Con ese aparente fin, el de tumbar en un primer asalto el proyecto turístico estrella de la Comunidad Autónoma, realizó diversas gestiones en los días previos al Pleno del 18 de marzo pasado -en el que se debatió la aprobación inicial de Marina de Cope-, encaminadas a garantizarse que los tres ediles independientes del Movimiento Aguileño Socialdemócrata darían el no al proyecto.
De haberlo logrado, el PP no habría podido, con sus diez concejales -al final sólo nueve de ellos acudieron al Pleno-, sacar adelante ese primer y fundamental trámite. Y Casanova habría logrado agarrar al Gobierno regional por dónde más le dolía.
No lo consiguió, sin embargo, porque los ediles del MASd acabaron echándose para atrás, después de obtener supuestamente alguna promesa del alcalde popular, Juan Ramírez, en apariencia formulada en el sentido de que el proyecto de La Zerrichera sería reactivado. Aunque Trinitario Casanova no creía en ese compromiso, no logró evitar que los independientes acabasen dando su apoyo a Marina de Cope.
La que sigue es la historia de esas maquinaciones frustradas, tal y como se deducen de las conversaciones telefónicas intervenidas en esos días por agentes de la UDYCO.
LOS NERVIOS DEL INTERMEDIARIO «Tengo que ver urgente al jefe» Son las 21.42 horas del 16 de marzo del 2008 cuando los policías registran una llamada de Domingo Martínez, hombre de confianza del promotor Casanova e imputado por su presunta intermediación en un delito de cohecho. La tensión que transmiten sus palabras despierta la atención de los agentes. «Tengo que ver urgente al jefe. Díselo», le pide a José Antonio, un empleado del empresario. «Mañana lo tengo que ver. Yo se lo digo», le contesta el trabajador.
No contento con eso, Domingo vuelve a llamar a José Antonio cuarenta minutos más tarde. «Que me llame mañana sin falta. No sé cómo explicártelo, pero es urgente. Desde que tuve la reunión estoy nervioso», le insiste.
Al día siguiente, cuatro minutos antes de las diez de la mañana, Casanova telefonea a Domingo Martínez. Quiere saber qué ocurre. «Necesito hablar contigo diez minutos. Es muy urgente, ¿sabes?», le comenta su hombre de confianza. Después de barajar algunas opciones, parecen quedar esa misma mañana.
- Trinitario: ¿Llegas aquí a las once?
-Domingo: A las once, sí. Si me voy ahora mismo, sí.
-Trinitario: Te espero aquí...
-Domingo: Venga.
-Trinitario: ...me tengo que ir a las doce urgente.
Probablemente no llegan a celebrar el encuentro, quizás por un retraso de Domingo, ya que éste recibe una llamada de Casanova a las 12.08 horas.
-Domingo: ¿Tiene usted seguro lo de mañana?
-Trinitario: Sí, ¿para qué?
-Domingo: Porque acabo yo de hablar con una de las personas y me ha dicho que ya..., esta persona no sabía nada...
-Trinitario: Bueno, es igual, no te preocupes, eh. (...) No es bueno que hablemos mucho, venga.
Las prevenciones a la hora de hablar por teléfono son más que comprensibles, teniendo en cuenta que ambos eran conscientes de estar en el punto de mira de la justicia desde hacía meses, con motivo de la investigación sobre el caso Zerrichera. En este sentido, el promotor había sido bastante explícito un mes antes cuando, hablando con un amigo madrileño, éste le había preguntado si tenía algunas noticias nuevas sobre el caso.
«No, no, no. Nada. Lo único, que los teléfonos están todos pinchados. Es lo único. (...) Murcia está hecha un colador. (...) Ahora mismo le damos un saludo a quien esté, el hombre, de guardia, grabando nuestras conversaciones», había respondido Casanova.
AUMENTAN LAS DUDAS «¿Va a votar que sí o que no?» Aunque su «jefe» ha intentado tranquilizarlo, al comentarle que el asunto está bien cogido, Domingo Martínez sigue sin tenerlo claro. El Pleno para la aprobación inicial de Marina de Cope se celebra al día siguiente, y las dudas aumentan. A las 19.35 horas de ese 17 de marzo, le manda un SMS a Casanova: «No quiero ser pesado, pero el tema no está seguro».
«Pero, ¿por qué no?», responde el promotor por la misma vía.
A las 20.54 horas vuelven a hablar por teléfono. Domingo, nervioso. «No hace más que llamarle jefe», constatan los policías.
