Cuatro grupos parlamentarios pide Podemos para él mismo (violín), En Marea (clarinete), Compromís Podem (cello) y En Comú Podem
(piano). Una petición que choca con el rechazo de los demás grupos
parlamentarios y, sobre todo, con el reglamento de la Cámara, artículo
23.
¿Y
por qué querrá Podemos pedir algo tan estrafalario -recuérdese que
asegura ser un solo partido con 69 diputados- aparte de por la muy
respetable razón de entrar por costumbre en todas partes armando el
pollo para llamar la atención?
Según
los análisis más solventes de la prensa, por tres razones. Primera:
para pillar cuartos, ya que, con cuatro grupos, los 69 diputados se
levantan una pastuqui similar a la del PP, que tiene 123. No creo, sin
embargo, que sea esta la razón. Los de Podemos, gracias a los dioses,
tienen una relación distinta con el dinero que la del PP. No se les pega
a las manos ni se les desliza en el bolsillo sin que se den cuenta. Son
gente desprendida y austera. Definitivamente, no es la razón.
La
segunda, se dice, es que, al ser cuatro, les corresponden cuatro veces
más asesores y personal de apoyo que a los demás grupos. En el fondo, es
igual a la primera: apunta a la codicia, aunque esta vez en especie, en
kilo de asesor más que en metálico. Y tampoco me parece cierta. Los de
Podemos no son codiciosos, al menos de bienes materiales. Quizá de
gloria, pero eso no está mal.
La
tercera apunta a que, al ser cuatro grupos, aumenta el tiempo de
intervenciones que les corresponden en la actividad ordinaria, sobre
todo en el pleno. Aquí sí puede haber algo de motivación por cuanto a
los morados les gusta mucho hablar, sobre todo si hay cámaras cerca. Es
lo que mejor saben hacer. Algunos dicen que lo único, pero es
maledicencia. No obstante tampoco creo que sea toda la causa porque los
de Podemos saben que, al estar el tiempo tasado en el Parlamento, se lo
distribuyen entre los grupos y lo que de más le corresponda a él será de
menos para los otros. Y eso no es elegante ni juego limpio. No estoy
seguro porque, según mi experiencia, eso del juego limpio, les suena un
poco a tagalo.
En
realidad, la verdadera razón es más profunda, se mantiene oculta y, en
principio, es de imposible solución o de solución metafísica, que viene a
ser lo mismo. Se explica así: los 69 diputados de Podemos y las
confluencias de taifas quieren cuatro grupos porque no son un solo
partido, sino cuatro, con lo cual cumplirían con el art. 23,1 del
Reglamento, que prohíbe taxativamente grupos distintos a diputados del
mismo partido. No son el mismo partido.
Pero
eso choca con el discurso oficial, consistente en contabilizar los 69
diputados en un solo rebaño, pastoreado por Podemos. Así lo dijo
Iglesias en la noche electoral y lo repiten todos, dirigentes y medios
afines: Podemos tiene 69 diputados.
Entonces,
exactamente esas 69 señorías ¿a cuántos partidos pertenecen? ¿A cuatro o
a uno? Si pertenecen a uno, como dice la dirección de Podemos, solo
puede tener un grupo parlamentario, según el reglamento. Si pertenecen a
cuatro, como sostienen las taifas-confluencias, pueden tener cuatro
grupos, pero eso contradice el discurso oficial y, no pudiendo decirse
eso de "tres personas y un solo dios verdadero", pues son cuatro, hay
que aclarar el embrollo. Para complicarlo, cada una de las confluencias
tiene el partido de los círculos (o sea, que sí son el mismo partido)
pero también tienen otros partidos, grupos, asambleas (o sea, que no son
el mismo partido). ¿Ven como la solución es metafísica?
En el fondo, la que Podemos propone es lo que podría llamarse de razón cínica
y consiste en lo siguiente: los lideres pueden seguir hablando de los
69 diputados de su partido, pero les interesa que haya los cuatro grupos
parlamentarios porque así se disimula más que no son 69 diputados sino
42 (de Podemos) y los 27 restantes se reparten entre las
confluencias/taifas. De esa forma a nadie le extrañará mucho que los 12
de En Comú Podem voten contra un posible gobierno de Podemos si
no hay referéndum o que hoy el clarinete vote contra el violín y mañana
lo haga el cello. Si estuvieran todos en el mismo grupo no sería un
cuarteto sino un gallinero, lo cual pude resultar vistoso y entretenido,
pero es poco leninista.
La
solución es un algo descarada pero a los de Podemos les va de entrada
que se los tomen en serio. Por ese motivo ya han empezado las
negociaciones para la constitución del Parlamento y, según mis noticias,
en este momento, ofrecen al PSOE la presidencia de la Cámara a cambio
de que se les den los cuatro grupos.
Un ejemplo vivo de nueva política.
L@s lector@s de Palinuro saben que no
suelo hablar de cuestiones personales. Pero a veces hay que hacer
excepciones. Viene esto a cuento de una campaña de difamación contra mi
persona que algunos comunistas están intentando hacer en las redes y que
no comentaría de no ser porque me ofrece la posibilidad de pasar de lo
personal a lo general y de abrir un debate que puede ser bueno para la
izquierda.
