El día amanece hoy nublado. El gobierno de la Gran Nación toma el mando de los Mossos d'Esquadra,
o sea, de la fuerza legítima de la Nació Petita. Muy nublado. Medida
ejecutiva directa, no consultada ni sometida a control de parlamentos,
tribunales u otras zarandajas democráticas. Muy nublado mientras me
dirijo a la xerrada en Alella. A la puerta de un espacio abierto, una
pareja de agentes de la GU ya ha explicado a los organizadores que
cumplen órdenes, a saber: a hacerse ver.
Más noticias: el gobierno ya ha
designado al oficial que tomará el mando de los mossos: un
coronel de la Guardia Civil llamado Pérez de los Cobos, hermano del
Pérez de los Cobos, militante del PP que presidió una temporada el
Tribunal Constitucional e hijo del también militante de Fuerza Nueva,
Pérez de los Cobos. Y no es él menos pues anduvo procesado por torturas
en el País Vasco, aunque luego absuelto por un tribunal español.
Gente,
como se ve, muy ecuánime cuando se trata de habérselas con
independentistas. A la salida de la xerrada hablo con una mossa d'Esquadra que ha ido de paisana por decisión y afición propia. Me dice que es Mossa d'Esquadra
y que siempre supo que su trabajo es servir a la sociedad catalana a
las órdenes del gobierno de Cataluña. Le presento mis respetos y
admiración por su actitud. Sabe lo que hace y es consciente del momento
en que vive; en el que vivimos todos.
Más tarde, llegando a la segunda
xerrada, en Sant Cebrià de Vallalta, nueva noticia: el govern no
traspasará el mando de los mossos al gobierno de España. Veo a
Forn y a Trapero (¡qué imagen tan poderosa la de este hombre!) y escucho
sus clarísimas razones políticas y su sólida base jurídica. El gobierno
no puede asumir el mando y el coronel Pérez de los Cobos puede aspirar a
otros destinos, seguramente más cómodos que esta tierra de rebeldes
muestraculos al estilo de los escoceses de Wallace. El día se aclara.
Las nubes se retiran y el Mediterráneo está bañado con su luz diáfana.
Me acuerdo de la mossa d'Esquadra y pienso que esto es
indestructible porque forma un arco con los extremos unidos en la misma
tensión: los jefes protegen a los subordinados y los subordinados
confían en los jefes. Después de la xerrada, en un pabellón sportiu,
correspondiente butifarrada. La noche caída mientras tanto es en
realidad día y con tanta gente alegre de toda andadura de la vida, más
que día, casi amanecer. Muchas me dan las gracias pero soy yo quien debe
darlas porque gracias a ellos, a la gente que he conocido en todos los
puntos de Cataluña, al cabo de tantos años he encontrado mi país, el que
he buscado toda la vida, un país de gente digna. Lo que siempre quise
para España lo he encontrado en Cataluña.
Alguien comenta que los mossos
han detenido a un policía nacional que ha entrado en un comercio en las
Ramblas, creo, con un arma y bajo los efectos del alcohol, o eso dice.
Nadie señalará, supongo, porque los catalanes son aficionados al understatement, que ha caído a los mossos
tarea doble: proteger a la población de los delincuentes habituales y
de los atípicos. Los chavales de enseñanza secundaria y universitaria
están echándose a la calle y empiezan a ser el habitual río de lava que
engulle todos los cuentos y las logomaquias de los políticos,
especialmente los de izquierda.
Cuando los de los barcos reciban la
orden de desembarcar, algo insomnes según parece, lo van a tener
francamente crudo. Por eso están allegando más razones al Principado:
tanquetas, vehículos blindados y hasta un cañón móvil de agua, todos
instrumentos pensados por amenizar el diálogo con que el PP y el PSOE
quieren deleitarnos a partir del dos de octubre.
Tras la butifarrada
gratísimo concierto de habaneras a cargo del dúo La vella Lola, Marta Bombí, la cançó y Josep Bergadà, voz y guitarra. Buenísimos. Les pido El meu avi va anar a Cuba.
La tienen prevista para el final porque es muy popular. Les digo que
tengo un amic dramaturgo que ha escrito una pieza de teatro con ese
título, Marcel Vilarós (hola, Marcel) y que sería buena idea que se
pongan en contacto, así que luego os pongo un email a cada uno.
Nos
vamos a dormir en medio de rumores de que el gobierno anda preparando
una redada de altos cargos del govern, consellers y el propio presidente
de la Generalitat. Parece absurdo ¿verdad? Pero el sentido del absurdo
del gobierno central está en contexto berlanguiano, según acaba de
decir, creo, Antonio Banderas. Bueno, según parece, pasado mañana el
Señor de los sobresueldillos irá a visitar al Emperador en humilde
solicitud de alguna declaración contra la independencia de Cataluña. Se
dice que el ministerio correspondiente ya la tiene amarrada a cambio de
la compra de unos aviones que probablemente no volarán por unos miles de
millones de euros.
