MURCIA.- Los productores-agricultores de la Región de Murcia han mostrado su preocupación por la falta de agua de riego, ya que "hasta ahora se ha consumido un 90% del caudal asignado", y las producciones de uva de mesa en la Región "se extienden hasta finales de año".
Por
ello, advierten que viven una "dramática situación, tanto por los
precios al productor por debajo de costes, como por la falta de agua,
que nos asegure el riego de las producciones existentes hasta finales de
año".
"Sin duda, lamentan, una situación que refleja la agonía y la
desolación que vive el campo murciano".
Los regantes necesitan un caudal mínimo de
150 hm3; hasta final de año y a día de hoy solo tienen garantizados los
21 hm3; de la desaladora de Torrevieja, 26 hm3; de los pozos de
sequía del Sinclinal de Calasparra y los 8,7 hm3 de 15 pozos de sequía
pertenecientes a la batería estratégica de sondeos de la Vega Media,
puestos en marcha recientemente por la Confederación Hidrográfica del
Segura (CHS).
Además, están negociando con el Ministerio de Agricultura
la compra de 8 hm3; en concepto de cesión de derechos a los regantes de
Estremera. El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, viaja mañana lunes a
Madrid para arrancar el visto bueno al Ministerio. Y mientras tanto, aún
no han recibido respuesta a la segunda carta que remitieron al
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, solicitándole una entrevista en
la que le propondrán más trasvases para acabar con los problemas del
Tajo.
COAG, en su balance de los seis primeros meses del año,
analiza por sectores la evolución y comportamiento de cada uno de ellos.
Así, en relación al sector apícola este año puede considerarse, de
manera excepcional y tras varios años muy difíciles, como "positivo",
tanto en lo que se refiere a la producción como al precio percibido por
los apicultores.
Lo que se debe a las lluvias que se
produjeron en la Región durante los meses de diciembre y enero, que han
proporcionado la floración necesaria para la producción de miel. Y, por
otro lado, a la sequía que viene asolando otras zonas de España, que ha
reducido las producciones en esas zonas.
En cuanto al
sector del tomate, en este ejercicio la producción se ha desarrollado en
unas condiciones normales, con algunos problemas que, en cierto modo,
se reiteran varios años, provocados por un exceso de humedad. Sin
embargo, los precios de venta han estado por debajo del nivel habitual
en otros ejercicios.
El sector de fruta dulce ha obtenido
una producción completa, en torno a 500.000 toneladas en Murcia, que no
una superproducción, ya que no han sucedido episodios importantes de
adversidades climáticas como heladas o pedrisco, que han castigado en
años anteriores esta producciones.
Sin embargo, desde el
inicio de la campaña y por las "maniobras" de las cadenas de
distribución, "que han retrasado intencionadamente sus campañas de venta
para provocar la acumulación de producciones en origen a las que no se
podía dar salida, se ha forzado una importante bajada de precios de
comercialización con la que ha arrancado la campaña y que ya se ha
mantenido prácticamente hasta el momento actual".
Este
colapso de los mercados fabricados por estas cadenas de distribución "ha
provocado también que más de 20% de la producción cosechada no haya
podido ser comercializada, ya que este mercado sólo absorbía las
categorías extra y primera, debiendo ir al destrío las categorías y
calibres inferiores".
En estos momentos, y cuando ya
queda tan sólo en torno al 20% de la producción, los mercados están
empezando a normalizarse y los precios en origen están en torno a los 60
a 70 céntimos por kilo que, con la productividad de las variedades que
se recogen en esta fecha, sí vienen a cubrir costes de producción.
Sin
embargo, el restante 75 u 80% de la producción que ya se ha
comercializado "no ha cubierto, ni de lejos, estos costes, colocando al
sector en una situación muy dedicada".
En
cuanto al sector del almendro, esta campaña se prevé en la Región una
producción alrededor de 30% superior a la del año pasado, en la que los
árboles venían sufriendo las consecuencias de heladas y sequías de años
anteriores.
Esta producción prevista, en torno a los seis
millones de kilos de pepita de almendra, puede considerarse casi
normal, si bien no se acerca al óptimo potencial productivo para las
plantaciones de la Región, que podría situarse en torno a los 11
millones de kilos.
No obstante, los episodios recientes
de pedrisco en la zona del Noroeste y las posibles consecuencias del
estrés hídrico que comienzan a sufrir las plantaciones, al igual que en
el caso del viñedo y olivar, "podrían tener aún un efecto negativo sobre
estas producciones previstas".
Por lo que se refiere al
viñedo, las lluvias que se produjeron durante el pasado invierno y hasta
el mes de abril han permitido recuperar las viñas y se espera que este
año se obtengan unas producciones normales, en torno a 10 ó 15 por
ciento superiores a la del año pasado, entre 80.000 ó 90.000 toneladas;
si bien las altas temperaturas que se han producido y la sequía que
comienza a hacerse muy patente "puede tener su reflejo en una bajada de
estas previsiones de producción".
En el caso del olivar,
las previsiones de cosecha son, por el contrario, inferiores a la del
año pasado, debido a la "vecería" de este cultivo, pues como los árboles
que el año pasado cargaron una mayor producción, este año la verán
reducida, previéndose entre 35000 a. 40.000 toneladas.
Además,
los intensos calores de finales de primavera y primero de verano han
tenido lugar en una época de cuaje de este cultivo, de manera que se
están desprendiendo y cayendo al suelo mucho frutos de los árboles.
Por
lo que se refiere a la campaña de cereales y otros cultivos herbáceos
de secano en la Región, la producción que se obtenido en este ejercicio
puede situarse en torno a un 60 ó 70 por ciento o de lo que sería una
producción normal, pudiendo alcanzar entre las 55.000 a 60.000
toneladas, ya que los cultivos se han visto afectados por los cambios
anómalos en las temperaturas que se han producido durante su
crecimiento, con un principio de invierno anormalmente cálido, seguida
de unos episodios de bajada importante de temperaturas, así como por el
retraso en la lluvias primaverales que permite finalizar la cosecha.
Finalmente,
el proceso de producción de uva de mesa ha evolucionado de forma
normalizada durante el primer semestre del año, con producciones de
calidad para los mercados.
Los agricultores advierten de
"una bajada alarmante" de los precios de salida, al productor,
supuestamente por el "colapso de los mercados" con producciones del
norte de África, que "nuevamente dejan absolutamente desprotegidas a las
producciones de los agricultores de la región", por lo que temen que el
"descalabro de precios" que se ha vivido en las producciones de fruta
de hueso "se extienda al sector de uva de mesa y arruine totalmente al
sector".
No hay comentarios:
Publicar un comentario