Hay que reconocer que la corrupción estructural que se intuye y, sobre la que presumiblemente asienta Valcárcel su poder político, nos ha hecho descuidar un tanto la que supuestamente iba aflorando en el Ayuntamiento de Murcia en torno a Miguel Ángel Cámara-Berberena Loperena y que se han cargado las tintas estos años -por mayor dimensión percibida- en la primera mientras la segunda se ha casi obviado pese al campanazo en su día de la dimisión del concejal de Urbanismo, el profesor Ginés Navarro, para no ser salpicado por la presión extrema del capo Samper, antes valedor de Cámara en el PP de Aznar para sucesor de Valcárcel y ahora enfrentado con el alcalde al pasar en Murcia a la órbita mafiosa de Sánchez Carrillo para otros fines especulativos, nada escondidos por cierto.
Lo que pasa es que la última palabra en cuestiones de Urbanismo es siempre de San Esteban, como muy bien se pudo comprobar en el sonado caso de La Zerrichera, de Águilas, o en Alhama como tantos otros. Y eso no se recuerda ahora en el estrado excepto por el letrado Diego de Ramón - personado doblemente en el 'caso Umbra'- a propósito del último movimiento del fiscal regional anticorrupción en un procedimiento normal aunque parece que activado convenientemente desde remotos despachos de Presidencia en su vertiente mediática a cambio de un poco más de ese escaso 'oxígeno' para retrasar agonías del papel cantadas e irreversibles.
Aflora en estas fechas, con cierta oportunidad, un sumario del juzgado de instrucción nº 8 de Murcia, justo cuando Valcárcel, herido de muerte política en Génova 13, quiere morir matando todo lo que se mueva a su alrededor: ahora mismo el alcalde Cámara en el partido y, más adelante, si puede y le ayudan los malos hados de la economía en este ejercicio presupuestario, el vicepresidente y consejero Juan Bernal, impuesto desde Madrid a instancia de ciertos poderes fácticos murcianos. (Veremos como el inminente congreso regional del PP, controlado por Valcárcel y su gente, no le da ni agua al vicepresidente para la travesía política de este desierto de recursos públicos escasos porque no es hombre de acatar a ciegas y sin rechistar todo lo que diga la pirámide de intereses que gobierna la región desde hace tres lustros; la CROEM es ya otra cosa).
Ambos, Bernal y Cámara, gozan -o al menos gozaban hace pocas semanas- de simpatías en la sede nacional del partido, especialmente de su secretaria general, Dolores de Cospedal. Y en el segundo caso se agrava ante Valcárcel por la sintonía de Bernal con el ex vicepresidente regional Gómez Fayrén, pasado a cuchillo político por el Presidente sin solución de continuidad hasta la fecha y que, encima, Bernal fascina a dos ministros. Porque en el primero, el gran pecado de Cámara es haber dicho públicamente antes de tiempo y en plena euforia por el apoyo de Samper en Madrid, querer suceder por derecho a Valcárcel al frente de la Comunidad Autónoma sin contar con él ni con sus mentores.
Enrrocado de nuevo a la pirámide local de intereses que le sustenta hace quince años para aprovecharse económicamente de su poder, Valcárcel juega hoy tácticamente en las filas del PP con la desmesurada ambición de determinados políticos locales treintañeros y cuarentones sin perfil y lo más periféricos posible (a los que más adelante tirará por la borda tal como hizo con el ex consejero pachequero de Medio Ambiente) para justificar un falso relevo generacional que enmascare el 'infanticidio' que se propone perpetrar contra Cámara si puede y se deja sin disparar éste munición inesperada.
Y es que el presidente murciano ve fantasmas por todas partes desde que Rajoy invirtió su dedo índice con Jaume Matas y Francisco Camps porque se sabe el siguiente a tenor de todo lo que documenta el CNI y hoy, por tanto, obra en poder de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, su brazo ejecutor de máxima confianza.
Intuye Valcárcel que sin esta fuga hacia delante en el mes de mayo, se puede malograr su presidencia del Comité de las Regiones, en Bruselas, a partir de julio. Y saca fuerzas de flaqueza y este, creo, canto de cisne, antes de correr parecida suerte que sus malogrados amigos de Baleares y la Comunidad Valenciana con los que llegó a establecer en su día una entente territorial, luego desactivada desde Génova 13, para plantar cara a un Mariano Rajoy debilitado y en la Oposición a Zapatero por aquellas fechas. Desde entonces Valcárcel no hace pié y lo viene notando, forzadas escenificaciones en Moncloa aparte para no levantar la liebre.
Se sabe tan amortizado Valcárcel en Génova 13 - por donde procura parar poco desde antes de las últimas elecciones autonómicas- que, guiado por su consejero aúlico, Sánchez Carrillo, y algún que otro sólido cliente del próspero bufete de su hermano Carlos, intenta de nuevo hacerse orgánicamente fuerte en su territorio hasta llamando personalmente por teléfono a los compromisarios del próximo congreso regional del PPRM para requerirles su aval y aparecer así como un líder indiscutible - e intocable- ante quienes, a distancia, tienen decidido su relevo más pronto que tarde. Y es que esa pirámide local -que no regional- de intereses, que lo utiliza como mascarón de proa, se resiste en plena crisis económica a perder sus privilegios, digan lo que digan en Madrid, Mariano, Luis y Cristóbal.
Queda claro, no obstante, que Cámara puede ya aspirar personalmente a muy poco, en la política murciana al menos. Y que su eventual imputación judicial le apartará posiblemente de la carrera sucesoria conforme a las últimas normas internas promulgadas en el reciente congreso nacional del PP. Valcárcel se saldrá así en parte con la suya y en espera de que Juan Bernal se estrelle con la gestión de las cuentas públicas imposibles de una Comunidad Autónoma en práctica suspensión de pagos con las últimas vueltas de tuerca del ministro de Economía, Luis de Guindos, sancionadas por el mismo Rajoy y compartidas por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Puestas así las cosas de difíciles a la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, es muy posible que termine apareciendo por Murcia una especie de cobrador del frac y, como en el caso de Camps, visto y leído lo que traiga, sea el propio entorno de Valcárcel el que le anime finalmente a dimitir como mal menor, para no volver nunca jamás a la vida pública, caso de su ex homónimo valenciano, hoy muy cerca de aparecer como un histrión volado y a pique de tratamiento.
Por eso anda angustiado Valcárcel, resentido y disparando a todo lo que se mueve por una especie de paranoia política que le hace tan digno de lástima como Camps por si todo lo vivivido desde 2011 pudiera afectarle excesivamente más adelante en su vida personal y familiar.
Por eso anda angustiado Valcárcel, resentido y disparando a todo lo que se mueve por una especie de paranoia política que le hace tan digno de lástima como Camps por si todo lo vivivido desde 2011 pudiera afectarle excesivamente más adelante en su vida personal y familiar.
Lo que no intuyo a ver es dónde está el Fabra murciano si no es Cámara ni Bernal, lo confieso. Porque el sucesor saldrá siempre del sitio donde está la mayor cantidad de votantes. No se engañen, pues, Bernabé y Sánchez porque fuera de sus municipios no los conoce ni su padre. Aunque mucha atención a la diputada nacional y alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, no vaya a ser que haya entrado en un pacto discreto sobre la Autoridad Portuaria, que acabe de un tajo con Viudes y Cámara dentro del paquete que liquida a Valcárcel y le da paso a ella con todo lo que lleva detrás de chorizos e impresentables.