La próxima semana resultará crucial para la judicialización de la vida política regional la reunión convocada en la Fiscalía del TSJ este martes para recibir toda una serie de documentos comprometedores para la clase política murciana en el poder desde hace más de veinte años y, a partir de los cuales, parte de esa casta tiene mucho que contar al fiscal Manzanera. Es ya un clamor en las redacciones madrileñas que la corrupción murciana va a ser el número gordo de la campaña de las elecciones generales tras lo aparecido en 'Interviú', y lo que queda por aparecer con testigos protegidos y todo lo demás.
La segura incriminación del ex consejero Cerdá, que trata de cubrir sin mucha convicción a un Valcárcel atemorizado por todo lo que está a punto de perder, no será la única como consecuencia del fiasco de la desalinizadora de Escombreras. Porque seguirán varias, como probablemente la del actual concejal del PP Murcia, Navarro Corchón, y la del presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, ambos ampliamente investigados en su paso por la Consejería de Agricultura y Agua en aquel tiempo de ganancias fáciles para algunos. Pero no andarán muy lejos de quedar igualmente involucrados el ex consejero y actual alcalde de Murcia, José Ballesta, y el actual presidente de la Autoridad Portuaria y también ex consejero, el ingeniero Antonio Sevilla, a punto de cobrar ambos protagonismo penal por sus propios méritos contraidos 'en combate'.
La segura incriminación del ex consejero Cerdá, que trata de cubrir sin mucha convicción a un Valcárcel atemorizado por todo lo que está a punto de perder, no será la única como consecuencia del fiasco de la desalinizadora de Escombreras. Porque seguirán varias, como probablemente la del actual concejal del PP Murcia, Navarro Corchón, y la del presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, ambos ampliamente investigados en su paso por la Consejería de Agricultura y Agua en aquel tiempo de ganancias fáciles para algunos. Pero no andarán muy lejos de quedar igualmente involucrados el ex consejero y actual alcalde de Murcia, José Ballesta, y el actual presidente de la Autoridad Portuaria y también ex consejero, el ingeniero Antonio Sevilla, a punto de cobrar ambos protagonismo penal por sus propios méritos contraidos 'en combate'.
Aparecen en esos documentos los nombres de un tal Carvajal, ex director de un colegio muy privado de Murcia, y del ingeniero Miguel Caballero Sandoval, cuñadisimo del ex consejero Patricio Valverde, ex presidente de Aeromur e injustamente olvidado por la Justicia porque no parece tan retirado de la contienda como quiere dar a entender aunque a veces vaya sin corbata pese a conservar la gomina que le carecteriza y define como lo que nunca dejó de ser. Se le señala desde algunos medios muy bien informados como el probable 'cerebro' del gran negocio a punto de estallar. Una jugosa carta de Valcárcel a 'Sacyr' sobre el aeropuerto de Corvera le puede dar la vuelta de campana a todos, según el testimonio de quienes han tenido acceso a ella, porque al parecer habla del relativo compromiso con los empleados en el aeropuerto de San Javier y las responsabilidades reales ante la tesorería autonómica. Toda una joya para periodistas y fiscales de poder hacernos con ella pronto.
El letrado Diego de Ramón y el fiscal llevan meses colaborando en la lucha contra una supuesta asociación de malhechores diseñada para el saqueo de las arcas públicas murcianas y la aparición en escena del abogado gallego Manuel Núñez, con excelentes relaciones en las alturas, y una querella criminal interpuesta en los juzgados de Murcia en espera de ser admitida a trámite, parece que va a precipitar una serie de acontecimientos ante las presuntas evidencias puestas en manos del ministerio público y la judicatura, aparte de señalar toda una serie de infraestructuras ilegales en suelo de la Región de Murcia.
Otros dos personajes, el ex vicepresidente Juan Bernal, y el ex consejero de Obras Públicas, el también fiscal Manuel Campos, parece están jugando su papel discretamente por haber vivido en directo, pero sin participar, algunas de las circunstancias investigadas por unidades especializadas de la Guardia Civil. Desde sus respectivos cargos trataron de evitar en su día el saqueo, según las pruebas en poder de los investigadores y los testimonios de terceros hechos valer, que servirán si se les cita a comparecer como testigos de cargo por la acusación particular en un más que previsible proceso penal, no exento de que se exijan responsabilidades patrimoniales a los, en su momento, acusados formalmente llegado el caso.
