Valcárcel tiene un mes por delante, indeseable para mi peor enemigo. Alineado, por el desafecto de los otros, con los perdedores de su partido a medio plazo, encima presidirá un Congreso Nacional para el que carece de talla política y categoría personal. Voy a ir sólo por ver como demuestra su torpeza a cada paso. Acabe como acabe aquello, él saldrá de Valencia hecho jirones y enfrentado con todos. Sólo así podrá comprobar Rajoy la clase de medianía con la que se ha jugado su mala suerte. El gallego está políticamente muerto y arrastrará a todos sus mentores.
Tiene Valcárcel , además, pisándole los talones a Izquierda Unida, que afirma, le consta, conocía todos los pasos del ex alcalde imputado de Totana, Juan Morales, y al abogado Diego de Ramón, dispuesto a demostrar que la supuesta gran corrupción administrativa de sus gobiernos se esconde en el INFO. De ahí a sacarle todo lo pendiente, media un palmo. Ni IU ni el letrado lo dejarán ya tranquilo aunque se marche de San Esteban. El objetivo es sentarlo en el banquillo y desenmascararlo para que la sociedad murciana sepa ante que clase de gente nos encontrábamos. ¿Trabajaba Juan Morales por libre o iba en comandita con otros más poderosos que él?
"Si está dentro de esa media Región que conocía este asunto, Valcárcel se convierte en cómplice, pero si no lo está, es un presidente que deja mucho que desear porque no sabe lo que está pasando", ha dicho con gran tino el lider regional de IU, José Antonio Pujante, acerca del supuesto conocimiento de Valcárcel de las presuntas fechorías del imputado Juan Morales.
No le andará a la zaga Patricio Valverde, ex director del INFO, ex consejero y hoy delegado de Iberdrola. Muchos de sus beneficiados están "cantando" ahora porque se encuentran en libertad de conciencia tras haber pagado sus respectivos "peajes". Andan por ahí rodando unas facturas de muebles que pueden resultar una delicia para la UCO si se llega a probar hacia dónde se dirigió luego el capitoné y si ese lugar resultó también una dádiva por un, digamos, "trato preferente" a una fruta madura que se da en Cartagena-La Unión. Si yo fuese concesionario de "Audi", tampoco dormiría tranquilo, Ginés, precisamente ahora que muchos camioneros no pueden pagar más kilómetros.
La verdad es que Valcárcel no sabe ya cómo escapar de su propia ratonera porque tiene la convicción íntima de que desde aquí hasta las elecciones europeas el incierto devenir puede sacarlo de la política e, incluso, no llegar a disfrutar de su nueva casa de la Gran Vía comprada a tan buen precio. Para colmo de mala suerte, el PP que viene es el de Rato-Costa-Tizón-Calero, que vuelve, y que echará por la borda a toda la gentuza que ha podrido la organización como condición "sine quanon" para poder aspirar de nuevo a La Moncloa.
Poco margen le va a quedar ahora a Sánchez Carrillo en "Caja Murcia", y más, cuando Carlos Egea se ha olido la jugada de los hermanos Valcárcel y se postula para presidente ejecutivo para no dejar hueco... y tampoco dar explicaciones a los vicarios del presidente. El PSRM apoya ahora a este director general frente a la oligarquía del PP, incluido el matrimonio Ruíz-Caballero.
No es que las cajas, de ahorro o cooperativas, estén en su mejor momento (Caja Murcia busca 300 millones desesperadamente y la CAM otros 350 ante su falta de liquidez, y antes prefieren pedir a empleados, clientes, jubilados y desinformados, que a un mercado profesional que se lo niega u ofrece a un precio prohibitivo. Una y otra acaban de adiestrar a sus directivos en un nuevo argumentario de venta).
De poco le va a servir a Valcárcel ese 61% de votos, menos mérito suyo que de la incompetencia probada del tándem Saura-Jara, cuando la nueva dirección nacional del PP suelte la guillotina. El candidato de Génova a sustituirle será el ex rector Ballesta (que no está por remodelar el barrio de La Paz, en Murcia para mayor gloria del promotor López Rejas) y nada más lejos que Pedro Antonio, el político de Puerto Lumbreras, tan amigo de Morales, o Benito, el de Torre Pacheco, tan amigo de García Madrid y Garre.
La cosa es que Saura, en el colmo del delirio y de su propio patetismo político, se ha inventado un "oponente" en la figura de su cantado "delfín" de siempre, su ex alumno Javier Mármol, ante el peligro de que las jóvenes promesas del PSRM fuesen finalmente instrumentalizadas por los saurios del partido y lanzados contra su gestión. La verdad es que han demostrado ser unos pipiolos sin idea ni estategia. Pero, al menos, se han dado cuenta de la jugada de Saura y alguna respuesta le darán cuando proceda.
Ese ha sido el argumento de Saura ante José Blanco para que le conceda un poco más de tiempo de gracia y así acabar políticamente con los enemigos de Zapatero dentro de su propio partido en la Región. Como Blanco no ve todavía una alternativa clara y sólida, por eso no ha dado su bendición a Ros-Martínez y Cía, cuyo mayor error en la presentación sabatina fue dejarse fotografiar con oportunistas y no desmarcarse expresamente a la primera de los Navarro, Ortíz, Escudero, etc.
