La agresión sufrida por el presidente del Gobierno Mariano Rajoy
cuando paseaba este miércoles por la tarde por Pontevedra, la ciudad tan
identificada con él que aunque nació en La Coruña, siempre se consideró
pontevedrés, ha situado la campaña electoral, mejor el final de la
campaña, en un terreno de violencia que nadie podía esperarlo y que ha
merecido, minutos después de producirse, la total unanimidad en la
condena de algo que hasta ahora, no se había producido en nuestro país, y
el rechazo de una violencia que por muy tensa que sea la actual
campaña, no puede generar sino rechazo, y también vergüenza.
Muy envenenado tiene que estar ese chaval de 17 años, cercano, según
la primera versión, a las llamadas “Mareas”, como para agredir de esa
forma tan cobarde al Presidente del Gobierno y muy envenenada tienen que
estar igualmente los que asistieron a la agresión y le jalearon con
gritos de aprobación. Como muy mal psicológicamente tienen que estar
quienes desde las redes sociales han comenzado a vomitar insultos,
descalificaciones y supuestos chistes, sobre algo que debían
avergonzarles como ciudadanos. Evidentemente como decía Rajoy
inmediatamente después de la agresión, “no se explica cómo puede haber
pasado”, aunque tras el desagradable incidente, el Presidente del
Gobierno ha emprendido viaje a la Coruña para cerrar la campaña del día,
con el mitin programado.
Con ese mitin, a pocas horas de que se termine la campaña electoral y
que se inicie este sábado la llamada “jornada de reflexión”, el PP y
todos los partidos políticos aprietan el acelerador para intentar arañar
los últimos votos, y convencer a ese treinta por ciento de indecisos
que todavía dudan, a quién confiar su voto, aunque según los expertos el
último cara a cara Rajoy-Sánchez, que sigue ocupando parte de los
mensajes de la campaña, ha movido a muchos votantes, a decidirse, a
cambiar de opción o a reforzar la que ya tenían.
Aunque desde el martes está prohibido por ley publicar encuestas, El Periódico de Cataluña que también edita El Periódico d´Andorra,
ha decidido publicar, hasta la misma jornada de reflexión, sondeos
diarios utilizando la página de Internet del periódico del vecino país
con lo cual se burla la ley, y en cierto modo se presta un servicio
público. Según los dos primeros sondeos, el segundo difundido en la
tarde del miércoles, después de que la página del periódico andorrano,
fuera “hackeada”, Podemos continúa remontando en intención de voto
directo, y situándose como tercera fuerza política por delante de
Ciudadanos y muy cerca del PSOE, el segundo partido en intención de
voto.
El Partido Popular, estaría entre 106 y 110 escaños, el PSOE entre 81
y 85, Podemos a muy poco distancia de los socialistas, y entre 66 y 70
escaños y en cuarta posición, Ciudadanos, que es el partido que más cae y
que, en estos momentos estaría entre 54 y 58 escaños. Unidad
Popular-Izquierda Unida sacaría entre 3 y 5 escaños. Con esta última
relación quedarían aún por repartir entre 28 y 34 escaños, una cifra
cercana al 14 por ciento de los votos. El Periòdic d’Andorra publicará hasta el día 20 un tracking
diario de estimación de voto con resultados del sondeo del Gabinet
d’Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP). El sábado, día de reflexión,
el periódico publicará dos tracking, uno al mediodía,y otro a las 23 horas, con 800 y 950 entrevistas, respectivamente.
Al margen de las encuestas que no sirven muchas veces, para
clarificar la situación, sino para confundir al electorado, este
miércoles han aumentado sensiblemente los actos de todos los partidos,
los mitines, los paseos por las calles españolas, las comparecencias en
radios y televisiones, mientras continúan las acusaciones entre
populares y socialistas con descalificaciones mutuas, derivadas del
choque frontal entre Rajoy y Sánchez que se produjo en el Cara a Cara
del lunes. Un Cara a Cara que sigue vivo, y que sigue hinchándose con
esa guerra entre los dos principales partidos, con regocijo de los
partidos emergentes, Sánchez sigue insistiendo que había que hablarle
claro a Rajoy con lo que sigue manteniendo sus acusaciones contra el
Presidente del Gobierno, y Rajoy y los suyos siguen reprochando el tono
empleado por el candidato socialista que sigue golpeando con el tema de
la corrupción.
Los medios internacionales, volcados más en los nuevos fenómenos
emergentes de “Podemos“ y “Ciudadanos” siguen comentando el rifirrafe
del lunes en un debate que sitúan en el acto más importante de la
campaña electoral. Quizás el periódico que mejor resume la situación sea
el francés Les Echos que informa que a varios días de las
elecciones legislastivas se eleva el tono entre conservadores y
socialistas, y que España sigue conmocionada por el debate
Rajoy-Sánchez.
Según el diario, España se despertó el martes todavía atónita por la
violencia del debate que había enfrentado la noche anterior a los
candidatos de los dos principales partidos del país. El presidente
saliente, el conservador Mariano Rajoy del Partido Popular (PP), y su
adversario socialista Pedro Sánchez se enfrentaron con dureza en el
único debate electoral a dos de la campaña. Anteriormente, se habían
organizado otros dos debates, pero Mariano Rajoy se había negado a
participar con los líderes de los partidos emergentes Ciudadanos (de
centro derecha) y Podemos (de izquierda).
“El lunes por la noche, la
discusión acabó por descarrilar bajo los ataques de Pedro Sánchez. Desde
su primera intervención, el socialista marcó el tono, recordando a
Mariano Rajoy los casos de corrupción que sacuden a su partido. El
Presidente saliente, desconcertado en un momento dado por la agresividad
de su adversario, explotó después de una hora de duros ataques de Pedro
Sánchez, quien le acusó muchas veces de “mentir” y le reprochó en cada
turno la corrupción de su partido, el declive de la economía e incluso
las trabas al aborto impuestas por el gobierno conservador. “¡Basta!”,
se rebeló después de que Pedro Sánchez le tachara de indecente. Y le
reprochó su intervención “¡ruin, mezquino y detestable… miserable!”.
El debate era ciertamente el punto culminante de la campaña
electoral. Los comicios, los dos candidatos debían aprovechar la ocasión
de convencer a los electores que todavía están indecisos. El líder del
PSOE quería desmarcarse de los dos partidos emergentes con los que está
muy ajustado según los sondeos. Mariano Rajoy buscaba confirmar su
ventaja de cinco puntos para obtener el margen suficiente para gobernar
sin coalición. Actualmente le atribuyen entre el 25 y el 30% de la
intención de voto.
(*) Periodista
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