Una futesa y, mira, a los mejor sale Trump por la
tele diciendo que está en contra del derecho de autodeterminación de
Sicilia. Pienso, antes de dormir que, pendiente el alto servicio
exterior de tan trascendental misión, en estos dos días el ministro
Zoido dejará en paz a la gente en Cataluña pues no puede permitirse
algún escándalo que le saquen a su presidente en Washington. Un respiro,
por Toutatis, ya en puertas del referéndum. Y las malditas urnas sin
aparecer.
Entre
tanto, ¿Qué hace la izquierda? En el caso del PSOE, apoyar
incondicionalmente al presidente Rajoy, a quien pidió en su día que
dimitiera. Gente práctica los socialistas, como el interesado no tenía,
ni tiene, ni tendrá intención de dimitir porque no quiere perder el
aforamiento, decidieron civilizarlo y convencerlo de que pasada al
oleada de la muy justa represión que los indepes se han atraído sobre
sus cabezas como las orgullosas torres atraen los rayos, deberá ofrecer
diálogo, después del dos de octubre.
Porque antes no lo hubo. Sin duda,
el PP no lo propició, pero el PSOE tampoco lo exigió. La oferta actual
carece de todo valor porque ni quienes la hacen tienen crédito ni lo que
dicen sentido sino que son una sarta de disparates sin conexión lógica
alguna. Dice Sánchez que “en
esta crisis hay tres opciones: la de Puigdemont que es votar sin
dialogar; la de Rajoy que es dialogar sin votar; y la del PSOE y del PSC
que es dialogar y votar un acuerdo con todas las garantías
democráticas”. Dos falsedades y un conjuro de magia potagia.
1ª. Puigdemont quiere votar sin dialogar. Falso. Puigdemont quiere votar
y dialogar. 2ª Rajoy quiere dialogar sin votar. Falso. Rajoy no quiere
dialogar ni votar. Magia potagia: el PSOE ofrece llegar a un acuerdo y
votar con todas las garantías democráticas.¿Qué acuerdo?¿Quiénes votan?
¿Cuándo? Mientras esto no se diga, la propuesta es como un viaje al país
de la Cucaña. Uncido al carro de Atila, el PSOE no puede hacer otra
cosa que volver a pisar la hierba que pisó el caballo de aquel.
¿Y
Podemos? Si lo de Cataluña es berlanguiano y lo del PSOE se parece algo
al inspector Clouseau, lo de Podemos es buñuelesco, al estilo del Ángel Exterminador.
Llevan dos días de profundas cavilaciones en un seminario o similar
apartados del ruido del siglo para hacer práctica la audaz teoría de que
la cuestión catalana se resuelve... echando a Rajoy de La Moncloa. Allá
ha ido también, a aportar su particular luz la alcaldesa de Barcelona,
Colau que, además se quita de enmedio con la habitual galanura en
momentos delicados.
Al fin y al cabo el objetivo es noble y tiene su
mérito, más que la cuadratura del círculo pues consiste en ganar una
fulminante moción de censura que necesita la mayoría absoluta de
350 teniendo en contra 222 votos de los dos partidos dinásticos,
equivalentes aprx. a un 63%. Pequeñez que se resuelve con una
declaración contundente, de esas que se imponen con la luz cegadora de
la audacia y hacen temblar los cimientos mismos del sistema. Dice
Iglesias que Podemos respetaría el resultado de un referéndum "con garantías y efectos jurídicos".
Obviamente, quiere decir los resultados de un referéndum legal. Dos pequeños matices: 1º, ese referéndum legal
no se dará con la actual composición parlamentaria y tampoco con la que
vaticinan los sondeos. 2º (y peor) ¿qué tiene de audaz y revolucionario
cumplir la ley? Porque, si lo que está diciendo es que estaría
dispuesto a incumplirla (por razones revolucionarias, imagino) ¿por qué
no empieza por hacerlo ya y reconoce los resultados del referéndum del
1/10 se haga como se haga?
Sencillamente,
por lo mismo por lo que el PSOE dice ahora que negociará un "acuerdo"
que se someterá luego a referéndum, pudiendo haberlo propuesto hace años,
en lugar de dar la murga con un federalismo inviable. ¿Y qué es ello
La
República. La izquierda no puede digerir la idea de que los catalanes
se constituyan en lo que ella no tiene ni tendrá porque no se atreve a
reclamarla: la República.
Lo
reitero: la independencia de la República Catalana ha triturado la
izquierda española que, como un cuerpo poseído por el Maligno, se
encuentra ahora pensando, hablando y haciendo como la derecha.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
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