Tras el primer pulso entre Pedro Saura y Javier Mármol el sector oficialista apuntó la posibilidad de que José Blanco, número dos del PSOE, hiciera una visita a Murcia para manifestar su apoyo a Pedro Saura. Los guiños y las referencias en el Congreso Federal indican que el aparato tiene claro por quién debe decantarse la balanza en el debate interno de los socialistas murcianos.El trabajo y los buenos resultados de la delegación murciana -18 “sauristas”, 11 “marmolistas”- se intenta trasladar por una candidatura al congreso regional del 18 de julio. En este contexto, el comportamiento de Javier Mármol al mantener sus aspiraciones a la secretaría general del PSRM navegando aparentemente a contracorriente se puede calificar de valiente o de suicida, ese matiz tan sutil que diferencia en química los ácidos de las bases.
Mármol de momento está ahí, dependiendo sólo de los delegados, sin apoyos foráneos.
“Los primos de Zumosol” son más que aficionados a marcar el rumbo de los partidos regionales. Es cierto que el partido parte de un proyecto estatal, que su autonomía es limitada, pero de ahí al dirigismo centralista existe un amplio espacio. Aunque si existe el “padrino” en los congresos regionales es porque en la mayoría de las veces al “ahijado” le viene bien y podemos citar ejemplos relativamente recientes.
En el enfrentamiento de Valcárcel y Calero por la presidencia regional del PP alla por el 93, dicen que el posicionamiento de Mariano Rajoy desde Madrid, fue decisivo en favor del actual titular del Ejecutivo Regional.
La llegada de Saura al liderazgo del PSRM también cuentan que fue un compromiso personal de Rodríguez Zapatero. Por no remontarnos en la historia política regional de los socialistas murcianos a la crisis de Andrés Hernández Ros o a la caída de Carlos Collado, o hacer un listado de los cabezas de listas en las elecciones generales de los/las “paracaidistas” tanto en las filas populares como en las socialistas.
Un posible “intervencionismo” de Blanco en el congreso del PSRM sería algo anacrónico en estos tiempos, por falta de respeto a los militantes socialistas murcianos y porque Saura no necesitaría recurrir a estas triquiñuelas para su reelección. Además a muchos les recordaría lo de Ana Mato y Génova en el reciente congreso de los populares catalanes.
Apunta una una veterana sindicalista que el intervencionismo está bien para casos como el de los socialistas en Los Alcázares o el de Totana, aunque aquí esté el PP indeciso, pero que el pulso de Saura y Mármol es cosa de los militantes murcianos y Blanco no puede votar.
Blanco sólo viene a la clausura
El congreso regional de los socialistas murcianos durará dos días escasos y en la noche del 18 de julio, viernes, quedará prácticamente liquidado con la votación del secretario general. Con el organigrama establecido para el evento los debates en comisiones pasarán a un segundo plano y quedará solapado por la elección de máximo líder.
Se está ultimando el representante federal que vendrá a la apertura, de las 16,40 de la tarde, aunque Leire Pajín cuenta con muchas posibilidades.
Constitución de la Mesa, memoria de gestión, constitución de comisión y votación de secretario general. El sábado, aprobación de las resoluciones en plenario, votación de la nueva ejecutiva regional, y antes de la ocho de la tarde los discursos de clausura. El nuevo vicesecretario general del PSOE, José Blanco, cerrará el congreso regional.
Mármol de momento está ahí, dependiendo sólo de los delegados, sin apoyos foráneos.
“Los primos de Zumosol” son más que aficionados a marcar el rumbo de los partidos regionales. Es cierto que el partido parte de un proyecto estatal, que su autonomía es limitada, pero de ahí al dirigismo centralista existe un amplio espacio. Aunque si existe el “padrino” en los congresos regionales es porque en la mayoría de las veces al “ahijado” le viene bien y podemos citar ejemplos relativamente recientes.
En el enfrentamiento de Valcárcel y Calero por la presidencia regional del PP alla por el 93, dicen que el posicionamiento de Mariano Rajoy desde Madrid, fue decisivo en favor del actual titular del Ejecutivo Regional.
La llegada de Saura al liderazgo del PSRM también cuentan que fue un compromiso personal de Rodríguez Zapatero. Por no remontarnos en la historia política regional de los socialistas murcianos a la crisis de Andrés Hernández Ros o a la caída de Carlos Collado, o hacer un listado de los cabezas de listas en las elecciones generales de los/las “paracaidistas” tanto en las filas populares como en las socialistas.
Un posible “intervencionismo” de Blanco en el congreso del PSRM sería algo anacrónico en estos tiempos, por falta de respeto a los militantes socialistas murcianos y porque Saura no necesitaría recurrir a estas triquiñuelas para su reelección. Además a muchos les recordaría lo de Ana Mato y Génova en el reciente congreso de los populares catalanes.
Apunta una una veterana sindicalista que el intervencionismo está bien para casos como el de los socialistas en Los Alcázares o el de Totana, aunque aquí esté el PP indeciso, pero que el pulso de Saura y Mármol es cosa de los militantes murcianos y Blanco no puede votar.
Blanco sólo viene a la clausura
El congreso regional de los socialistas murcianos durará dos días escasos y en la noche del 18 de julio, viernes, quedará prácticamente liquidado con la votación del secretario general. Con el organigrama establecido para el evento los debates en comisiones pasarán a un segundo plano y quedará solapado por la elección de máximo líder.
Se está ultimando el representante federal que vendrá a la apertura, de las 16,40 de la tarde, aunque Leire Pajín cuenta con muchas posibilidades.
Constitución de la Mesa, memoria de gestión, constitución de comisión y votación de secretario general. El sábado, aprobación de las resoluciones en plenario, votación de la nueva ejecutiva regional, y antes de la ocho de la tarde los discursos de clausura. El nuevo vicesecretario general del PSOE, José Blanco, cerrará el congreso regional.
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