CARTAGENA.- La CARM expropiará tres millones de metros cuadrados para crear, en las proximidades del Mar Menor, un “gran humedal”,
similar al de las Tablas de Daimiel, para proteger la laguna, que vive
una situación crítica desde el punto de vista ambiental.
El presidente regional, Fernando López Miras,
ha anunciado este viernes, tras una reunión con la alcaldesa de
Cartagena, Noelia Arroyo, la expropiación de esos terrenos en El
Carmolí, un cono volcánico situado a orillas del Mar Menor, para su “renaturalización”.
El Gobierno regional, que iniciará este mismo sábado el proceso de expropiación,
invertirá un millón de euros en la compra de estos terrenos que son en
parte propiedad del Ejército y en parte particulares, con los que López
Miras asegura que la comunidad ya ha mantenido conversaciones.
El objetivo que persigue el Gobierno regional con esta actuación es “proteger y potenciar la mayor ventana
paisajística al Mar Menor”, recuperar biodiversidad, crear una barrera
natural que proteja a la laguna de las escorrentías y evitar el
desarrollo urbanístico en la zona.
La actual carretera se convertirá en “un gran eje vertebrador peatonal y para ciclistas entre los núcleos urbanos,
que también actuará como un mirador lineal”, ha explicado López Miras,
que ha añadido: “Nada de vehículos, crearemos itinerarios que permitan
disfrutar a pie o en bicicleta de la riqueza medioambiental y
paisajística, y gestionaremos las infraestructuras existentes que están abandonadas”.
De esta forma, según ha expresado, se pretende acabar con las “cuatro décadas de abandono” en el que se encuentra El Carmolí mediante soluciones basadas en la naturaleza para espacios degradados, en línea con las directrices europeas, por lo que, ha estimado, el proyecto podría recibir financiación de los fondos europeos de recuperación.
El lugar está emplazado "en una de las zonas más degradas del Mar Menor,
en la rambla del Albujón, por donde discurren continuamente 5 toneladas
de nitratos".
"Aunaremos las estrategias ambientales, paisajísticas e históricas que
permitan interconectar y preservar los valores ecológicos y naturales de
El Carmolí", ha añadido.
El proyecto regional contempla la
ampliación del valor hidrológico-ambiental "para proteger el Mar Menor y
reducir el fuerte impacto que tiene en esta zona las inundaciones y
evitar daños como los causados por las sucesivas danas". Así, el humedal
de El Carmolí actuará de "barrera natural al retener, laminar y tratar
las aguas pluviales en casos de fuertes lluvias a fin de evitar mayores
daños en el Mar Menor".
El
presidente ha expuesto que la actuación se realizará mediante la
aplicación de las conocidas como 'Soluciones Basadas en la Naturaleza'
(SBN) para la recuperación de espacios deteriorados y degradados, "y
está en línea con las directrices de la Unión Europea para la transición
ecológica, el Pacto Verde Europeo y la Estrategia de Arquitectura
Sostenible".
"Esta actuación es
una oportunidad única para valorizar el entorno y el paisaje del Mar
Menor y convertirlo en un ejemplo mundial de renaturalización", ha
indicado López Miras, quien ha calificado el proyecto regional como "una
solución verde en todos los sentidos para promover su renaturalización y
evitar futuras presiones humanas en su entorno privilegiado".
Además
de la restauración hidrológica, el proyecto contempla tres ejes más de
actuación: recuperación medioambiental de los hábitats; gestión de las
infraestructuras existentes, como los edificios en ruinas o la pista de
aterrizaje; la reconversión de la actual carretera en un gran eje
vertebrador paralelo a la línea del mar, entre Punta Brava y Los
Alcázares. Este eje actuará como mirador lineal y como itinerario
accesible y sostenible, peatonal y ciclable, para el disfrute y puesta
en valor de la riqueza ambiental y paisajística.
Los terrenos de El Carmolí están
completamente abandonados desde los años ochenta cuando dejaron de ser
utilizados como hangar de hidroaviones del Ministerio de Defensa.
Actualmente están en proceso de devolución a sus propietarios originales
y, por ese motivo, el Ejecutivo regional inicia su expropiación forzosa
para rescatarlos del tráfico jurídico y evitar que pasen a manos
privadas que ocasionen mayores presiones antrópicas para ecosistemas, y
poder emprender así el gran proyecto regional de recuperación ambiental
de la zona.
El Humedal de El
Carmolí es la ventana visual de mayor tamaño del Mar Menor. Constituye
un espacio comprendido entre la desembocadura de la Rambla del Albujón
(al norte); el núcleo urbano de Punta Brava (al sur); el Mar Menor (al
este) y la autovía AP-7 y la carretera N-332 (al oeste).
Es
un saladar que se encuentra protegido dentro del Espacio Natural
denominado 'Espacios abiertos e islas del Mar Menor' y es un Paisaje
Protegido y cuenta con cuatro figuras de protección: Zona de Especial
Conservación (ZEC); Zona Especialmente Protegida de Importancia para el
Mediterráneo (ZEPIM); Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y
está incluido por el Convenio de Ramsar en los Humedales de Importancia
Internacional.
La
Comunidad inicia este sábado el proyecto de recuperación de El Carmolí
con la publicación en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM)
de la orden de expropiación forzosa. Tras el periodo de exposición
pública, el Consejo de Gobierno realizará la declaración de ocupación de
los terrenos por la urgente necesidad.
En
paralelo al proceso expropiatorio, la Administración regional ya
trabaja en un Master Plan y cuyo proyecto de ejecución saldrá a
licitación una vez supere la exposición pública y tramitación ambiental.
Actualmente está presupuestado un millón de euros para la expropiación
en función de justiprecio fijado en distintas sentencias del Tribunal
Supremo, ha señalado López Miras.
El
objetivo es convertir este espacio en una superficie que solo se pueda
visitar a pie o en bicicleta. "Nos garantizamos también que no va a
haber ningún tipo de desarrollo urbanístico ni humano, y eliminamos la
carretera que ahora mismo pasa por la zona para eliminar la
contaminación; y aseguramos que actúe como filtro verde cuando haya
lluvias torrenciales", ha señalado.
Tras
la expropiación, se va a abrir un proceso de participación con los
ayuntamientos, los vecinos y todos los sectores para recabar sus
propuestas. No obstante, ha adelantado que hay ideas "muy embrionarias"
sobre la mesa, como la de crear un centro de interpretación sobre la
biodiversidad del Mar Menor. Se trata, añade, de un proyecto "al menos a
dos legislaturas" y "a medio plazo", pero que "no servirá de nada" si
no se adoptan soluciones "urgentes".
Por otra parte, López Miras ha criticado que “una cuestión de Estado”
como el Mar Menor no merezca “ninguna partida concreta” en los
Presupuestos Generales del Estado, una situación que no puede “creer”, y
que ha calificado de “muy desagradable”.
"La recuperación del Mar Menor no
va a venir por sí sola, sino que precisa del esfuerzo y la movilización
activa de todas las administraciones", ha remarcado. Así, ha pedido al
Ministerio "que se ponga manos a la obra y nos ayude a recuperarlo, o
que, al menos nos deje hacerlo a nosotros".
"Frente al inmovilismo, el
Gobierno regional emprende acciones para recuperar el Mar Menor con
valentía y determinación, con el firme compromiso de sanar un ecosistema
cuyo deterioro viene de muy atrás", ha manifestado el presidente.
"Y
si no están dispuestos a ayudar, que al menos dejen que el Gobierno
regional lo haga", según López Miras, quien ha criticado que en otras
ocasiones, a estas "crisis medioambientales" se les ha dado una
respuesta "de Estado", como en el caso de la catástrofe del Prestige o
la de Aznalcóllar, con miles de millones de euros en los PGE.