-Trinitario: Te escucho. ¿Por qué dices que no?
-Domingo: Te digo, vamos a ver..., que no es que lo tenga eso seguro, que yo esta tarde he hecho una averiguación y eso no estaba seguro.
-Trinitario: Seguro, ¿el qué?
-Domingo: Eh..., no.
-Trinitario: ¿A qué te refieres? ¿A que va a votar que sí o que no?
-Domingo: Que no. Que sí, que sí, que sí...
-Trinitario: Que va a votar que sí, a favor...
-Domingo: Sí.
(Hablan los dos a la vez).
-Domingo: Llámalo.
-Trinitario: Será porque también Pedro, a lo mejor, le habrá...
-Domingo: No, no, no, no, no...
-Trinitario: ...en que vote que sí.
-Domingo: No, no, porque yo he estado hablando con la otra, y la otra me ha dicho a mí que ella está..., que ella decía que no.
-Trinitario: Pedro, Pedro habló con él y le insistió ¿en que sí, o en que no?
-Domingo: En que no.
-Trinitario: Pedro insistió en que no, ¿y él está encabezonado a que sí?
-Domingo: Está encabezonado porque dice que había hablado con el monstruo de aquí. Y el monstruo de aquí dice que le había prometido que lo iba a dejar solucionado el tema después, para después (...).
-Trinitario: Pero Pedro hablaría con él antes de irse...
-Domingo: Ha hablado con ellos y les dijo..., y le dijo que lo que tú dijeras era sagrado.
-Trinitario: Entonces... Él dijo que se votara no...
-Domingo: Que, es..., efectivamente, que no. Pero éste, como resulta que habló con el monstruo, con el hijo puta éste, eh, de... de la vara...
-Trinitario: Sé quién es.
-Domingo: ¿Entiendes lo que te digo? Le prometió que eso después se..., que lo arreglaría.
La conversación merece una explicación. Aunque todo apunta a que Pedro -sería Pedro Gil, presidente de los independientes del MASd- se ha comprometido a que los tres concejales de esa formación se van a oponer a la aprobación inicial de Marina de Cope, Domingo Martínez tiene sus dudas. Y ello porque ha hablado con «la otra» -la única concejal del MASd, Catalina Piñero- y ésta le ha transmitido que el tercero en discordia, su compañero Clemente García Pérez, está por apoyar el proyecto. La razón: haber recibido una promesa de alguien a quien se refieren como «el monstruo de aquí», o «el de la vara» -no puede ser sino el alcalde, el popular Juan Ramírez-, de que va a solucionar «el tema -supuestamente, el proyecto la Zerrichera- más tarde».
No hay que olvidar, además, que la consejera de Economía, Inmaculada García, quien esta semana admitió tener relación de amistad con Clemente García desde jóvenes, también reconoció que éste le había expresado que el MASd iba a votar no a Marina de Cope, «aunque luego acabaron votando sí».
El enfado de Casanova empieza a ser monumental, ante la perspectiva de que alguno de los independientes apoye el macroproyecto urbanístico que impulsa la Comunidad Autónoma. Manifiesta una y otra vez a su hombre de confianza, Domingo Martínez, que no se explica nada. «Ya te digo -se queja-; insisto en que no entiendo... si Pedro le dice que no...».
Y Domingo, que no sabe cómo salir airoso del trance -«tú piensas que yo no me he venido jodido; yo he visto que tú estabas disgustado conmigo», le dice-, insiste en que el asunto parecía hecho:
-Domingo: Vamos a ver... Yo hablé con Pedro y Pedro me dijo, palabras textuales: Lo que él diga es lo que se hace, hablando de ti.
Y pide a Casanova que llame al concejal que se plantea dar el sí a a Marina de Cope y le diga: «Oye, falsas promesas no quiero».
Pero el empresario empieza a mostrarse hastiado del asunto. «Que sea lo que Dios quiera. Ya está». Y acaba dando por concluida la conversación, sin prometerle que llamará al concejal.
18-M, EL DÍA DE LA VERDAD «La ha cagado éste» Llega el día 18 de marzo. El día D. El día de la verdad. Las perspectivas no parecen buenas, porque los mensajes apremiantes de Domingo Martínez hacia Casanova se suceden. 10.43 horas: «Necesito hablar contigo». 11.17 horas: «Necesito tu número». 11.07 horas: «Mi número es el 968 4100...».
