MURCIA.- El 'lobby' murciano del agua vuelve a la carga con la voracidad de siempre y así, en tiempo preelectoral y un poco a la desesperada, utiliza ahora a un supuesto experto, el profesor Melchor Senent, para que diga aquí y ahora lo que más conviene, en una especie de mitin especializado donde han actuado hoy teloneros habituales como el imputado consejero de Agricultura, Antonio Cerdá, el más que dócil presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Miguel Ángel Ródenas, y el tristemente célebre Francisco Cabezas, director del conocido montaje en Santomera, del autodenominado Instituto
Euromediterráneo del Agua.
Presentado en acto precipitado como uno de los coordinadores del libro
'Sobreexplotación de acuíferos en la cuenca del Segura. Evaluación y
perspectivas', el profesor Senent ha defendido hoy el "famoso" trasvase del Ebro como "una de
las soluciones de la aportación de agua externa a la cuenca", ya que "si
se pudiera hacer estaba todo solucionado y habría que sustituir los
caudales que se sobreexplotan por caudales externos y paralizar los
pozos que están en explotación".
Además, ha alertado que "la solidaridad
entre las regiones escasea, prácticamente ha desaparecido, y eso puede
producir grandes problemas".
Si no llega ese trasvase, este
supuesto experto ha apostado por "procurar hacer una gestión lo más adaptada
posible, pero no deja de haber una demanda que hay que satisfacer, la
riqueza agrícola". Y es que, ha advertido, "la sobreexplotación de los
acuíferos se dedica a riego exclusivamente y si se cerraran los pozos
que están sobreexplotados desaparecía el 50 por ciento de la riqueza
agrícola creada".
"Murcia y la Cuenca del Segura no se pueden
permitir perder el 50 por ciento del sector primario, la agricultura,
porque no nos queda nada más que el turismo y la agricultura y somos una
región muy dependiente de estos dos sectores", ha aseverado.
Siguiendo la línea de la sobreexplotación, el profesor Senent ha manifestado que se trata
"de un problema importante para la Región y la dificultad que tiene es
que son soluciones políticas que intervienen de distintas autonomías".
A
su juicio, "se debe hacer una gestión acuífera más seria, que no afecte
a temas de medio ambiente y que haya mejor distribución de las
explotaciones".
De ahí que este trabajo, en el que también
participa como coordinador José Luis García, "pretende ser un estudio
imparcial de hidrogeólogos con experiencia de más de 30 ó 40 años en la
cuenca y que está hecho por gente independiente que ha participado en
libertad de opinar".
"Hay que tomar decisiones antes para evitar
problemas mayores", ha destacado este supuesto experto, quien recuerda que se
intentó con las desaladoras, aludiendo, en este sentido, al excesivo
coste del agua desalada que el agricultor no puede pagar. "El agricultor
tiene un techo de coste de la producción que no lo aguanta la
desalación, que está por 0,80 euros/m3 y su coste máximo para el
agricultor es de 0,50 euros/m3 como máximo", ha explicado.
Según
el estudio, los principales problemas de sobreexplotación en la cuenca
del Segura "se encuentran en los acuíferos del Altiplano, Ascoy-Sopalmo,
Valle del Guadalentín y acuíferos del sureste de Albacete".
En
total, continúa el trabajo, "de las 63 masas de agua subterránea
existentes en la Demarcación Hidrográfica del Segura, 40 han sido
declaradas con riesgo seguro por problemas más cuantitativos".
Por
acuíferos, "la mayor parte de la sobreexplotación se centra en los
acuíferos de Ascoy-Sopalmo y el Alto y Bajo Guadalentín, que aglutinan
más del 40 por ciento de la sobreexplotación de acuíferos de la cuenca".
Apunta
el estudio que el caso más extremo es el de Ascoy-Sopalmo, "cuyos
recursos disponibles por entradas al acuífero se estiman en unos 2
hm3/año y las salidas por bombeo superan los 53 hm3/año, más de 25 veces
sus recursos disponibles"; de ahí que "habría algunos acuíferos que
para recuperar sus niveles iniciales necesitarían varios cientos de
año".
Atendiendo a la Directiva Marco del Agua, que obliga al buen
estado de las masas de agua subterráneas, "la hipótesis de estabilizar
los niveles piezométricos de los acuíferos para 2015 supondría la
eliminación de la sobreexplotación de 354 hm3/año en cinco años, pero
llevaría aparejado un elevado coste económico y dejaría los acuíferos
con un vaciado de reservas de unos 12.520 hm3". Para la hipótesis del
año 2027, el vaciado de reservas total ascendería a unos 14.640 hm3.
Las
proyecciones futuras en términos de costes económicos indican que "si
se mantienen los caudales actuales de bombeo en los acuíferos
sobreexplotados de la cuenca del Segura considerados en el estudio (460
hm3), el coste de la extracción de estas aguas subterráneas aumentaría a
unos 125 millones en el año 2015 y el coste total de distribución y uso
en regadíos ascendería a unos 135 millones, lo que supone unos
incrementos respectivos del 33 y el 4 por ciento".
Así, "el coste final
del uso en regadío de esas aguas ascendería para ese horizonte a 260
millones de euros al año, un 16 por ciento más que en el año de
referencia".
Intervención politica
Por
su parte, el imputado consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, que ha
presentado hoy lunes este estudio, junto con el presidente de la CHS,
Miguel Ángel Ródenas; y el director general del autodenominado Instituto
Euromediterráneo del Agua, el ingeniero Francisco Cabezas, ha vuelto a expresar su
convencimiento de que para resolver el problema de los acuíferos "tiene
que ser con aportación de agua procedente de cuencas externas, llámense
del Ebro principalmente, del Guadalquivir o del Duero, pero con
aportación de agua de otras cuencas, como estaba planificado en el Plan
Hidrológico que se derogó en 2004".
En esta línea, ha recordado
que desde el Gobierno murciano "se están haciendo muchos esfuerzos" y se
pone a disposición de la agricultura más de 100 hm3 de agua
"perfectamente depurada y eso también tiene que aliviar el tema, pero
tiene que resolverlo el Ministerio con la planificación nacional".
Desde
la CHS, Ródenas ha reconocido el "grave problema de la sobreexplotación,
ya que se explotan más de lo que se va recargando" cuando la fecha
para solucionarlo, según ha establecido la UE, es 2027.
A nivel de
cuenca, ha explicado que "se aplican todos los recursos posibles, como
la reutilización de aguas residuales, implantación de agua desalada y
mejor control de todos los regadíos".