MURCIA.- La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha suspendido la atención a niños que son víctimas de abuso sexual y no están en situación de desamparo; una situación que podría estar afectando a más de una veintena de menores y sus familias en lo que va de año, según fuentes próximas.
El
Programa de información, diagnóstico y evaluación de menores víctimas
de abuso sexual infantil, conocido como Proyecto Luz, atendía, hasta
ahora, a todos los niños y adolescentes víctimas de abusos sexuales.
Sin embargo, ahora pasará a atender únicamente a los menores que se encuentren en situación de desamparo, ya que debido al excesivo volumen de trabajo se ha saturado.
La
Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades asegura que "en el
ánimo de ofrecer una atención integral a cualquier víctima de abuso,
desde distintos ámbitos se ha solicitado la intervención de los
profesionales del Proyecto Luz, más allá de las competencias propias del
servicio, que son los menores en situación de desprotección (riesgo y desamparo)".
Según
la Consejería, el hecho de solicitar peritaciones de menores que no
estaban en dicha situación y aceptar los casos "ha dado lugar a un volumen que excede la capacidad de atención del servicio".
Desde
dicho departamento aseguran que el programa continuará prestando su
servicio, circunscrito a las competencias propias del ámbito de
protección de menores, de manera que aquellos casos que no se encuadren en dicha competencia se derivarán al órgano o entidad competente.
En
el caso de la peritación de las víctimas que no se encuentren en
situación de desprotección, la Consejería ha explicado que "se realizará
por el Instituto de Medicina Legal, que es el órgano competente".
Mientras
que el tratamiento de los menores en los que no se dé dicha
desprotección, "si existiese sintomatología que lo haga necesario,
podrán ser derivados a Salud Mental previa valoración por su pediatra".
No hay profesionales preparados
A
tenor de esta situación, la presidenta de la Asociación Murciana de
Apoyo a la Infancia Maltratada (Amain), Juana López, ha advertido que el sistema de salud mental infanto-juvenil "no está preparado para atender a menores víctimas abuso sexual".
Hay que tener en cuenta que en los últimos cinco años los casos detectados en el Proyecto Luz se han duplicado, mientras que desde 2015 y hasta diciembre de 2018 se ha atendido 932 menores. Los expertos denuncian que la Comunidad "no ha aumentado el personal dedicado a evaluar el testimonio y atender a las víctimas".
El objetivo del programa, puesto en marcha en 2002, es "la valoración y tratamiento de menores que han sido víctimas de abuso sexual infantil, dentro de las competencias del servicio de protección de menores y entendido como la forma más grave de maltrato".
Dirigido a la atención de niños y adolescentes con sospecha de estar siendo objeto de abuso sexual infantil, dispone de un equipo de seis psicólogos especializados en la investigación y evaluación de casos de abuso sexual infantil.
Amain y expertos han reclamado un mayor número de profesionales, ya que "el programa se concibió para atender a todos estos niños, se encuentren o no en situación de desamparo".
El hecho de que ahora, por el colapso que ha sufrido, sólo vaya a atender a niños en situación de desamparo ha despertado las quejas en los colectivos afectados, porque el programa "tiene que ser para todos los menores y si tienen que dedicar más recursos y añadir más profesionales lo hagan", manifiesta López.
"El hecho de derivarlos a un sistema que no está preparado, no solo por los profesionales, sino por el propio sistema de salud infanto-juvenil" puede conllevar consecuencias negativas para el menor, víctima de estos abusos, puesto que se corre el riesgo de que se victimice, dice López.
Y es que, además de realizar estos informes periciales, el proyecto ofrecía a la víctimas un apoyo psicoterapéutico "eficaz y de primera mano, que hasta el momento no ningún otro servicio público ofertaba, ni siquiera los servicios especializados de salud mental del SMS", aseguran fuentes próximas.
