MADRID.- Un informe enviado ayer por Goldman Sachs a sus clientes institucionales
pone números al enorme impacto financiero que el avance de las
plataformas solares puede tener en las compañías que generan
electricidad en Europa. Sus conclusiones son llamativas: según Alberto
Gandolfi, el analista que lidera el estudio, la instalación en masa de
paneles fotovoltaicos, especialmente en España e Italia, pone en peligro
15.000 millones de euros anuales de beneficio que ahora logran las
eléctricas con sus centrales de producción tradicionales de carbón, gas o
nucleares, recoge hoy Expansión.
El país donde el crecimiento de las renovables puede ser más extremo es
España, opina Goldman, gracias a la combinación de muchas horas de sol,
elevados precios de la electricidad y amplia capacidad de generación
histórica sobrante.
En 2030, el banco americano estima que un 60% de la
electricidad en España provendrá de las renovables (eólicas además de
solares), lo que puede reducir hasta un 40% el precio medio de la luz en
el país (a 30 euros por megavatio hora), gracias a los cada vez menores
costes de instalación de esas plantas y sus mínimos costes variables.
"Los fundamentos económicos de la energía solar son particularmente atractivos en España, que puede ser el país precursor de una tendencia estructural que probablemente se extenderá a otros mercados a nivel global", afirma Gandolfi.
El impacto de esta revolución en el sector eléctrico europeo será muy diferente por compañías, en función de su perfil de negocios. Goldman apunta a la portuguesa EDP como la eléctrica más vulnerable, ya que su beneficio por acción en 2030 respecto a 2020 podría bajar un 38%.
"Los fundamentos económicos de la energía solar son particularmente atractivos en España, que puede ser el país precursor de una tendencia estructural que probablemente se extenderá a otros mercados a nivel global", afirma Gandolfi.
El impacto de esta revolución en el sector eléctrico europeo será muy diferente por compañías, en función de su perfil de negocios. Goldman apunta a la portuguesa EDP como la eléctrica más vulnerable, ya que su beneficio por acción en 2030 respecto a 2020 podría bajar un 38%.
Por detrás sitúa a la alemana RWE (-25%), la
francesa EDF (-23%), las españolas Endesa e Iberdrola (-16% ambas), la
germana Uniper (-14%). la británica SSE (-7%). Gas Natural (-7%), la
italiana Enel (-6%) y la francesa Engie (-5%).
Ante esta amenaza, las empresas están utilizando dos estrategias:. Por un lado, crecer con inversiones en el área de redes (negocio menos expuesto) y abrazando las propias renovables.
Ante esta amenaza, las empresas están utilizando dos estrategias:. Por un lado, crecer con inversiones en el área de redes (negocio menos expuesto) y abrazando las propias renovables.
Por otro, buscar fusiones y adquisiciones para
reducir costes.
Un informe de UBS, también sobre la aceleración del
desarrollo eólico y solar, anticipa una fuerte etapa de consolidación
entre las eléctricas tradicionales europeas para ganar escala y poder
liderar la instalación de esos activos.
Este proceso podría llevar a la
desaparición de una cuarta parte de los actuales nombres en el sector de
aquí a 2040, especula el banco suizo.
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