Así, hasta llegar a uno que parece dejar un hueco a la esperanza. 11.36 horas: «Ya está todo bien. Cuando puedas hablamos».
Pero el olfato le había fallado. Después de haber intentado sin éxito sacar del orden del día del Pleno la aprobación inicial de Marina de Cope, los dos ediles del MASd -la otra concejal no había acudido a la sesión- habían dado el sí al proyecto. Sus votos, sumados a los de los nueve ediles del PP presentes, se habían impuesto sobre los seis votos en contra del PSOE y los dos de IU. Casanova había recibido un golpe en sus aspiraciones de bloquear el proyecto.
A las 14.43 horas, Domingo le da la mala nueva.
-Domingo: La ha cagado éste.
-Trinitario: ¿Cómo?
-Domingo: Que la ha cagado.
-Trinitario: Bueno, nada, vale.
El malestar del empresario debe de ser tan evidente, que Domingo, preocupado por el futuro de su relación a raíz de ese traspies, le envía esa noche un mensaje pidiendo árnica. «Yo siempre soy fiel. Te pido que no pierdas la confianza en mí. Espero que me llames para poder hablar contigo».
Previamente, el edil del MASd Clemente García, ya se ha disculpado también, a su modo. El promotor no está para excusas.
-Clemente: ¿Qué dices? ¿Cómo estas?
-Trinitario: Pues nada, empezando a comer...
-Clemente: No quisiera yo darte la comida.
-Trinitario: No, ya lo sé, ya lo sé.
-Clemente: Escúchame, escúchame. ¿Pero te has enterado de toda la movida que ha habido?
-Trinitario: No, si me da igual, Clemente. Si ya sé el resultado y lo demás da...
-Clemente: Bueno, el resultado, el resultado es que hemos estado paralizando la votación más de media hora
-Trinitario: Que tampoco comentemos eso. Ya cualquier día, tomando café, comentaremos cosas (...)
-Clemente: Hombre, creo que lo he hecho lo mejor que he podido. No he podido hacer otra cosa.
Al igual que Domingo, Clemente trata de que la relación con Casanova no se vaya definitivamente al traste. Le deja claro que va a seguir luchando por sus intereses. Dos días después le dice: «Esta tarde me reúno con la consejera. Parece que han reaccionado. Dios quiera. No desesperes. Voy a ir a muerte hasta el final».
El día 28 le informa de que ya tiene cita «con el presidente».
Reacción del PSRMLa diputada regional socialista Teresa Rosique considera que los ciudadanos «necesitan y merecen una explicación» del presidente Valcárcel sobre la gestión de su Gobierno sobre el asunto de La Zerrichera, cuyo expediente judicial está ocupando en los últimos días muchas páginas de la prensa regional.
Por otra parte, Rosique pide a la consejera de Economía, Inmaculada García, que «ocupe su tiempo en resolver la crisis económica que afecta de manera más intensa a la Región como consecuencia del modelo de desarrollo de Valcárcel -basado en el pelotazo-, en vez de atender a los intermediarios del promotor Trinitario Casanova y así ayudar a apuntalar sus negocios».
Según Rosique, «la publicación de las escuchas telefónicas ordenadas por el Juez en el asunto de La Zerrichera lo que pone de manifiesto es la estrecha relación que existe entre el Gobierno Regional y los intereses de Trinitario Casanova».
Hay que recordar que la recalificación urbanística de La Zerrichera sigue en vigor, y que esa recalificación la firmó el anterior consejero de Obras Públicas, Joaquín Bascuñana, hoy consejero de Política Social.
Teresa Rosique ha tenido unas palabras para el portavoz del Gobierno Regional, Juan Antonio De Heras. «Su preocupación no debería ser el PSOE, al que amenaza el Sr. De Heras veladamente con llevarlo a los tribunales». Y le ha recordado que «las acusaciones e imputaciones provienen del ámbito judicial, que mantienen estas acusaciones e imputaciones a una parte importante del Gobierno Regional, y que ha entendido que existen indicios racionales de delito».
Por ello, Rosique considera que De Heras «"lo que debería hacer sería pedirle a Valcárcel que depure responsabilidades políticas en vez de apuntar al PSOE, que lo único que hizo fue cumplir con su obligación y poner en conocimiento de la Justicia las irregularidades que detectó en el asunto de La Zerrichera. Los hechos nos siguen dando la razón», dice Rosique.
(Trinitario Casanova con el alcalde de Águilas, Juan Ramírez, del PP)