación política Unió Valenciana, como signo de solidaridad. En dicho congreso se eligió la primera junta directiva, que encabezó el principal promotor del partido, Juan Martínez Meseguer, y otro equipo de directivos y colaboradores.
A partir de este momento, se preparó la participación en las elecciones municipales de mayo de 1991, a las que acudió en coalición (CER) con el Partido Cantonal, Unión del Pueblo de Molina y Partido Independiente de Abanilla, consiguiendo representación en Cartagena, Molina de Segura y Abanilla (por medio de sus coaligados) y en Blanca, Alcantarilla, Moratalla y San Pedro del Pinatar (por el Partido Murcianista).
En julio de 1992 en Beniel tuvo el lugar el primer congreso ordinario del Partido Murcianista, eligiéndose presidente a Juan Martínez Meseguer, vicepresidente a José Miguel Garrigues Walker, y secretario general a Francisco Vivas Palazón. En dicho acto se aprobaron los Estatutos, se reivindicó la actualización del Reino de Murcia y se añadió la denominación de “Regional”, para confirmar su pretensión regional murcianista.
Luego conoció una escisión, el partido Nueva Región, formado por militantes del Partido Murcianista Regional (fecha de inscripción en el Registro de Partidos Políticos 18 de noviembre de 1993), una vez que su presidente, Juan Martínez Meseguer, decidió "de forma autoritaria y polémica", a juicio de los escindidos, no concurrir a las elecciones autonómicas y municipales de 1995.
Tenía un carácter más nacionalista que el Partido Murcianista Regional, y entre sus objetivos más destacables se encontraba la actualización de los límites territoriales de la Comunidad Autónoma, de ahí su denominación, así como la revisión del proceso autonómico. No tuvo luego ninguna suerte electoral.
Como empresario, Juan Martínez Meseguer siguió ocupando cargos directivos (consejero, consejero-delegado solidario y vicepresidente) en Agrupación Murciana de Industrias Cárnicas S.A. hasta el año 2011, junto a otros empresarios como Tomás Fuertes y el lorquino Pedro Jódar, y cuyo objeto era "la adquisición, tenencia, enajenación y explotación, bajo cualquier modalidad o título, de toda clase de bienes inmuebles, fincas rústicas o urbanas, locales, naves, viviendas o apartamentos, así como la realización de promociones inmobiliarias y cualquier conexa, preparatoria o complementaria".
La misa de 'corpore in sepulto' en sufragio del alma de Juan Martínez Meseguer se oficia mañana sábado, a las 17 horas, en la iglesia parroquial de Alquerías.