martes, 14 de octubre de 2008

Hacienda echa definitivamente el lazo a Trinitario Casanova

MADRID.- La Agencia Tributaria lleva meses mirando con lupa las cuentas del Grupo Hispania, la ex empresa del constructor murciano Trinitario Casanova. El empresario confíaba en su venta para saldar sus deudas. Hasta finales de junio la Agencia Tributaria había inspeccionado las cuentas de Casanova hasta 2004 y ya le reclamaba cuatro millones de euros, según "El Economista".

Según su último informe de auditoría, depositado en el Registro Mercantil de Madrid, "la compañía tiene recurridas en el contencioso-administrativo las actas derivadas de la inspección fiscal hasta el ejercicio 2004, ascendiendo el importe de los mismos a la cantidad de cuatro millones de euros".

La reclamación es muy significativa porque en 2004 la promotora tenía unas pérdidas de más 873.000 euros y su volumen de facturación apenas llegaba a los 13 millones. Entonces, Casanova no había dado todavía el gran pelotazo urbanístico en Águilas, siempre según ese periódico.

El empresario compró la finca de La Zerrichera -se enfrenta a una querella criminal por no haber pagado el precio pactado a sus propietarios- y la vendió en 2006 a la Kutxa por más de 100 millones de euros, pese a que el Gobierno autonómico prohibió luego construir al encontrarse en una zona especialmente protegida.

Esta operación, que le permitió lograr un préstamo de 394 millones de euros y comprar así el 3,5% del Banco Popular por un importe total de 596 millones a finales del año pasado, dio un fuerte impulso al desarrollo de su empresa.

Lo peor para Casanova es que la inspección de Hacienda todavía no había terminado porque según reconoce la propia sociedad, el fisco estaba revisando todavía las cuentas de 2005 y 2006. Los problemas con la Agencia Tributaria se sumaban así a la abultada deuda acumulada por el empresario de La Unión afincado en la costa de Orihuela.

Ahora, ya finalizada esa inspección, el caso ha pasado al Juzgado nº 1 de Murcia por un presunto delito de fraude fiscal contemplado en el Código Penal, al margen de la sanción administrativa que casi dobla el principal exigido a Casanova por la Hacienda Pública que, definitivamente, parece haber echado el lazo al polémico y controvertido especulador de nuestra región.

Guillermo García del Toro imputado por la Audiencia Nacional en una presunta estafa

MADRID.- El antiguo presidente de Arte y Naturaleza, Guillermo García del Toro, ex directivo de "Afinsa", declaró ayer como imputado ante la Audiencia Nacional y afirmó ser el "único responsable" de lo ocurrido en la empresa aunque aclaró que "jamas tuvo intención de estafar y que no entiende por qué se ha abierto la causa" contra él por presunta estafa, delito societario e insolvencia punible que afectó a 15.000 clientes de esta empresa que comercializaba obras de arte.

García del Toro explicó ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, que constituyó la empresa en 1996 con la intención de crear un "negocio propio" y con contratos de bienes tangibles "similares a los de Afinsa", de cuya empresa era empleado, y donde "aprendió todo lo que sabía".

El imputado declaró que los clientes entregaban el dinero en cheques al portador en la sede de la empresa y que las obras adjudicadas a los contratos "siempre valían lo que el cliente aportaba". García del Toro negó, a preguntas del fiscal, tener conocimiento de que la Ley de Inversiones Colectivas prohíbe esta práctica.

García del Toro explicó que "no era verdad" que existieran contratos ficticios y que sólo se destinara el 10% de los 2.000 millones de euros que aportaron los clientes a la compra de obras de arte, tal y como refleja el informe de la administración concursal.

Según las mismas fuentes, el imputado apuntó que parte del dinero de los clientes se destinó a pagar las obligaciones de la empresa, así como a realizar varias inversiones en las empresas participadas, y que todo ello quedó reflejado en las cuentas.

García del Toro negó conocer que existía un ordenador donde se registraba la "contabilidad en B", tal y como explicó una de las imputadas ante el juez, y explicó que al principio él llevaba las cuentas, pero que a partir de 2001 delegó en varios de sus empleados.

El imputado explicó que en 2004 la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) elaboró una inspección sobre la empresa que concluyó con una "mera recomendación" para que retirara la palabra "inversiones" del nombre de la compañía, al concluir que su actividad era "comercial". La hasta entonces "Inversiones Arte y Naturaleza" pasó a llamarse "Arte y Naturaleza Gespart".

García del Toro afirmó que entregaron toda la información contable al organismo regulador. Respecto a la valoración de las obras de arte, el imputado afirmó que la hacían los artistas y que "él ponía el precio que le decían".

El máximo responsable de Arte y Naturaleza declaró "no entender" por qué los informes de valoración de las obras de arte elaborados por dos empresas especializadas dan un precio menor a las piezas cuando "el arte siempre se revaloriza".

García del Toro, administrador único de Arte y Naturaleza, se mantuvo al frente de la empresa hasta abril de 2007 cuando el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid lo apartó de la gestión por obstruir el concurso de acreedores voluntario en el que se encuentra la empresa desde diciembre de 2006, tras verse arrastrada por las intervenciones judiciales de Fórum Filatélico y Afinsa de mayo de 2006.

El informe de la administración concursal concluyó en mayo de 2007 que el activo de la empresa sólo cubre el 34,1% de la deuda contraída con los 15.000 clientes que invirtieron su dinero en esta empresa.

El déficit patrimonial de la misma alcanza los 283,01 millones euros ya que posee un activo de 146,56 millones de euros frente a un pasivo de 429,58.

Arte y Naturaleza se dedicaba a ofrecer a sus clientes invertir en obras de arte, con un desembolso mínimo de 1.500 euros en plazos de uno o dos años, bajo la promesa de recibir rentabilidades de entre el 15 y el 17% y con el compromiso de recompra al vencimiento.

El genio se nos escapó de la botella / Apunte de Argárico

El iluso modelo económico murciano que iba a sustituir a la agricultura, a base de ladrillo y guiris, pronto se ha ido abajo arrastrando el ahorro autóctono del último cuarto de siglo. Los británicos han dejado de comprar casas (por muchos cuentos que ahora nos quiera contar Polaris con sus cuentas del Gran Capitán) mientras casi han desaparecido los clientes residentes extranjeros en las apresuradas sucursales abiertas por la CAM y Caja Murcia en toda la costa, la mitad de ellos ingleses que se han marchado o han puesto sus casas a la venta.

El experimento del "equipo económico" de Valcárcel se ha tornado en ruina y la vuelta a nuestras ancestrales bases de partida es casi obligada en una región con un déficit muy serio en formación y un futuro más que problemático en esta coyuntura de lenta desindustrialización por obsolescencia. La anestesia del "agua para todos" comienza a desaparecer y las deudas a vencer.

(Ahí está el triste ejemplo de fracaso del nuevo centro comercial de Águilas y la alarma extendida a raíz del desprendimiento de un acantilado con urbanizaciones muy próximas. Algunos expertos han recomendado ya no edificar en esos terrenos tan sueltos geomorfológicamente y con el riesgo añadido de una alta sismicidad, combinación letal que podría abocar a una catástrofe llegado el caso de una coincidencia de lluvias persistentes con un temblor de tierra. Los negocios de la familia de la consejera García corren así serio peligro, cuando no la carrera profesional de alguno de sus miembros por otras causas).

La alocada expansión de nuestras cajas de ahorro más próximas, en base a promotores inmobiliarios de nuevo cuño y nuevos residentes extranjeros, inmigrantes o de clases pasivas europeas, ha terminado dando al traste, hasta el punto de que ya se adivina en el horizonte una macrofusión obligada de la CAM con Caja Murcia y Bancaja, extensible posiblemente a Caja Castilla-La Mancha e Ibercaja. O la absorción de todas y cada una por entidades más potentes como "La Caixa" o Caja Madrid. Lo único cierto es que ya nada será como antes y que algunos ejecutivos tendrán que dar explicaciones, posiblemente más de uno en los tribunales, incluso los económico-administrativos.

Casi todas están "tocadas" y sólo son salvables con esa sobredimensión de escala y volumen. Porque el dinero acordado como ayuda por el Eurogrupo el pasado fin de semana es sólo para grandes entidades en apuros. Si eres pequeña, te quedas con tus problemas y abocada a la quiebra. El Banco de España termina de diseñar estos días un nuevo mapa de cajas de ahorro en el que Murcia tiene todas las papeletas para perder su soberanía financiera por culpa de quienes por holgazanes no hicieron bien los deberes o copiaron en clase de los alumnos más pervertidos.

La CAM, de nuevo primera entidad por cuota de mercado en la Región de Murcia ante el claro retroceso de Caja Murcia en los últimos seis meses (aunque ninguna con liquidez bastante), se ve ya en la picota de las Cortes Valencianas al transcender el fracaso de la emisión de sus cuotas participativas en Bolsa y la enorme cantidad de deuda que le vence a 31 de diciembre de este mismo año enmedio de una morosidad disparada, y disparatada, de promotor más que de impositor.

Al contrario que en nuestra Asamblea Regional, donde hasta el lorquino Pujante seguro no tiene arrestos suficientes para hacer lo mismo que sus compañeros de Valencia, allí quieren saber qué sucede en este momento con una caja que es de todos los ciudadanos. Por contra, Egea Krauel no ha dado nunca ni una sola explicación a los representantes legítimos de la soberanía murciana, y por tanto de los dueños de Caja Murcia, convertida, por contra, en una especie de cortijo exclusivo suyo y de sus amigos de turno. Alguien debiera exigirle ahora, desde la más esencial práctica parlamentaria, explicaciones de la situación relativa de la entidad, eficiencias aparte, porque todo lo que se rumorea no presagia un final feliz incluso en lo personal.

