CARAVACA DE LA CRUZ.- La relación entre Francisco Salzillo y Caravaca de la Cruz centrará
la exposición que dará a conocer las obras de algunos de los discípulos
más representativos del célebre imaginero murciano, como José López,
Marcos Laborda o Francisco Fernández Caro, quienes trasladaron los ecos
del maestro hasta mediados del siglo XIX.
La muestra, presentada este lunes por la mañana, se podrá ver en la
antigua iglesia de la Compañía de Jesús de Caravaca, convertida en
espacio expositivo en 2003, del 20 de febrero al 28 de mayo, y forma
parte de la actividad cultural programada con motivo del año jubilar
caravaqueño.
Según detalló el comisario de la exposición, el catedrático Cristóbal
Belda, la muestra está compuesta por más de 50 piezas, la mayoría de
ellas, esculturas, que parten de descubrimientos recientes de una serie
de documentos que han cambiado las atribuciones de algunas de las
grandes esculturas religiosas repartidas por las iglesias de Caravaca.
Así, en los últimos tiempos se ha constatado que algunas de esas
imágenes son obra directa de autores que siguieron la estela de
Francisco Salzillo creando una escuela caravaqueña cuyo máximo exponente
es el artista José López.
La muestra pone de relieve el perfil de ese escultor y de otros como
su padre, Ginés López; su discípulo, Marcos Laborda, o el imaginero
Francisco Fernández Caro, que se formó en la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando y llevó hasta allí a mediados del XIX la huella de
Salzillo.
Entre las obras más destacadas que se expondrán al público se
encuentran dos de los pasos más populares de Salzillo, San Juan y la
Verónica, cedidos por el Museo Salzillo para la ocasión, y que datan de
1755, año en el que José López ya trabajaba en el taller del maestro
murciano y de los probablemente tomó importantes influencias.
Asimismo, se podrán ver algunos de los denominados "santos gremiales"
de Salzillo, y se podrán comparar distintas versiones de la Virgen de
las Angustias esculpidas por Salzillo, López y Laborda.
Otra pieza de gran valor y simbolismo es una mantilla de la Reina
María Cristina de Borbón, que rinde homenaje al gremio de las
bordadoras.
El alcalde de Caravaca de la Cruz, José Moreno, destacó la
importancia de esa escuela de Salzillo a la hora de acercar el arte
local al del resto de la región, ya que hasta la llegada del maestro
barroco la imaginería caravaqueña tenía más influencias del arte de
provincias limítrofes como Albacete.
La muestra, indicó, da una imagen clara de la conexión de los
artistas locales con la obra de Salzillo y permitirá ver obras que hasta
ahora estaban dispersas en diferentes iglesias dentro de un conjunto y
una conexión que ayudarán a entender su importancia.
Por su parte, el presidente de la Comunidad Autónoma, Pedro Antonio
Sánchez, destacó el hilo conductor que Salzillo da a esta muestra en la
que se podrán comprobar los matices que dieron identidad y cambiaron el
concepto escultórico en el siglo XVIII.
La exposición "brinda una importante oportunidad para dar a conocer
parte del legado artístico de Caravaca en este Año Jubilar", que
pretende ser una "gran oportunidad", no solo para poner en valor esa
ciudad, sino el conjunto de la Región de Murcia.
Para ello, según recordó, se han programado a lo largo del año más de
un centenar de actividades de todo tipo entre las que las culturales
tienen un papel protagonista y que tienen vocación de permanecer en el
tiempo y convertirse en una programación estratégica de la comunidad
autónoma más allá del año jubilar.
La exposición cuenta con la colaboración de la Fundación Cajamurcia,
el Obispado de Cartagena, la Comunidad Autónoma, el Ayuntamiento de
Caravaca y la Fundación Camino de la Cruz de Caravaca, y da continuidad
al 'Proyecto Huellas' de la primera de las entidades, puesto en marcha
en 2001 para recuperar el patrimonio regional.
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