"Los
principales bancos mundiales en Londres planean trasladar alrededor de
9.000 puestos de trabajo al continente en los próximos dos años, según
fuentes y comunicados públicos, a medida que el éxodo de empleos
financieros empieza a tomar forma...Fráncfort y Dublín están emergiendo
como las principales ciudades ganadoras de los planes de reubicación.
Seis de los 13 bancos prefieren abrir una nueva oficina o trasladar la
mayor parte de sus operaciones a Fráncfort.
Tres de los bancos exploran
crecer en Dublín...Se desconocen los planes de grandes bancos como
Credit Suisse y Bank of America y de muchos bancos más
pequeños...(Reuters) El 22-11-2016 escribí: "¿Alguien se cree que bancos
de la City vendrán a Madrid? Yo, no.
Primero, que recorran la ciudad
"Señor director: a mediados de julio, el presidente de los empresarios
madrileños, Juan Pablo Lázaro, consideraba que la "mala noticia" del
Brexit ha resultado ser "una oportunidad espectacular para la
Comunidad", ya que "todo el mundo sabe que cuando una empresa deja el
negocio los mas despiertos lo recogen" y la comunidad es "el mejor
destino" para las multinacionales con sede en Reino Unido que tengan que
abandonarlo.
Lázaro destacaba las fortalezas turísticas, sanitarias, de
cultura, seguridad y calidad de vida de Madrid, y ha añadido que "lo
que se puede hacer con 2.000 euros en Madrid es mucho más de lo que ese
puede hacer con 2.000 euros en otras capitales europeas".
En el mismo acto, la presidenta de la
Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes mostró su entusiasmo hasta el
punto de crear un comité-lobby para atraer a los bancos de la City a la
capital del Reino de España. Yo pregunto ¿Alguien se cree que los bancos
con sede en Londres vendrán a Madrid. Yo, no. Y como yo, muchos más.
Somos muchos los que recorremos Madrid de cabo a rabo. La suciedad se ha
instalado en todos los barrios, algunos con roedores de gran tamaño
saltando de una alcantarilla a otra. Los ocupas campan a sus anchas.
Aumentan los robos. Nunca Madrid capital estuvo tan abandonada a su
suerte..."
"Si me permite la licencia, estimado
director, hago un viaje virtual con el CEO de un gran banco londinense.
Nos subimos a su flamante coche, chófer al volante, con dirección Las
Tablas. Vamos al Velero de BBVA. Al kilómetro nos quedamos parados.
Atasco monumental. Media hora después, en paralelo a BBVA, decimos virar
en dirección El Corte Inglés para volver a Madrid. Desestimamos visitar
el Velero. En el cruce de Manoteras, otra media hora hasta enfilar
Arturo Soria. En cada semáforo, rumanos harapientos, que unas veces te
piden limosna a golpes en el cristal y otras te ensucian el cristal con
el agua sucia que llevan en un bote. Pretenden lavarte el cristal. Les
dices que no y te golpean con el palo al mismo tiempo que te
ensucian....
"Giramos por la NII para entrar a
Madrid. Más rumanos. Más miseria. Más pretendientes para ensuciarte el
cristal del coche. En todos los semáforos la misma historia. Giramos a
la derecha para entrar en la gran arteria de La Castellana. Ahí, la
acumulación de mendigos y de ensuciacoches es mayor. Al CEO le gustan
los toros. Nos dirigimos a las Ventas. El puente, que enlaza la M30 con
Alcalá está infectado de saltimbanquis y de ensuciacoches, estos muy
agresivos, con insultos y golpes al coche..."
"Vamos a la Puerta del Sol. Nos bajamos
unos metros antes. La Puerta del Sol está plagada de turistas y de
muñecos de mil colores. En las puertas del metro se colocan chaperos
rumanos con pantalones superajustados. Más allá, una docena de africanos
intenta vender productos falsificados. Llaga la Policía Municipal y se
distribuyen por las calles abyacentes, hasta que la Policía se va y
vuelta a jugar al ratón y al gato. En la calle Montera aún quedan
algunas putas, negras y del Este de Europa, compartiendo el sol de otoño
con los turistas y lugareños. En la Gran Vía salta una manifestación de
ocupas pidiendo edificios para ocupar..."
"Una señora llora a las puertas de El
Corte Inglés de El Carmen. Le han robado el monedero. Hay descuideros,
ladrones de carteras y de móviles por todas partes. El Metro, además, ha
vuelto a ponerse de moda para cantantes aprendices y demás. Imposible
atender el móvil. Una red que pagamos todos..."
"Y en cualquier esquina, pachangas de
acordeones, saxofones, crujidos de violínes y voces afónicas, lejos de
la música en todos los casos..."
(*) Periodista
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