Con el proyecto Luz, el equipo de psicólogos que lo conforman valoran al menor, víctima de abuso sexual, a través de su testimonio y no pasa por ningún trámite más, explica la presidenta de Amain.
Sin embargo, si ahora se excluye a estos niños que no están en situación de desamparo, ello desencadenará que tenga que declarar en el juicio, previamente al abogado, a la acusación, a los trabajadores sociales, psicólogos, lo que "hará que el menor sufra un trauma, ya que cada vez que tiene que contar su experiencia lo revive".
A modo de ejemplo, ha dicho, "el niño sufre los abusos a los 4 años y el juicio sale cuando ha cumplido 9 años, el testimonio de ese niño ya no será el mismo, su mente no será la misma y eso causará muchos problemas, porque dirán que hay contradicciones". "De ahí que sea muy valioso el testimonio inicial que se recoge en el momento del abuso, porque si no el menor, cada vez que lo cuenta, supone una victimización secundaria".
El proyecto Luz, ha recordado López, se concibió para atender a todos los niños que fueran víctimas de este tipo de abusos. La importancia del proyecto Luz fue tal que el equipo de psicólogos que lo conforman atienden a todos los niños víctimas de abusos sexuales de los que tienen constancia, ya sea derivados del propio juzgado, de las FCSE, familias, centros educativos y la propia Administración.
Hay que tener en cuenta que en los últimos cinco años los casos detectados en el Proyecto Luz se han duplicado, mientras que desde 2015 y hasta diciembre de 2018 se ha atendido 932 menores. Los expertos denuncian que la Comunidad "no ha aumentado el personal dedicado a evaluar el testimonio y atender a las víctimas".
El objetivo del programa, puesto en marcha en 2002, es "la valoración y tratamiento de menores que han sido víctimas de abuso sexual infantil, dentro de las competencias del servicio de protección de menores y entendido como la forma más grave de maltrato".
Dirigido a la atención de niños y adolescentes con sospecha de estar siendo objeto de abuso sexual infantil, dispone de un equipo de seis psicólogos especializados en la investigación y evaluación de casos de abuso sexual infantil.
Amain y expertos han reclamado un mayor número de profesionales, ya que "el programa se concibió para atender a todos estos niños, se encuentren o no en situación de desamparo".
El hecho de que ahora, por el colapso que ha sufrido, sólo vaya a atender a niños en situación de desamparo ha despertado las quejas en los colectivos afectados, porque el programa "tiene que ser para todos los menores y si tienen que dedicar más recursos y añadir más profesionales lo hagan", manifiesta López.
"El hecho de derivarlos a un sistema que no está preparado, no solo por los profesionales, sino por el propio sistema de salud infanto-juvenil" puede conllevar consecuencias negativas para el menor, víctima de estos abusos, puesto que se corre el riesgo de que se victimice, dice López.
Y es que, además de realizar estos informes periciales, el proyecto ofrecía a la víctimas un apoyo psicoterapéutico "eficaz y de primera mano, que hasta el momento no ningún otro servicio público ofertaba, ni siquiera los servicios especializados de salud mental del SMS", aseguran fuentes próximas.
Con el proyecto Luz, el equipo de psicólogos que lo conforman valoran al menor, víctima de abuso sexual, a través de su testimonio y no pasa por ningún trámite más, explica la presidenta de Amain.
Sin embargo, si ahora se excluye a estos niños que no están en situación de desamparo, ello desencadenará que tenga que declarar en el juicio, previamente al abogado, a la acusación, a los trabajadores sociales, psicólogos, lo que "hará que el menor sufra un trauma, ya que cada vez que tiene que contar su experiencia lo revive".
A modo de ejemplo, ha dicho, "el niño sufre los abusos a los 4 años y el juicio sale cuando ha cumplido 9 años, el testimonio de ese niño ya no será el mismo, su mente no será la misma y eso causará muchos problemas, porque dirán que hay contradicciones". "De ahí que sea muy valioso el testimonio inicial que se recoge en el momento del abuso, porque si no el menor, cada vez que lo cuenta, supone una victimización secundaria".
