Los populares
cuentan cada día que pasa sin que el PSOE defina su proyecto con máspreocupación. Pese a su apoyo, de momento implícito, para que la
presidenta de Andalucía, Susana Díaz, se haga con las riendas del
partido, no está claro que la líder andaluza pueda hacerse con el
control del PSOE. Sin ella será más difícil contar con el consenso
necesario para que se puedan aprobar los Presupuestos Generales del
Estado y evitar así la convocatoria de elecciones generales.
Para
el Partido Popular este es el gran problema. Dan por hecho que el
congreso del PP será un paseo triunfal para Mariano Rajoy y su equipo.
Ya nadie se pregunta siquiera si será o no María Dolores de Cospedal
la secretaria general del partido. Lo decidirá Mariano Rajoy y
nadie se atreverá a hacerle el menor aspaviento.
Sonríen
cuando oyen los reproches de los portavoces del PSOE porque, según
este partido, no presentan los Presupuestos debido a las
diferencias internas entre los populares. Fue el caso de la
pasada semana con ocasión de la comparecencia del responsable de
Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso de los Diputados.
Ante
las preguntas retóricas de Montoro de ¿por qué no nos podemos poner
de acuerdo? y ¿por qué tenemos problemas en nuestras formaciones
políticas? el actual portavoz socialista en la Comisión de
Hacienda, Julián López, le devolvió la crítica sin mucho sentido de
la realidad.
Con un cierto tono irónico, López preguntaba al
ministro si cuando hablaba de problemas internos de los partidos se
refería al PP y sus desavenencias con el expresidente José María
Aznar. “¿Señor ministro, ha querido usted decir que hasta que no se
celebre el congreso del PP no traerá aquí los Presupuestos?”, le
preguntaba.
Es no querer admitir la realidad del gravísimo
problema de liderazgo actual que tiene el PSOE y la falta de
resolución a la vista.
La segunda comparecencia de Patxi
López de cara a hacerse con la secretaría general del partido, la
celebrada en Fuenlabrada, ha resultado un fiasco. Tanto en el fondo
como en la forma. Tuvieron que trasladar a última hora el acto a una
sala más pequeña, porque el auditorio para 700 personas se le
quedaba demasiado grande. No logró reunir ni a 200 oyentes, pese a
que, supuestamente, contaba con el apoyo de la Federación Socialista
Madrileña, que es la tercera más numerosa de España.
Si esto
fue en las formas, en el fondo su intervención no pudo estar más
vacía de contenido. Todo fueron ideas vagas, genéricas, sin mayor
precisión que lo de decir que tienen que convertir al partido en un
referente de una izquierda exigente, transformadora y radical.
¿Eso
en qué se concreta? En nada. El resto de su intervención estuvo
igual de deslucida. Lo más preciso que dijo es que el PSOE tiene que
dejar de "poner parches" y de "actuar como analgésico de la
derecha".
No hubo mucho más tras insistir en que el partido
debe "plantarse" y proponer "un proyecto radicalmente diferente"
ante situaciones como el "'dumping' laboral y fiscal", el trato a
los refugiados en Europa o el "resurgimiento de populismos". No
puso un solo ejemplo de políticas para llevarlo a cabo.
Como
comentan desde el propio partido, no es descartable que tenga que
retirar su candidatura en las próximas semanas. El panorama no
es mucho más alentador para la Presidenta de Andalucía.
Pese a
haber actuado en su propio campo, en Alcalá de los Gazules (Cádiz),
Susana Díaz no ha ilusionado. Quedaba mucho papel por vender.
Mientras, el ex secretario general, Pedro Sánchez, que reaparecía
en Dos Hermanas (Sevilla), ha sido el que más público ha convocado,
pese a que no cuenta ya con el apoyo de ningún aparato.
Lo que
parece claro es que Susana, además de contar con el visto bueno del PP,
va a contar con el apoyo de muchos medios. Incluso de los que
habitualmente la han criticado con inusitada dureza.
Este
domingo el diario ‘La Razón’ la mostraba como la clarísima
preferida de los militantes socialistas. Bien es cierto que la
encuesta era más bien raquítica. Realizada mediante 300
entrevistas telefónicas a votantes del PSOE en 57 municipios de
las 17 Comunidades Autónomas entre el 24 y el 28 de enero, el 44,3 por
ciento de los consultados no "avala el paso adelante de Pedro Sánchez
para presentarse a las primarias", frente a un 35 por ciento que sí
lo hace y un 20,7 que no sabe o no contesta.
A la pregunta de
cuál de los tres líderes socialistas tiene más posibilidades de
ganar unas elecciones generales, el 40,3 % de los encuestados
considera que Susana Díaz es la que tiene más opciones, frente a un
24,7 % que ve con más probabilidades a Patxi López, quedando Pedro
Sánchez en último lugar con un 24,3%.
No se queda ahí el sondeo.
Los encuestados, en un 64 % consideran que el PSOE no debería
acercarse a Podemos, frente a un 29,3 % que opina que sí. En cambio,
un 56,3 % valoran entre bien y muy bien los acuerdos alcanzados
durante la legislatura actual entre PSOE y PP. Un 35 % en cambio
valora mal o muy mal, los acuerdos mencionados.
El tamaño de
la muestra evita tener que insistir más sobre las dudas que genera el
sondeo. Pero lo que queda claro es el apoyo que va a conseguir, al
menos hasta que se celebren las primarias, la presidenta de
Andalucía primero para que se decida y luego para que las gane. Pedro
Sánchez no lo tiene todo perdido.
(*) Periodista
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