No va a ser
un proceso disruptivo, una interrupción súbita del modelo
actual, pero la revolución en el sector financiero resulta ya
imparable. Para llegar a esta conclusión y poner fecha al cambio,
PwC ha entrevistado a 1.300 financieros de todo el mundo y la
principal conclusión es que el sector será irreconocible en cinco
años.
Es
inevitable que surja el recuerdo de la frase del líder socialista
Alfonso Guerra, quien tras ganar las elecciones el 28 de octubre de 1982
dijo: “Vamos a poner a España que no la va a reconocer ni la madre que
la parió”.
Como ha descrito PwC en su Global Fintech Report, en el caso de los
directivos mundiales entrevistados, un 88 % da por hecho que una parte
de los beneficios actuales van a ir a parar a las nuevas empresas
innovadoras. Un 75% incluso se atreve a precisar que las actuales
startups de las Fintech, las empresas que utilizan las tecnologías de la
información y la comunicación para ofrecer servicios financieros de
forma más eficaz y barata, les robarán hasta un 24% de su negocio.
Es cierto que estos mensajes no son nuevos. Sobre todo, los dos
grandes bancos españoles vienen alertando de la necesidad de invertir en
las nuevas tecnologías en sus propias estructuras desde hace años. BBVA
ha llegado incluso a justificar parte de los menores beneficios del
banco por las inversiones de los últimos años en el área tecnológica.
De media, BBVA habla de unas inversiones de 700 millones anuales en
la modernización de su digitalización. Reestructuró toda su cúpula, a
partir del consejero delegado, en mayo de 2015, para darle un enfoque
más digital. Anunció a mediados del año pasado la creación de un fondo
de 220 millones de euros para comprar startups.
El Santander es menos dado a estar presumiendo cada minuto de lo que
están haciendo en su modernización. No hay una persona única que sea la
encargada de digitalización. Su presidenta, Ana Patricia Botín, suele
repetir que "es una estrategia que está inmersa en toda la
organización".
El banco cántabro invirtió en investigación, desarrollo e innovación
1.481 millones en 2015, un 3% de los ingresos. Sus prioridades en la
digitalización son: mejorar la experiencia del cliente, la calidad de
datos y su explotación, acelerar el cambio cultural y la ciberseguridad.
Los demás no les quieren ir a la zaga. Han incluido en sus planes
estratégicos de forma expresa la digitalización como eje central del
proyecto financiero. Es el caso de CaixaBanc o del Sabadell.
El propio informe de la consultora PwC ya se hace eco de cómo los
históricos de la banca, además de las propias inversiones internas que
están realizando, un 45 % de ellos ya ha llegado a acuerdos con algunas
de estas startups financieras.
Pese a ello, el informe de PwC alerta de que las innovaciones que se
están aplicando en la actualidad no tienen por qué ser las que
prevalezcan dentro de cinco años. Apuntan que las próximas generaciones
que se ‘bancaricen’ querrán los mismos servicios e innovación que
reciben en la actualidad los americanos de las GAFA (Google, Apple,
Facebook y Amazon) o los asiáticos de las BATX (Baidu, Alibaba, Tencent,
Xiaomi).
Según fuentes del sector, en un sondeo reciente, más del 70 % de los
españoles confesaba no saber lo que es una Fintech, pese a lo cual los
expertos consultados por PwC dan por seguro que el nuevo entorno del
sector financiero, el que une las nuevas tecnologías al mundo de las
finanzas, será un hecho en menos de cinco años.
Aunque admiten que se han cometido graves fracasos en algunas
inversiones por intentar no quedarse atrás de lo que aplicaban los
principales competidores, se muestra a favor de esta previsión de
futuro, el hecho de que muchos de los modelos de negocio del sector ya
están directamente influidos por la incorporación de las nuevas
tecnologías.
(*) Periodista
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