El proyecto Luz, ha recordado López, se concibió para atender a todos los niños que fueran víctimas de este tipo de abusos. La importancia del proyecto Luz fue tal que el equipo de psicólogos que lo conforman atienden a todos los niños víctimas de abusos sexuales de los que tienen constancia, ya sea derivados del propio juzgado, de las FCSE, familias, centros educativos y la propia Administración.
Demora de tres años en remitir los informes
"Hay retrasos de incluso tres años en la emisión de informes periciales y supresión del programa de ayuda psicológica a menores víctimas de abusos sexuales".
Esto está causando un "grave perjuicio psicológico y jurídico tanto a estas víctimas, como sus familiares e incluso los presuntos acusados". Según las fuentes, "está incurriendo en un grave maltrato, en este caso institucional, precisamente la entidad pública que debe velar por la protección de los menores de la Región frente al maltrato en cualquiera de sus tipos".
Por ello, López se ha preguntado qué ocurrirá con los niños que no están en situación de desamparo, bajo la tutela o protección de la Administración. "Los quieren derivar a forenses o Salud Mental y no están preparados ni los profesionales ni el propio sistema", ha indicado.
Y es que, incide, "no hay profesionales especializados para atender este tipo de casos", dado que "no es una tarea fácil el poder identificar si el testimonio de un menor responde verdaderamente a un abuso o no", incluso para aquellos que son demasiados pequeños y aún no hablan se emplean técnicas de dibujo.
Esto está causando un "grave perjuicio psicológico y jurídico tanto a estas víctimas, como sus familiares e incluso los presuntos acusados". Según las fuentes, "está incurriendo en un grave maltrato, en este caso institucional, precisamente la entidad pública que debe velar por la protección de los menores de la Región frente al maltrato en cualquiera de sus tipos".
Por ello, López se ha preguntado qué ocurrirá con los niños que no están en situación de desamparo, bajo la tutela o protección de la Administración. "Los quieren derivar a forenses o Salud Mental y no están preparados ni los profesionales ni el propio sistema", ha indicado.
Y es que, incide, "no hay profesionales especializados para atender este tipo de casos", dado que "no es una tarea fácil el poder identificar si el testimonio de un menor responde verdaderamente a un abuso o no", incluso para aquellos que son demasiados pequeños y aún no hablan se emplean técnicas de dibujo.
Es determinante el testimonio de la víctima
Hay
familias y juzgados que "están esperando hasta tres años los informes
periciales del testimonio de las presuntas víctimas, en muchos casos
denunciados por centros municipales de servicios sociales y por centros
educativos".
Según expertos en la materia, estos informes "son cruciales en la resolución judicial de estos casos y también en la clarificación de los hechos para las propias familias, cuando el presunto abuso se ha producido en el propio medio familiar o entorno cercano, que son los casos mas frecuentes".
Habitualmente, el presunto abusador, que es un varón en la inmensa mayor parte de los casos, "es una persona muy cercana a la presunta víctima, y tener una valoración del testimonio de la víctima es determinante para protegerla y ayudarla psicológicamente, además de ayudar a la familia a replantear sus relaciones familiares y sociales para evitar nuevos sucesos".
Según expertos en la materia, estos informes "son cruciales en la resolución judicial de estos casos y también en la clarificación de los hechos para las propias familias, cuando el presunto abuso se ha producido en el propio medio familiar o entorno cercano, que son los casos mas frecuentes".
Habitualmente, el presunto abusador, que es un varón en la inmensa mayor parte de los casos, "es una persona muy cercana a la presunta víctima, y tener una valoración del testimonio de la víctima es determinante para protegerla y ayudarla psicológicamente, además de ayudar a la familia a replantear sus relaciones familiares y sociales para evitar nuevos sucesos".