Ahí se explica el nombramiento "in extremis" de González Tovar como delegado del Gobierno, antes de lo previsto y por mano de Blanco, para que Saura amarrase a los delegados de la agrupación de Vista Alegre y de las inexistentes Juventudes Socialistas, por si acaso. La renuncia de Rosa Peñalver había alargado hasta el verano teóricamente la permanencia de un Ángel González, que llegó a proclamarse como "saurista" pocas horas antes de su inesperado cese.
Saura terminará así de conducir el PSRM al desastre por su empeño de cerrar en falso la profunda crisis del proyecto político con tal de permanecer él al frente por si se hunde ahora el PP murciano y, enmedio del cataclismo, llega a San Esteban de rebote desde Torre Pacheco. No entiende que no es un líder y que la sociedad murciana, incluida la progresista, lo rechaza porque no le ve ningún carisma y lo considera, además, muy susceptible de manejar por grupos oligárquicos ademocráticos y antiprogresistas. Exactamente igual que el triste Rajoy; un calco.
Saura es apoyado por el muy dudoso senador jumillano Abellán y el corrupto senador ceutiense Hurtado; por la muy sospechosa agrupación socialista Centro de Cartagena (la que controla en la sombra el sospechoso ex alcalde Alonso, hoy dedicado a enjuagues urbanísticos y tráfico de influencias desde su digna profesión de maestro de escuela); por el socialismo más corrupto e inepto de Lorca, tributario de Miguel Navaro, y por todo el resto de la galopante corrupción socialista histórica murciana, incluida la de Los Alcázares, Calasparra, Moratalla, Alhama y La Unión.
Zapatero sabe de sobra que Saura no es un ganador y que en Murcia no hay partido sino "aparato". Desde que fue elegido secretario general, Saura ha consultado sólamente con un sanedrín desconectado de la realidad de la calle y ni tan siquiera ha despachado regularmente con miembros de su propia Ejecutiva. Ha estado en manos de los "enanos" del corrupto Hurtado, vía Jara, y lo va a seguir estando ante su traición a la "nomenklatura" de siempre y su falta de predicamento en los sectores más solventes de la izquierda murciana, para quien el verdadero líder hoy es Pujante, de IU.
Falta Saura clamorosamente a la verdad cuando proclama que el proyecto socialista es más de la sociedad que de los propios militantes porque no es cierto que consulte con unos y cuente con otros. No cabe esperar, pues, y Zapatero lo sabe, que el PSRM remonte el vuelo después del Congreso de julio. Se abrirá un compás de espera y Ferraz explorará la solución sin tantos condicionantes. Porque lo que sí parece más seguro es que Zapatero no volverá a avalar a Saura como candidato a nada. Como tampoco se lo llevará a ningún cargo relevante del Gobierno central. Bermejo ha dicho en Madrid que Murcia es una lobera mientras se espera la llegada de un gran contingente de la UCO para los próximos días.
Otro que ya veremos como sale del escándalo urbanístico de Campos del Río es el ahora tan "católico" repentino José Ramón Jara, con algunos de sus torpes capataces muy al descubierto en su labor de desactivar movimientos sociales avanzados en lucha contra los intereses de grandes empresas foráneas en nuestro litoral. Como responsable de Política Municipal del PSRM es quien puso de candidato al actual alcalde socialista, y comisionista privilegiado de "Trampolín Hills". Como Valcárcel no lo arregle políticamente desde San Esteban cuando Diego de Ramón arremeta contra su eventual responsabilidad personal en el lucro cesante, aquello va a ser la tumba política de cabezas de uno y otro partido.
Y otro que no puede decir que no sabe nada de Campos del Río es el nuevo delegado del Gobierno porque a él lo nombra, precisamente, Administraciones Públicas, al igual que al secretario municipal, hoy de baja por depresión. La cosa es que Bruselas puede terminar llamando a Zapatero por los ciudadanos comunitarios afectados y el Presidente del Gobierno a Valcárcel para evitar el escándalo en el Parlamento Europeo, igual que ya le pasó a la Comunidad Valenciana.
El culebrón de la UCAM
Mientras "Polaris" conoce despidos diarios y el "resort" emblemático de la Región de Murcia, "La Manga Club", quiere quedarse con 200 empleados como máximo, y todos "mileuristas", hasta convertirse en un fiasco, el Ministerio de Trabajo inspecciona a "Hefame" y el culebrón de la UCAM parece acercarse a su último capítulo con final algo inesperado pero muy esperanzador.
Cabe preguntarse, ¿de dónde ha sacado Mendoza los 3.000 millones que dice haber invertido en la UCAM? ¿Quién lo ha dejado apropiarse de la UCAM y por qué calla don Javier Azagra, que estuvo en la génesis del proyecto, y es mendozista, y no ayuda a su sucesor en la plaza de Belluga? ¿Por qué Valcárcel se pone de parte del bribón y por qué calla Miguel Ángel Cámara, cuando antes eran tan reticentes a Mendoza? Y ¿por qué se aparta, precisamente ahora, uno de los consejeros aúlicos de Mendoza, y ya ex rector de la UCAM, el opusino Antonio Montoro?
¡Cuánto trabajo le queda por delante a la plataforma por la Democracia Universitaria en la Región de Murcia! Y cuántos murcianos escépticos han descubierto un verdadero pastor en monseñor Reig Pla, quizás por muy poco tiempo obispo de Cartagena, pero un contestano con un par bien puestos frente a la corrupción estructural que ha terminado de hundir la economía murciana en favor de algunos bolsillos y que muestra componentes propios de una sociedad de corte siciliano, tal como ha llegado a percibir hace pocos días una periodista de "The New York Times" de visita profesional entre nosotros.