No sé lo que opinará mi buen amigo del Rosellón, tan bien informado de Murcia y sus gentes, como es el señor de Rochemont, pero apuesto doble contra sencillo que no será fácil cargar maliciosamente este mochuelo de la desalinizadora al ex presidente de la Autoridad Portuaria, Adrián Ángel Viudes, en virtud de los documentos en su poder y/o denegatorios firmados por él aunque ahora ignore la ubicación de unas bombas clandestinas de impulsión -a punto de ser precintadas por el Ayuntamiento de Cartagena- en la tubería que va de Escombreras a Murcia a través de unos terrenos con peaje propiedad, al parecer, del conocido empresario tan afín al PP como amigo de Valverde y el siempre sospechoso consejero Bernabé, ¡oh casualidad!, Alfonso García, el legendario socio de Mariano Roca, para que todo quede en casa.
P.D.) Y mientras, Valcárcel permanece con el cuerpo encogido en Bruselas, aparte de por el frío y el estado de sitio en las calles, porque no tiene fecha para el obligado congreso ordinario del PP donde debe dimitir de presidente y dar voz a la creciente disidencia que opta por no marcharse a Ciudadanos en espera de ver qué pasa en las elecciones generales.
Porque su ridículo peón, sin credibilidad y sin puta idea, lo va a tener más que crudo con la jueza de Lorca, sin contar la moción de censura que puede caerle al demostrar su incapacidad para gobernar la región y, a un tiempo, acabar con la corrupción en su partido y las instituciones que aún retiene.
Caso hiriente es la inclusión en la lista del PPRM para el Senado de la impresentable Pilar Barreiro en busca del aforamiento que retrase otro eventual procesamiento en el 'caso Escombreras'. Y mucho menos escandaloso el de un Miguel Ángel Cámara abandonado definitivamente a su suerte por Valcárcel aunque en espera de acontecimientos para dejar de estar mudo y llevarse por delante a más de diez y a más de doce cuando recupere el habla.
El letrado Diego de Ramón y el fiscal llevan meses colaborando en la lucha contra una supuesta asociación de malhechores diseñada para el saqueo de las arcas públicas murcianas y la aparición en escena del abogado gallego Manuel Núñez, con excelentes relaciones en las alturas, y una querella criminal interpuesta en los juzgados de Murcia en espera de ser admitida a trámite, parece que va a precipitar una serie de acontecimientos ante las presuntas evidencias puestas en manos del ministerio público y la judicatura, aparte de señalar toda una serie de infraestructuras ilegales en suelo de la Región de Murcia.
Otros dos personajes, el ex vicepresidente Juan Bernal, y el ex consejero de Obras Públicas, el también fiscal Manuel Campos, parece están jugando su papel discretamente por haber vivido en directo, pero sin participar, algunas de las circunstancias investigadas por unidades especializadas de la Guardia Civil. Desde sus respectivos cargos trataron de evitar en su día el saqueo, según las pruebas en poder de los investigadores y los testimonios de terceros hechos valer, que servirán si se les cita a comparecer como testigos de cargo por la acusación particular en un más que previsible proceso penal, no exento de que se exijan responsabilidades patrimoniales a los, en su momento, acusados formalmente llegado el caso.
No sé lo que opinará mi buen amigo del Rosellón, tan bien informado de Murcia y sus gentes, como es el señor de Rochemont, pero apuesto doble contra sencillo que no será fácil cargar maliciosamente este mochuelo de la desalinizadora al ex presidente de la Autoridad Portuaria, Adrián Ángel Viudes, en virtud de los documentos en su poder y/o denegatorios firmados por él aunque ahora ignore la ubicación de unas bombas clandestinas de impulsión -a punto de ser precintadas por el Ayuntamiento de Cartagena- en la tubería que va de Escombreras a Murcia a través de unos terrenos con peaje propiedad, al parecer, del conocido empresario tan afín al PP como amigo de Valverde y el siempre sospechoso consejero Bernabé, ¡oh casualidad!, Alfonso García, el legendario socio de Mariano Roca, para que todo quede en casa.
P.D.) Y mientras, Valcárcel permanece con el cuerpo encogido en Bruselas, aparte de por el frío y el estado de sitio en las calles, porque no tiene fecha para el obligado congreso ordinario del PP donde debe dimitir de presidente y dar voz a la creciente disidencia que opta por no marcharse a Ciudadanos en espera de ver qué pasa en las elecciones generales.
Porque su ridículo peón, sin credibilidad y sin puta idea, lo va a tener más que crudo con la jueza de Lorca, sin contar la moción de censura que puede caerle al demostrar su incapacidad para gobernar la región y, a un tiempo, acabar con la corrupción en su partido y las instituciones que aún retiene.
Caso hiriente es la inclusión en la lista del PPRM para el Senado de la impresentable Pilar Barreiro en busca del aforamiento que retrase otro eventual procesamiento en el 'caso Escombreras'. Y mucho menos escandaloso el de un Miguel Ángel Cámara abandonado definitivamente a su suerte por Valcárcel aunque en espera de acontecimientos para dejar de estar mudo y llevarse por delante a más de diez y a más de doce cuando recupere el habla.