MURCIA.- El organismo de Caritas Diocesana Cartagena-Murcia tiene previsto haber atendido 175.000 demandas satisfechas a finales de año, ya que al terminar el tercer trimestre de 2008 llevan realizadas 126.000, a causa de la crisis económica, según el resultado del informe de recogida de datos a fecha 30 de septiembre de 2008 de la Diócesis de Cartagena-Murcia.
Así, en este informe se revela que la diferencia con 2007 es notable, debido a que en todo ese año se atendieron 110.000 demandas satisfechas, 65.000 menos que en lo que llevamos de 2008.
El tipo de ayudas solicitadas por las personas que se han visto afectadas por la situación económica no ha variado mucho con respecto a otros momentos, debido a que, según este informe, siguen siendo de atención primaria, como alimentos, ropa, calzado y medicinas. Lo que sí ha aumentado significativamente es el número de ayudas solicitadas para el pago de recibos como la luz o el agua.
Desde Caritas Diocesana de Murcia-Cartagena aseguraron que en el año 2007 hacían frente a los pagos que se solicitaban por parte de las cáritas parroquiales, pero en este año se sienten desbordados porque los recursos con los que cuentan son escasos.
Asimismo, se están incrementando en gran número las ayudas que se solicitan al programa de 'Caixa-Proinfancia' que se administra en Murcia y su área metropolitana. Tras el periodo vacacional, se reinició, en concreto el pasado 15 de septiembre, en dos parroquias. En un plazo breve de tiempo se espera que llegue a 23 parroquias de forma sucesiva y coordinada.
Desde Cáritas manifestaron que se vieron "obligados" a contratar a ocho trabajadores sociales para reforzar técnicamente a estas parroquias en las tareas de elaboración de informes sociales y acompañamiento a familias, a través de un convenio con el Servicio de Empleo y Formación (SEF) de la Comunidad Autónoma.
En cuanto a las ayudas que se facilitan desde Cáritas, se distribuyen entre bienes y servicios. Los bienes van dedicados a la infancia y a la adolescencia --hasta 16 años--, y éstos son alimentos infantiles, higiene infantil, material ortopédico (gafas y audífonos) y equipamiento escolar; mientras que los servicios que prestan son apoyo psicológico, desarrollo del menor, terapias familiares, refuerzo educativo, ayudas para el cuidado del niño en el domicilio y en centros abiertos, y ayudas para actividades en campamentos y escuelas de verano.
También, algunas personas han pedido ayuda a Cáritas, para poder hacer frente al pago de su hipoteca por amenaza de desahucio, pero al ser cantidades muy altas, --unos 30.000 euros--, desde Cáritas afirmaron que "a esas grandes sumas de dinero no pueden hacerles frente".
Por otro lado, de cara a la época navideña, están realizando una campaña en los colegios y empresas de la Región para que "nadie pase necesidad", además de la campaña de recogida de juguetes para entregarlos a los niños el día de Reyes.
Desde que surgiera la crisis económica a nivel nacional y regional, el perfil de las personas que solicitaban ayuda a Cáritas Diocesana ha ido adquiriendo nuevas características.
En la actualidad, y según se muestra en este informe, dicho perfil lo componen mujeres inmigrantes de 40 años de media, que buscan empleo por primera vez y que sus maridos están parados; mujeres españolas de baja cualificación laboral, que han perdido su empleo y con cargas familiares; familias en las que el padre de mediana edad (unos 40 años) ha perdido su empleo en el sector de la construcción, hostelería o agricultura; jóvenes que tenían empleos precarios; familias inmigrantes que están en paro y no pueden renovar la autorización de residencia y trabajo, y muchas de ellas con grandes deudas hipotecarias.
Por otro lado, con motivo de la situación de crisis que están viviendo las familias murcianas, de este informe se desprende que la bolsa de empleo para mujeres que administra el programa de inmigrantes del organismo religioso fue en los tres primeros trimestres del año de 52 contratos mensuales, mientras que durante 2007 se realizaron una media de 76 al mes.
Estos trabajos que desempeñan las mujeres son para labores de servicio doméstico, atención a enfermos y personas mayores o incapacitadas. Dichas trabajadoras se forman en los proyectos que desarrolla Cáritas Diocesana en cuanto a cocina española, planchado, urbanidad, arreglo y orden de un hogar, entre otros.
Las demandantes de empleo, a través de esta bolsa de trabajo, en los nueve primeros meses de 2008 fueron 1.215, con un descenso en las ofertas de un 20 por ciento, mientras que en 2007 fue de 943.
En cuanto a las ayudas autonómicas que recibe Cáritas, indicaron que, en general, se mantienen en los mismos niveles del año pasado, aunque especificaron que para el organismo es muy estresante que "a las fechas que estamos, haya subvenciones solicitadas cuya resolución no ha llegado".
Mientras, la tendencia de subvención de los presupuestos de las Cáritas Diocesanas de España es de un 60 por ciento de carácter privado y un 40 por ciento público. En la diócesis de Murcia-Cartagena los fondos públicos son del 80 por ciento y el 20 por ciento restante son privados, incluyendo en éstos últimos, los procedentes de bancos y cajas de ahorro. A pesar de todo, en Cáritas los donantes siguen disminuyendo y ya son pocos los "donantes fieles".
Por último, Cáritas Diocesana de Murcia-Cartagena indicó que están iniciando una campaña llamada 'Empresas con Corazón', que tiene como objetivo pedir a las mismas ayuda económica, empleo, alimentos, y también la posibilidad de que reserven puestos de trabajo para jóvenes y personas de mediana edad, que están participando en procesos personalizados de integración social y que precisan de un trabajo para culminar esa integración.
La crisis lo dispara todo
Cada día pierden su empleo en la Región unas 200 personas. Ello, junto a las penurias particulares de cada uno, ha llevado a un número indeterminado de gente a perder su casa.
Los trabajadores de los centros de atención y acogida ven a diario todo tipo de casos: el ama de casa cuyo marido se ha quedado sin trabajo y que no tienen ni para comer.
La ONG católica señala que muchas de estas personas tienen deudas hipotecarias grandes. Otro de los datos apunta a una 'españolización' de la pobreza.