MURCIA.- Unas 168.000 personas viven en la Región de Murcia en casas sin las condiciones adecuadas por su estado ruinoso o por carecer de suministros que garanticen higiene y salubridad,
entre otros motivos, otras 101.000 lo hacen con la inquietud de
quedarse sin techo a corto o medio plazo y 42.000 en ambas situaciones.
Estas
son algunas de las conclusiones a las que ha llegado Foessa (Fomento de
Estudios Sociales y de Sociología Aplicada) en su VIII Informe sobre
Exclusión y Desarrollo Social en España presentado recientemente, que
señala también que en la Comunidad Valenciana el 18% de la población
vive situaciones de exclusión residencial.
En España, según el
informe, 8,5 millones de personas, el 18,4% de la población, se
encuentran en exclusión, lo que supone 1,2 millones más que en 2007. A
nivel nacional, más de 4,6 millones de personas viven en casas que no
reúnen las condiciones adecuadas y, además, no se pueden permitir ni
siquiera la idea de pensar en cambiarse.
La vivienda se convirtió,
de hecho, en el principal desencadenante de caer en exclusión social en
nuestro país, y reemplazó así al desempleo, que fue la primera causa
durante los años de crisis económica.
En su publicación 'Vulneración de
derechos: Vivienda', la fundación vinculada a Cáritas se centra en la
exclusión residencial, aquella situación que genera el no poder acceder a
una vivienda digna que reúna las condiciones necesarias para un
desarrollo adecuado.
Una situación que afecta al 24% de la
población, al 60% de las que ya viven situaciones de exclusión y al 69%
las personas para las que esa exclusión es severa. Asimismo, se ceba
especialmente con los hogares con algún miembro extracomunitario (51%),
con aquellos en los que vive alguna persona desempleada (36%) o algún
menor de edad (29%).
Por comunidades autónomas, los porcentajes más altos los presentan Galicia (35%); Canarias (32%) y Región de Murcia (30%),
y los más bajos La Rioja (13%); Andalucía (17%) y la Comunidad
Valenciana (18%).
El informe no recoge datos de sinhogarismo, pero sí de
vivienda insegura -con la incertidumbre y el temor a quedarse sin ella-
y vivienda inadecuada (estructuras temporales, asentamientos, chabolas,
cuevas, casas sin acceso adecuado a suministros públicos como agua,
electricidad o gas, hacinamiento, etc.)
Y la conclusión es que
cuatro de cada diez hogares españoles -casi 800.000- y 2,1 millones de
personas conviven con la inquietud de quedarse sin un techo bajo el cual
vivir en el corto o medio plazo.
El desasosiego es mayor entre los
baleares (8%), murcianos (7%), gallegos y canarios
(6%). ¿Qué podría echar a estas personas de sus casas?
Según comentaron
los responsables del octavo informe Foessa durante su presentación, Raúl
Flores y Guillermo Fernández, los elevados gastos de mantenimiento o
perder los derechos que tenían sobre ella (amenaza de expulsión,
desahucios...).
Pero también, según el documento, no disponer de
seguridad jurídica sobre el uso de la vivienda en un plazo establecido
(contrato de alquiler o título legal, situaciones de cesión de uso,
etc.) o estar en una situación de violencia intrafamiliar que obligue a
irse de casa.
Otros 4,6 millones de personas tienen que habitar en casas
que no reúnen todas las condiciones: son alrededor de 1,3 millones de
hogares, 7 de cada 100 hogares. Afecta sobre todo a los de Canarias
(12%), Cataluña (11%), Murcia y Madrid (9%).
Pueden
ser inadecuadas por presentar deficiencias graves en la construcción,
encontrarse en un estado ruinoso... También por no disponer de los
suministros y dotaciones adecuadas para permitir la higiene y la
salubridad (agua corriente o caliente, energía eléctrica, evacuación
aguas sucias, etc) o por no estar en condiciones de confortabilidad y
privacidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario