MURCIA.- La titular del juzgado de Instrucción nº 5 de
Molina de Segura, Olga Reverte, acordó el pasado 12 de julio la prisión provisional del funcionario jubilado
Serafín del Alba dentro de las diligencias previas por la muerte
violenta de los ciudadanos holandeses, Ingrid Visser y Lodewjik
Severein, según han informado hoy fuentes del Tribunal Superior de
Justicia de Murcia. Igualmente, la magistrada ha acordado prorrogar el secreto del sumario.
Los agentes excavaron la tierra de un huerto de Alquerías y las primeras pruebas aparecieron
a 50 centímetros de profundidad. Más tarde, y a más profundidad,
encontraron los restos de dos personas que, según certificaron los
investigadores, correspondían a un hombre y a una mujer. Fueron
detenidos inicialmente tres individuos en relación al crimen, que ingresaron posteriormente en prisión.
Los
análisis de ADN confirmaron que los restos mortales se correspondían con
los dos holandeses fallecidos, y los estudios forenses determinaron una
muerte violenta, idéntica en ambos casos, motivada por traumatismo
craneoencefálico.
A finales de junio, los tres primeros detenidos por su presunta implicación
en el crimen de la pareja holandesa, volvieron a acogerse a su derecho a
no declarar ante la titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de
Molina de Segura, Olga Reverte, quien ratificó la prisión decretada
sobre ellos.
Ahora, Serafín del Alba, el funcionario jubilado y dueño de la casa de Alquerías situada junto al huerto donde
aparecieron los cuerpos desmembrados de Ingrid Visser y Lodewijk
Severein, está en prisión acusado de un doble delito de encubrimiento. Al principio hasta estuvo presente cuando la policía científica desenterró los cadáveres en su huerto.
De Alba fue detenido en un primer momento, aunque fue puesto en libertad
con cargos. La Policía registró su casa en dos ocasiones en busca de
pruebas que tuvieran relación con el crimen y, posteriormente, el
propietario declaró varias veces ante el Grupo de Homicidios.
Serafín de Alba y el también imputado Juan Cuenca se conocieron porque una hija del primero formó parte de la plantilla del equipo de voleibol que dirigía el segundo, el Club Atlético Voleibol Murcia 2005.
Cuenca y De Alba eran tan buenos amigos, que solían quedar para comer muchos fines de semana. El vínculo nació a raíz de esa afición de la hija de De Alba por el voleibol.
Las investigaciones se centran ahora en determinar qué papel desempeñó Serafín de Alba en el crimen: si era conocedor de que en su propiedad se había enterrado a dos personas o si participó activamente en la ocultación de los cuerpos.
Cuenca y De Alba eran tan buenos amigos, que solían quedar para comer muchos fines de semana. El vínculo nació a raíz de esa afición de la hija de De Alba por el voleibol.
Las investigaciones se centran ahora en determinar qué papel desempeñó Serafín de Alba en el crimen: si era conocedor de que en su propiedad se había enterrado a dos personas o si participó activamente en la ocultación de los cuerpos.