Ayer, un adolescente arreó un puñetazo al presidente de los sobresueldos
en Pontevedra porque este, por necesidades de la campaña electoral,
salió a mezclarse con su amado pueblo como hacía Harún al Raschid en las
1.001 noches. Estoy seguro de que los medios hoy solo hablarán de la castaña a
Rajoy. Habrá desde quienes hagan chistes en Twitter hasta quienes se
indignen como juanes bautistas contra todo tipo de violencia y mucho más
contra los chistosos, pasando por quienes echen la culpa a Sánchez por
haber llamado indecente al indecente. La oleada de hipocresía y
fariseísmo pretende convertir un hecho lamentable, circunstancial,
anecdótico, irrelevante, producido por un descuido de los guardaespaldas
en una categoría moral por la relevancia de la personalidad, mientras
que la categoría del hecho regular, producido por la acción de un hecho
estructural como la violencia machista, desaparece de la atención
pública.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
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