BARCELONA.- El urbanismo ocupa cada día una superficie equivalente a tres campos de fútbol en el litoral español, según la organización ecologista Greenpeace, que denunció hoy que los ayuntamientos costeros planean la construcción de tres millones de viviendas nuevas.
Greenpeace presentó hoy simultáneamente en Madrid y Barcelona el informe "Destrucción a toda costa", un estudio sobre la situación del litoral español que la organización ecologista elabora desde el año 2001.
El director de Greenpeace España, Juan López de Uralde, consideró hoy que el "urbanismo desaforado" en el que están inmersos los ayuntamientos supone de hecho un "trasvase del patrimonio común a manos privadas", y aseguró que el mar ha comenzado ya a enviar signos de "saturación", y citó el caso de las medusas que proliferan por el aumento de la temperatura del agua y de los vertidos.
Uralde citó el caso de Marbella como paradigma de los escándalos judiciales ligados al urbanismo, el hotel del Agarrobico en Carboneras (Almería) como paradigma de los "atropellos" urbanísticos, y La Marina de Cope en Águilas (Murcia) como paradigma de la desclasificación de un terreno natural protegido para propiciar el avance de la construcción.
Según los datos facilitados por Greenpeace, el suelo urbanizable en la actualidad triplica la superficie de suelo ya construido, por lo que Uralde incidió en que la solución ya no pasa por frenar el urbanismo sino por desclasificar suelo urbanizable.
El informe de Greenpeace incide además en los impactos negativos asociados al urbanismo, entre ellos la construcción de más infraestructuras como puertos deportivos, el consumo masivo de recursos naturales como el agua o la multiplicación de los vertidos.
El director de Greenpeace consideró que la construcción de puertos deportivos supone "privatizar el mar", y denunció la proliferación de este tipo de instalaciones y de puntos de amarre para que los propietarios de los barcos utilicen éstos entre dos y tres días al año.
Según los datos recopilados en el informe, el número de viviendas proyectadas en planes urbanísticos o territoriales roza los tres millones; se han detectado 99.519 viviendas ilegales; 89 casos de corrupción urbanística investigados y 354 implicados (entre ellos varios alcaldes).
Apunta además que existen 316 nuevos proyectos para construir campos de golf; 202.250 plazas hoteleras; 112 nuevos puertos deportivos o ampliaciones de éstos para 38.389 amarres; y 350 municipios depuran mal las aguas o sus vertidos son ilegales.
La autora del informe, María José Caballero, criticó el progresivo incremento del número de plazas hoteleras, sobre todo en Andalucía y en Murcia, a pesar de que la industria turística acumula un constante descenso de ingresos (del 2,8 por ciento el pasado año).
La construcción masiva de segundas residencias en la costa y la consecuente destrucción de la belleza del litoral son las principales causas de la mala racha del turismo, según Greenpeace, que ha insistido en que la protección del litoral está ligada al buen desarrollo del turismo.
Caballero advirtió además que los informes sobre impactos del cambio climático apuntan que en el año 2050 el mar habrá subido 35 centímetros en Galicia, Islas Canarias y el litoral cantábrico, y 20 centímetros en el mediterráneo, y que cada metro de subida supone un retroceso de un metro de la línea de costa, y consideró por ello "imprescindible" incorporar esas previsiones en todos los planeamientos.
Los responsables de Greenpeace fueron también críticos con los planes de Medio Ambiente en la costa, denunciaron los presupuestos "ridículamente bajos" y citaron varios ejemplos de obras insostenibles que a su juicio ponen de relieve la falta de voluntad real del Gobierno para proteger la costa.
Entre estas obras, se refirieron la iniciativa del Ministerio de construir quince diques que convertirán las playas urbanas de Barcelona en "piscinas estancadas" de agua salada o la destrucción y privatización de un tramo de la marisma de Puerto Real (Cádiz).- (EFE)
Greenpeace presentó hoy simultáneamente en Madrid y Barcelona el informe "Destrucción a toda costa", un estudio sobre la situación del litoral español que la organización ecologista elabora desde el año 2001.
El director de Greenpeace España, Juan López de Uralde, consideró hoy que el "urbanismo desaforado" en el que están inmersos los ayuntamientos supone de hecho un "trasvase del patrimonio común a manos privadas", y aseguró que el mar ha comenzado ya a enviar signos de "saturación", y citó el caso de las medusas que proliferan por el aumento de la temperatura del agua y de los vertidos.
Uralde citó el caso de Marbella como paradigma de los escándalos judiciales ligados al urbanismo, el hotel del Agarrobico en Carboneras (Almería) como paradigma de los "atropellos" urbanísticos, y La Marina de Cope en Águilas (Murcia) como paradigma de la desclasificación de un terreno natural protegido para propiciar el avance de la construcción.
Según los datos facilitados por Greenpeace, el suelo urbanizable en la actualidad triplica la superficie de suelo ya construido, por lo que Uralde incidió en que la solución ya no pasa por frenar el urbanismo sino por desclasificar suelo urbanizable.
El informe de Greenpeace incide además en los impactos negativos asociados al urbanismo, entre ellos la construcción de más infraestructuras como puertos deportivos, el consumo masivo de recursos naturales como el agua o la multiplicación de los vertidos.
El director de Greenpeace consideró que la construcción de puertos deportivos supone "privatizar el mar", y denunció la proliferación de este tipo de instalaciones y de puntos de amarre para que los propietarios de los barcos utilicen éstos entre dos y tres días al año.
Según los datos recopilados en el informe, el número de viviendas proyectadas en planes urbanísticos o territoriales roza los tres millones; se han detectado 99.519 viviendas ilegales; 89 casos de corrupción urbanística investigados y 354 implicados (entre ellos varios alcaldes).
Apunta además que existen 316 nuevos proyectos para construir campos de golf; 202.250 plazas hoteleras; 112 nuevos puertos deportivos o ampliaciones de éstos para 38.389 amarres; y 350 municipios depuran mal las aguas o sus vertidos son ilegales.
La autora del informe, María José Caballero, criticó el progresivo incremento del número de plazas hoteleras, sobre todo en Andalucía y en Murcia, a pesar de que la industria turística acumula un constante descenso de ingresos (del 2,8 por ciento el pasado año).
La construcción masiva de segundas residencias en la costa y la consecuente destrucción de la belleza del litoral son las principales causas de la mala racha del turismo, según Greenpeace, que ha insistido en que la protección del litoral está ligada al buen desarrollo del turismo.
Caballero advirtió además que los informes sobre impactos del cambio climático apuntan que en el año 2050 el mar habrá subido 35 centímetros en Galicia, Islas Canarias y el litoral cantábrico, y 20 centímetros en el mediterráneo, y que cada metro de subida supone un retroceso de un metro de la línea de costa, y consideró por ello "imprescindible" incorporar esas previsiones en todos los planeamientos.
Los responsables de Greenpeace fueron también críticos con los planes de Medio Ambiente en la costa, denunciaron los presupuestos "ridículamente bajos" y citaron varios ejemplos de obras insostenibles que a su juicio ponen de relieve la falta de voluntad real del Gobierno para proteger la costa.
Entre estas obras, se refirieron la iniciativa del Ministerio de construir quince diques que convertirán las playas urbanas de Barcelona en "piscinas estancadas" de agua salada o la destrucción y privatización de un tramo de la marisma de Puerto Real (Cádiz).- (EFE)