MURCIA.- Más de catorce años después de su celebración, la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJ) ha anulado el concurso-oposición llevado a cabo en la primavera de 1994 por la empresa pública autonómica Onda Regional de Murcia (ORM) para cubrir cinco puestos fijos de redactor en su plantilla. Ahora se espera la ejecución de sentencia.Los opositores tendrán que repetir la prueba correspondiente a la redacción de un informativo y, tras la valoración del mismo, deberá procederse a la realización de la fase de concurso y a una nueva calificación final, para que el proceso de selección de las cinco plazas fijas de empleo público de redactores en ORM pueda ser llevado a cabo con las debidas garantías y rigor para asegurar la imparcialidad que debe presidir todo proceso selectivo, ya que, en 1994, no se efectuó conforme a derecho, tal como señala la resolución judicial del Alto Tribunal murciano.
Respecto a la prueba del informativo, que fue realizada en ordenadores de la Facultad de Informática de la Universidad de Murcia y grabada en archivos por cada opositor en su correspondiente disquete, la sentencia dice que el análisis de los disquetes pone de manifiesto una serie de irregularidades que cuanto menos siembran la duda respecto a la transparencia e imparcialidad que deben regir las pruebas de selección para empleo público.
La sentencia, de la que ha sido ponente la magistrada Leonor Alonso Díaz-Marta, señala que “no contamos con una prueba que con la suficiente certeza y garantía nos manifieste a qué hora terminaron de grabarse los correspondientes informativos de cada uno de los opositores, e ignoramos incluso si todos los ordenadores tenían la misma configuración horaria y de calendario antes de comenzar el ejercicio”, recogiendo así sólo las alegaciones de las partes demandada y codemandada en esta cuestión tan fundamental.
No hubo acta del tribunal calificador en la que se hiciera constar la apertura de los sobres cerrados donde se custodiaban los disquetes, ni siquiera consta de qué forma se identificaron los disquetes de cada opositor para salvaguardar su anonimato. Y, curiosamente, señala la sentencia, algunos aspirantes nombraron parte de sus archivos con su número de opositor y otros archivos con las iniciales de sus nombres y apellidos.
Se da la circunstancia de que el concurso-oposición anulado ahora, después de catorce años de su realización, por el TSJ de Murcia, es el único llevado a cabo en la ya larga historia de la radio pública regional para seleccionar a su personal, desde que, en 1990, la puso en marcha Carlos Collado, entonces presidente de la Comunidad Autónoma murciana.- (FMM)