La
campaña es tan ridícula y estúpida que dan ganas de reír. Ni esto saben
ya hacer los comunistas, cuando tan bien se les daban las campañas de
difamación en el pasado; tanto que llegó a ser lo único que hacían bien.
Pero, ya se ve, la estirpe degenera.
La
presente versa sobre mi posición en el referéndum de la OTAN en España
hace ahora treinta años y es ridícula y absurda porque han sacado las
"pruebas" de una entrada en mi página web. En ella figura -y lo tengo a mucho orgullo- el enlace al artículo que sobre el "sí" a la OTAN publiqué en El País
el día de reflexión, 11 de marzo de 1986. Es decir, los difamadores
pretenden utilizar contra mí algo que yo mismo tengo expuesto en público
y de lo que me enorgullezco porque hoy, 30 años después, escribiría el
mismo artículo.
¿Cómo
es esto posible? Porque siendo comunistas los de la campaña no saben lo
que hacen y todo lo entienden al revés. Por eso el comunismo ha sido y
es una fracaso. Y no digo que lo será en el futuro porque en el futuro,
ni fracaso será esta monserga.
No
merece, pues, la pena seguir en este terreno personal y vamos a pasar
al de interés general acerca de la OTAN. Puede servir para romper el
enésimo tabú de la izquierda que ha aceptado acríticamente la visión
condenatoria fabricada por los comunistas por no buscarse líos a los que
estos son muy dados. Sobre todo cuando les tocan el fundamento de su
penúltima patraña, esto es, IU, que surgió precisamente de su nuevo
fracaso en ese referéndum con la misión de funcionar como un disfraz del
PCE que ya en los ochenta no podía presentarse con sus siglas a una
elecciones porque los votantes, como hoy, en 2016, huían despavoridos.
Son seis mis observaciones:
1ª)
El PSOE abordó el asunto de la OTAN equivocadamente con una actitud
negativa ("OTAN, de entrada, no") que tuvo ribetes demagógicos de los
que por fortuna se desdijo cuando, ya en el gobierno, se dio cuenta de
que negarse a la entrada era contrario a los intereses de España, aunque
favorable, por supuesto, a los de la URSS, que eran los que el PCE
defendía. Con independencia de si las alianzas militares son aceptables o
no (yo creo que no debieran existir), lo cierto es que, si las hay y a
alguna de ellas pertenecen todos los países a los que queremos
igualarnos, nos interesa estar en ella.
2ª)
En 1981 había habido una intentona militar. El ejército seguía siendo
franquista y golpista. Hoy sigue siendo bastante franquista, pero ya no
es tan golpista, entre otras cosas porque, el ingreso en la OTAN lo ha
obligado a perder sus actitudes tradicionales y a alinearse con las FFAA
de los países de nuestro entorno en punto a las relaciones entre los
militares y el poder civil. Una consideración que los partidarios del
"no" ni olían.
3ª)
Todos los países europeos democráticos, exceptuados los neutrales, eran
miembros de la OTAN. España necesitaba incorporarse a Europa después de
casi 200 años de aislamiento y cualquiera -menos los partidarios del
no- entendía que el ingreso en la Comunidad Europea, por la que
suspirábamos todos excepto los comunistas, tenía como pendant el
ingreso en la OTAN. Acabar con el aislamiento en todos los campos era
vital para nuestro país. Los ingleses, franceses, etc de izquierda que
nos visitaron entonces (y conocí varios) decían que los españoles
daríamos una lección al mundo votando "no" y quedándonos fuera. Pero
ellos, muy cucos, no pedían referéndums de salida de la organización en
sus países.
4ª)
Todos los países "socialistas" englobados en el Pacto de Varsovia
(versión soviética de la OTAN de la que el PCE no tenía nada malo que
decir porque era una organización de "defensa" del campo comunista), en
cuanto pudieron liberarse del abrazo fraternal de los rusos salieron
disparados a pedir el ingreso en la OTAN. Voluntariamente, a diferencia
de cómo ingresaron en el Pacto de Varsovia.
5ª)
Treinta años después es buena fecha para hacer un balance de en qué han
quedado las tenebrosas profecías sobre el futuro de España en la OTAN.
¿Hace falta decirlo? En nada. Eran mentira, como siempre. España no se
ha implicado en ninguna aventura exterior exclusivamente a causa de la
OTAN. Lo ha hecho por actos propios de piratería internacional, al
margen de la OTAN (como la canallada de las Azores) o bajo paraguas de
la ONU, incluida la intervención de la OTAN en la ex-Yugoslavia. Cuando
uno yerra tan clamorosamente en sus predicciones, uno debe ser más
modesto y no tapar su ineptitud manteniendo un espantajo imaginario y
falso. La URSS había ordenado a los partidos comunistas que estuvieran
contra la OTAN y contra la Comunidad Europea. La URSS ha desaparecido
pero los comunistas siguen en lo que se les ordenó, como el tonto al que
señalan un camino, el camino se acaba y el tonto sigue.
6ª) La
IU, creada para tratar de aprovechar el "no" a la OTAN en donde, por
cierto, perdió, no ha servido para nada. No ha parado a la OTAN y en
treinta años no ha servido para nada más que para dividir a la
izquierda; y ahora que llega otro que eso lo hace mejor está a punto de
desaparecer.
Vuelta
brevísima a lo personal: hace falta ser fanático y necio para intentar
una campaña de difamación acusando al difamado de haber acertado en su
día.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED