LONDRES.- Fitch ha anunciado esta tarde que reduce el rating de 18
entidades financieras españolas, a tres de las cuales pone la
perspectiva en vigilancia negativa para una posible rebaja (donde
mantiene a otras cinco), así como la
calificación de viabilidad de 15 entidades, como consecuencia de la
reciente decisión de la agencia de degradar en tres escalones la nota de
España, hasta 'BBB' con perspectiva 'negativa'.
Asimismo, la calificadora de riesgos ha tenido en cuenta en su decisión las preocupaciones respecto a un mayor deterioro potencial de las carteras de determinadas entidades, algo especialmente cierto en el caso de entidades muy expuestas al sector inmobiliario y de la construcción, y en el de aquellas con bajos niveles de capital, caso claro de Banco Mare Nostrum, en el se integra Caja Murcia.
Este recorte, explica la agencia, se produce tras el sufrido por la calificación soberana de España (hasta “BBB” desde “A”, perspectiva negativa). Además, incluye las preocupaciones en torno a la posibilidad de que se produzca un mayor deterioro en los préstamos de crédito de algunos bancos, especialmente, aquellas entidades cuyo balance está muy expuesto a la construcción y al sector inmobiliario, y también aquellas que tienen las bases de capital más bajas.
La firma recuerda que prevé que España siga en recesión durante el resto de este año y el próximo, frente a la estimación previa de que se beneficiaria de una leve recuperación en 2013. “Las entidades rebajadas hoy son puramente nacionales, por tanto, su capacidad de generación de ingresos, perfil de riesgo, acceso a la financiación y coste de la misma están muy determinados por la evolución de la economía en el país y de su mercado inmobiliario”, afirma Fitch.
En opinión de la agencia, “la debilidad de la economía española seguirá afectando al volumen de negocio, lo que unido a los bajos tipos de interés, ejercerá presión sobre los ingresos. Los bancos se enfrentan al reto de aumentar aún más los niveles de cobertura de los préstamos ante el deterioro de los activos ligados al ‘ladrillo’, al mismo tiempo que deben hacer frente unos requisitos de capital más estrictos”.
No obstante, Fitch señala que “no ha cambiado su perspectiva sobre el apoyo del Gobierno al sector financiero tras el anuncio de que recibirá hasta 100.000 millones del EFSF/ESM. El reciente recorte de rating de España ya incluía los costes fiscales de reestructurar y recapitalizar la banca, que en el caso base eran de entre 50.000 y 60.000 millones y en el más negativo de 100.000 millones”.
Así, ha rebajado hasta “BBB” desde “A-” a CaixaBank, La Caixa, Kutxabank, Caja Rural de Navarra, Sociedad Cooperativa de Crédito, y Grupo Cooperativo Ibérico de Crédito. Mientras, que el recorte de Caja Laboral Popular ha sido de “BBB+” a “BBB”. Explica la agencia que “aunque expuestas al entorno macroeconómico español y sensibles a posibles recortes en la calificación de España, estas entidades tienen poca exposición al sector inmobiliario y buenas bases de capital”.
Al mismo tiempo, se muestra preocupada por la relativa exposición al “ladrillo” y débil ratio de capital de Banco Mare Nostrum (rebaja a “BBB-” desde “BBB”, en revisión negativa para otro posible recorte) y de Liberbank (reduce hasta “BBB-” desde “BBB+”, en revisión negativa para otra posible rebaja).
Además, rebaja la calificación de Banco Popular hasta “BBB-” desde “BBB” (perspectiva negativa); y la de de Banco Sabadell, a “BBB” desde “BBB+” (y la pone en vigilancia negativa para una posible rebaja). En vigilancia sitúa también la calificación de Cajamar (a la que ha recortado hasta “BBB-” desde “BBB+”) y la de Unicaja Banco (a la que ha rebajado de “A-” hasta “BBB-”)
Por último, Fitch reduce el rating de la CECA, del Banco Cooperativo Español, de Banco Guipuzcoano y de Bankia hasta “BBB” desde “BBB+”, con perspectiva negativa.
Además, reitera la calificación de Banca Cívica en “BBB”, con perspectiva negativa y la de “BB” para Banco Financiero y de Ahorros (BFA), con perspectiva estable.
Asimismo, la calificadora de riesgos ha tenido en cuenta en su decisión las preocupaciones respecto a un mayor deterioro potencial de las carteras de determinadas entidades, algo especialmente cierto en el caso de entidades muy expuestas al sector inmobiliario y de la construcción, y en el de aquellas con bajos niveles de capital, caso claro de Banco Mare Nostrum, en el se integra Caja Murcia.
Este recorte, explica la agencia, se produce tras el sufrido por la calificación soberana de España (hasta “BBB” desde “A”, perspectiva negativa). Además, incluye las preocupaciones en torno a la posibilidad de que se produzca un mayor deterioro en los préstamos de crédito de algunos bancos, especialmente, aquellas entidades cuyo balance está muy expuesto a la construcción y al sector inmobiliario, y también aquellas que tienen las bases de capital más bajas.
La firma recuerda que prevé que España siga en recesión durante el resto de este año y el próximo, frente a la estimación previa de que se beneficiaria de una leve recuperación en 2013. “Las entidades rebajadas hoy son puramente nacionales, por tanto, su capacidad de generación de ingresos, perfil de riesgo, acceso a la financiación y coste de la misma están muy determinados por la evolución de la economía en el país y de su mercado inmobiliario”, afirma Fitch.
En opinión de la agencia, “la debilidad de la economía española seguirá afectando al volumen de negocio, lo que unido a los bajos tipos de interés, ejercerá presión sobre los ingresos. Los bancos se enfrentan al reto de aumentar aún más los niveles de cobertura de los préstamos ante el deterioro de los activos ligados al ‘ladrillo’, al mismo tiempo que deben hacer frente unos requisitos de capital más estrictos”.
No obstante, Fitch señala que “no ha cambiado su perspectiva sobre el apoyo del Gobierno al sector financiero tras el anuncio de que recibirá hasta 100.000 millones del EFSF/ESM. El reciente recorte de rating de España ya incluía los costes fiscales de reestructurar y recapitalizar la banca, que en el caso base eran de entre 50.000 y 60.000 millones y en el más negativo de 100.000 millones”.
Así, ha rebajado hasta “BBB” desde “A-” a CaixaBank, La Caixa, Kutxabank, Caja Rural de Navarra, Sociedad Cooperativa de Crédito, y Grupo Cooperativo Ibérico de Crédito. Mientras, que el recorte de Caja Laboral Popular ha sido de “BBB+” a “BBB”. Explica la agencia que “aunque expuestas al entorno macroeconómico español y sensibles a posibles recortes en la calificación de España, estas entidades tienen poca exposición al sector inmobiliario y buenas bases de capital”.
Al mismo tiempo, se muestra preocupada por la relativa exposición al “ladrillo” y débil ratio de capital de Banco Mare Nostrum (rebaja a “BBB-” desde “BBB”, en revisión negativa para otro posible recorte) y de Liberbank (reduce hasta “BBB-” desde “BBB+”, en revisión negativa para otra posible rebaja).
Además, rebaja la calificación de Banco Popular hasta “BBB-” desde “BBB” (perspectiva negativa); y la de de Banco Sabadell, a “BBB” desde “BBB+” (y la pone en vigilancia negativa para una posible rebaja). En vigilancia sitúa también la calificación de Cajamar (a la que ha recortado hasta “BBB-” desde “BBB+”) y la de Unicaja Banco (a la que ha rebajado de “A-” hasta “BBB-”)
Por último, Fitch reduce el rating de la CECA, del Banco Cooperativo Español, de Banco Guipuzcoano y de Bankia hasta “BBB” desde “BBB+”, con perspectiva negativa.
Además, reitera la calificación de Banca Cívica en “BBB”, con perspectiva negativa y la de “BB” para Banco Financiero y de Ahorros (BFA), con perspectiva estable.