MADRID.- El ex ministro de Justicia, catedrático y eurodiputado del PSOE, Juan Fernando López Aguilar,
ha renunciado a su militancia 'provisional' en el partido socialista
antes de que éste tome medidas cautelares tras ser imputado ayer por el
Tribunal Supremo por presuntos malos tratos a su esposa, Natalia de la Nuez.
Según la investigación policial, López Aguilar
fue denunciado anteriormente en enero por este mismo delito, aunque el
demandante -Gorka de la Nuez Aurrecoechea, de 30 años e hijo de Natalia de la Nuez- retiró las acusaciones poco tiempo después. El ex ministro de
Justicia lo niega todo y afirma que es una falsa acusación pero parece faltar a la verdad en este caso.
Según el relato de su mujer a su hermana Silvia,
López Aguilar
habría forcejeado con su esposa en el descansillo del piso de Natalia
de la Nuez a la vista de los vecinos. Asimismo, también asegura que
sacudía en la cabeza a sus hijos. En otro día, López Aguilar habría
cogido por el cuello y por detrás a su esposa mientras ésta bañaba a los
menores, según recoge
El Mundo.
Natalia, siempre según su hermana
Patricia en declaraciones a la Policía, se presentó un día con un ojo
amoratado, motivo por el que uno de sus hijos, Gorka, denunció. El escrito
apuntaba: "Su hijo de cinco años Javier le dijo... 'mira mamá, como
cuando te pegó papá". La denuncia nunca llegó a investigarse debido a
que se retiró poco después. Asimismo, la hermana afirma que cuando López
Aguilar se enfada con los niños "les sacude la cabeza".
Según
Patricia, López Aguilar, ex ministro de Justicia, hacía valer sus
conocimientos de Derecho y de su situación política para "amedrentar a
su hermana".
"Le dice que ella no sabe nada y que en los juzgados le darán la razón",
afirma. La imputación proviene de la investigación de la Policía
Nacional, que ha actuado de oficio, e interrogado al vecindario para
tratar de dar luz a lo sucedido en la vivienda de Las Palmas. Y es que, la
alerta la dieron dos incidentes graves en la vivienda de Natalia, donde
viven los hijos menores del ex matrimonio, que se registraron los días 6
y 28 de marzo.
Al día siguiente de la última fecha, dos agentes
de la Policía Judicial se presentaron en el lugar de los hechos por dos
incendios en la cocina de la casa de la ex mujer del ex ministro, ante
el temor de que se tratara de dos intentos de suicidios, más cuando la
vida de dos menores podrían correr serio peligro.
En los dos
incendios, los vecinos alertados por el humo en la vivienda aporrearon
la puerta para que Natalia abriera. La mujer estaba desorientada y en
uno de los sucesos presentaba olor a alcohol. En el otro, los servicios
de emergencia se encontraron a los menores dormidos y tuvo que pasar un
tiempo más del normal para poder despertarles, según El Mundo.
Como
consecuencia, la Policía continuó interrogando a los vecinos para
averiguar la relación que atravesaba la ex pareja, confirmando que era
muy mala. Los inquilinos aseguraron que escucharon gritos, insultos,
golpes en paredes y portazos. Además, uno de ellos afirmó que vio a los
dos "forcejeando en el suelo del rellano debido a una fuerte discusión
que habían mantenido". Natalia les aseguró en una junta de vecinos que
era era víctima de "malos tratos psicológicos desde hace años".
Según
las diligencias recogidas por el diario de Unidad Editorial, "los
agentes quieren reseñar que tras entrevistarse con los vecinos, todos
coinciden en que López Aguilar es una persona poco sociable, con malos
modos en el trato con el resto de los propietarios, no extrañándoles que
Natalia tuviera problemas de convivencia con el".
Otra hermana
de Natalia, Patricia, llegó a declarar ante la Policía hasta en dos
ocasiones. La primera tres días después del último incendio en la
cocina, y aseguró que desde hace "siete años su hermana viene
demostrando signos de malos tratos por parte de su marido, Juan Fernando
López Aguilar, el cual ha mantenido siempre un total desprecio hacia su
hermana, de gritos continuos, insultos y vejaciones". Así, afirma que el
ex ministro del PSOE habría realizado "malos tratos físicos hacia ella y
hacia sus hijos".
En 2013, según la versión de Patricia,
López Aguilar se "acercó a su pareja por detrás cogiéndole por la cara y estirándole del cuello hacia atrás,
logrando zafarse, recibiendo posteriormente un golpe en la cabeza con
una palangana que hay en dicho baño, todo ello en presencia de los
menores que le preguntaban a su madre ¿'qué te quería hacer papá en la
cara'?". Patricia es quien se ha hecho cargo de los menores desde que se
produjo el segundo incendio.
Patricia ha ampliado su declaración este pasado sábado. Según relató, López Aguilar
en una ocasión estalló cuando uno de sus hijos se puso a llorar: "'Ya
estamos otra vez, los tienes consentidos, no vales para nada', y otras
cosas similares". Al tiempo que insultaba a su ex pareja: "'Puta loca',
'gorda', 'me merezco una mujer con más pecho', y cosas similares". Según
la ex esposa, cuando López Aguilar pierde los nervios "les pega a los
niños".
Otra de las hermanas de la ex esposa, Silvia, por su
parte, afirmó que López Aguilar golpeó a su mujer en la cabeza contra el
suelo "reiteradamente".
"La dicente tiene conocimiento de que por lo
menos en una ocasión Juan Fernando le dio un puñetazo en el ojo a su
hermana", afirman las diligencias policiales.
Versión de la ex esposa
Natalia de la Nuez, esposa del exministro de Justicia y europarlamentario socialista
Juan Fernando López y presunta víctima de malos tratos por parte de su marido, ha precisado que no ha presentado ninguna denuncia contra su esposo sino que han sido las pesquisas policiales las que han hecho que el caso llegue al Tribunal Supremo.
"Es un pobre atormentado. Me causa mucha compasión. Me pongo en su lugar y sé que lo debe estar pasando muy mal, pero yo ya no le puedo ayudar a gestionar todo eso --ha dicho en una entrevista a
Vanity Fair--.
Tengo que tener una buena relación porque tenemos dos hijos pequeños y
los tenemos que educar. Él tiene que aguantar mucha presión, en el
partido, en el trabajo, las listas electorales.Tiene que dar la cara en
el ámbito laboral, que es donde él es perfecto".
De la Nuez, que atribuye la separación, efectiva desde el pasado 10 de enero, a la existencia de otra persona, quiere dejar claro que no ha denunciado a Juan Fernando López Aguilar y que "nunca" va a hacerlo, ni tampoco nadie de su familia.
En
este sentido, explica que el pasado 10 de enero su hijo Gorka (imagen inferior), fruto de
una relación anterior, presentó una denuncia ante la Policía, pero asegura que "en este caso fue un error".
"Tengo dos hijos de cinco años y, tras una persecución, me di un golpe y se me puso el ojo negro", comenta.
Respecto a la existencia de otros episodios violentos, señala que la pareja tenía "una relación complicada".
"Como
todos los procesos de divorcio, tienen su parte complicada, violenta y
agresiva. El contenido de la denuncia tiene verdades, pero en ese momento no era justo interponer esa denuncia", reitera.
De la Nuez señala que el sábado anterior a Semana Santa empezó a salir humo de la vivienda y tuvieron que acudir los bomberos. "Yo
estaba sola en casa con mis hijos y, siempre que hay menores
implicados, la policía elabora un informe sobre lo ocurrido preguntando a
los vecinos. Se llama "pesquisas vecinales" y se pregunta, puerta por
puerta, cómo es la familia, qué ha pasado, cómo es la madre, cómo son
los niños", añade.
Es cuando, según su relato, los vecinos
comentaron sus impresiones sobre la relación. De la Nuez afirma que la
policía se quedó sorprendida cuando los vecinos "empezaron a hablar de malos tratos físicos y psicológicos".
"Hablan de lo que han visto. Entonces la policía está obligada a ponerlo en conocimiento del juzgado de violencia de género. Pero no hay ninguna demanda por mi parte, ni por parte de mi familia. Eso tiene que quedar claro. Y no la va a haber", insiste.
La esposa de López Aguilar explica que este mismo martes ha ido a recoger el auto en donde el juez considera que Juan debe declarar porque hay indicios de maltrato y, como el político es aforado, tiene que verlo el Tribunal Supremo.
En todo caso, considera "irrelevante" cuando comenzaron los supuestos malos tratos y resta importancia al hecho de que López Aguilar fuera ministro de Justicia cuando se aprobó la Ley Integral contra la violencia de género.
"Eso
es como el neumólogo que sabe que no hay que fumar y fuma. Son
situaciones humanas complicadas en las que cada uno canaliza su rabia y
su frustración como puede", apunta.
Finalmente, asegura que no es
"vengativa", ni "rencorosa" y se quiere centrar en sus hijos, su familia
y sus amigos.