Eso es posible en Valencia gracias a la organización de su sociedad civil, que actúa como acicate de algunos partidos políticos, muy al contrario que en la Región de Murcia donde, esa sociedad civil se estructura a base de grupos subvencionados desde la Comunidad Autónoma o las cajas de ahorro y, ahora, está en trance de desfondarse por muy dependiente políticamente del PSRM e IU, y de sus temerosas estrategias en cada momento. Justo lo contrario pero no es casualidad.

Las venganzas contra el activista Costa Morata son el mejor ejemplo de la falta de respeto del caciquismo murciano con la libertad de expresión en una sociedad regional ya muy corrompida frente a las evidencias. Y así, el trasvasista Pedro Saura se pasa al "Agua para todos" en busca de unos votos de Valcárcel, que nunca tendrá por carecer de carisma y estar Tovar "haciéndole ya la cama", y aún son posibles en esa Murcia, retrasada mentalmente, cosas tan vergonzosas y vomitivas como la gala de los locutores y similares, con "incienso para todos" los que pasan por su ventanilla.

También pasaron por la ventanilla de los fondos europeos para formación sindicatos como CC. OO., cuyo actual representante en la Región de Murcia, por poco tiempo, puede abandonar el cargo enmedio de problemas serios por la presunta utilización fraudulenta de esos fondos tras la puesta en conocimiento de algunos hechos relacionados, por parte de algunos antiguos afiliados sindicalistas, que le quieren agriar la transición a Romero y el abandono de sus labores orgánicas al informático cartagenero tan bien sintonizado con empresarios como López Rejas, a quien reedificar el barrio de la Paz ya no le resulta rentable en una crisis inmobiliaria que va para largo. Y que hará estallar el escándalo de "Zincsa" ante tanta codicia de terceras personas. El señuelo de un Ricardo Bofill en su papel de "patrocinador publicitario" del proyecto llega muy tarde.

Por cierto, a Valcárcel le crecen los enanos. Tras el fuerte desgaste político de Rajoy por su desafortunada expresión sobre el desfile militar del día de la Fiesta Nacional, que políticamente le invalida para los restos, la nueva persona fuerte de Génova 13 es, mira por donde, Dolores de Cospedal, la renovada "bestia negra" de la grotesca ultraderecha hídrica murciana, como antes lo fueron la Narbona y la Wallström (Valcárcel quedó políticamente desprestigiado en Bruselas para siempre) por un puro machismo genético de quien luego se giña en presencia de una tía con un par bien puestos, igual que el calvo de la baraja ante doña Rosario, no precisamente la de Popeye.

Así que don Ramón Luis (tan lenguaraz cuando visita Lorca) lo tiene claro ante esa abogada del Estado ex alumna de García Tizón (compadre de Calero) y con su ausencia, él sabrá por qué, en el acto de apertura del año judicial murciano, donde ostensiblemente se dejó ver esta vez el nuevo presidente ejecutivo de Caja Murcia acompañado de un catedrático de Derecho Civil vinculado a la entidad en los años que, posiblemente, ahora habrá que revisar si más adelante de sustanciar responsabilidades se trata.

El ministro de Justicia, y diputado por Murcia, Fernández Bermejo no viene nunca pero está al corriente de todo lo que pasa, incluso que el socialista corrupto pasivo de Jara aparece en las investigaciones de La Zerrichera confraternizando con la mafia murciana.

Uno que no tiene miedo es el "secretario perpetuo" de la CROEM. Clemente García aplaza dos años su jubilación con el ánimo de participar activamente en la contraofensiva de la extrema derecha empresarial para evitar la renovación generacional, y de usos y estilos, en la cúpula de la CEOE. Defenestrado su amigo Jiménez Aguilar (aquel del gusano y la manzana en 1982 contra un todavía inédito PSOE) nuestro hombre se siente llamado a la cruzada de resistencia contra el modernizador Durán con la complicidad de Miguel del Toro, un constructor que hoy sólo aspira a salvarse en solitario desde su posición de vicepresidente, y con el dinero, de Caja Murcia.

Y mientras unos y otros siguen jugando a sus particulares intereses, que no a los generales de la sociedad regional murciana, el ex rector Lozano Teruel es el único que ha hecho una seria llamada de atención sobre alguna sin razón que nos terminará costando muy cara.

Nuestra industria se desploma, nuestras empresas están tecnológicamente muy atrasadas, la pérdida de empresarios autónomos es constante, lo del INFO es un escándalo político-económico de grandes dimensiones y a punto de estallar, el Sistema Murciano de Salud está en quiebra, "La 7" es una ruina económica total y un gran ridículo, somos región líder en destrucción empresarial, el aeródromo de Corvera tiene ahora graves problemas de financiación, los impagados en los periódicos murcianos alcanzan proporciones desconocidas, la situación interna de "Hefame" es insostenible y con un director general en el ojo del huracán de la Guardia Civil, cuando lo único que reconforta un poco es que un aguileño, el ex almirante mayor, Sebastián Zaragoza Soto, puede ser el nuevo presidente de "Navantia" cuando remita la actual conflictividad.

Lo único claro es que el genio se nos escapó de la botella murciana y cierto caos se apresta a su labor.