sábado, 27 de mayo de 2006

Encuesta de consolación

La situación de expectativa electoral real del PP en la Región de Murcia, a un año de los comicios municipales y autonómicos desde su actual mayoría absoluta en la Asamblea Regional, no parece ser la que refleja una encuesta, pretendidamente seria, encargada por la propia organización conservadora para tranquilizar a sus bases en plena sensación generalizada de que algo no va bien y se trata de ocultar.

Se sospecha en la calle que ha sido más una maniobra con objetivo interno, a través de la consabida propaganda en medios afines o subvencionados con publicidad, que un verdadero encargo para contrastar y verificar una situación objetiva antes de comenzar la cuenta atrás hacia las citas electorales de 2007. Varios profesionales especialistas murcianos en técnicas de investigación de mercado coinciden también en que la presuntuosa muestra y el método utilizado por una empresa local de ingeniería de servicios informáticos, totalmente desconocida en ese ámbito pero que la suscribe, no son en rigor de recibo porque no se especifican variables básicas y determinantes para un resultado técnicamente asumible y una correcta interpretación, tales como edad, sexo y condición de los encuestados.

Al realizar esa encuesta en plena jornada laboral y por teléfono, el dato global, naturalmente, aparece sesgado por encontrar a esas horas en las casas, sólamente a personas mayores con escasa o nula información, y pertenecientes a una población sedentaria. Además, en plena época del teléfono móvil, una encuesta telefónica a través de aparatos fijos (hoy utilizados básicamente como parte de un equipo de telecomunicación de acceso a Internet) no tiene garantía de reflejar, con escaso margen de error, una muestra proporcionada y a escala del universo de la población murciana con derecho a sufragio, de la que se afirma haberla sondeado.

Además, si de siempre la encuesta telefónica resultó poco fiable, hoy la preponderancia de teléfonos móviles y la pluralidad de compañías telefónicas con sociología clientelar tan distinta y, en consecuencia, de bases de datos no unificadas, ha terminado por triturarla aunque ya estuviese en claro desuso en la categoría de los métodos de investigación más avanzados.

Calificada técnicamente de chapuza por estos cualificados expertos, que dicen no conocer en su mundo a la empresa murciana que aparece como respaldo del trabajo encargado por el PP, concluyen que, en la práctica, no sirve de nada por el principio elemental de que los tamaños muestrales que se confiesa haber utilizado, no se ajustan a la morfología territorial de la Región de Murcia, y que resulta insuficiente la dedicada al resto del territorio regional menos sondeado en profundidad.

En pleno nerviosismo por la tendencia regresiva del PP y la previsible falta de renovación en sus listas, se une ahora la descalificación pública sobre el exministro de Defensa, el cartagenero Federico Trillo (¿la alternativa a medio plazo en San Esteban?) por parte del ex Jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Luis Alejandre, quien lo ha calificado de ególatra, ambicioso y trepador en política, al igual que su sustituto, el albaceteño José Bono, para explicar por qué actuó como lo hizo hace dos años ahora (marginando a las Fuerzas Armadas) en el triste accidente del "Yak-42", que ahora vuelve a rebrotar en los tribunales contra nuestro ilustre paisano y diputado por Alicante.

Si es cierta la teoría de que Valcárcel es, de momento y por cuarta vez, el candidato del PP a la presidencia de la Comunidad Autónoma para que reforme antes el Estatuto de Autonomía, deje crear la provincia de Cartagena, y dimita en 2009 para que se puedan celebrar elecciones autonómicas anticipadas y Trillo sea entónces el candidato, la desautorización de raíz hecha por un miembro tan cualificado del Ejército lo deja fuera de juego, al igual que ahora le impide serlo al estar "sub iudice" los sumarios sobre el accidente y la contratación del vuelo del "Yak-42" para transportar desde Afganistán tropas españolas de regreso a nuestro país.