MADRID.- La presencia de grandes fortunas
venezolanas en el mercado inmobiliario español se ha disparado por la
situación política y económica que atraviesa el país sudamericano en los
últimos años con adquisiciones de inmuebles de lujo que abonan
generalmente al contado y que han llegado a alcanzar los 30 millones.
Aunque
el inversor latinoamericano siempre ha estado interesado en el
inmobiliario español, desde hace tres o cuatro años se ha registrado un
incremento pronunciado de compradores e inversores venezolanos,
especialmente en Madrid, la puerta de entrada natural a Europa para este
tipo de comprador, señala la socia directora en Madrid de la
inmobiliaria Barnes, Jacqueline Ulrich.
Más allá de la proximidad cultural con España y la
inestabilidad que se vive en su país de origen, Ulrich indica que el
mercado inmobiliario madrileño tiene unos precios muy competitivos en
relación a otras capitales europeas como París, Londres o Berlín.
Aunque
depende del proyecto, las operaciones que cierran van desde los 2
millones, en el caso de los particulares, hasta los cerca de 30
millones.
Según explica el director de Residencial
Prime de Knight Frank, José G.Faría, suelen buscar edificios bien
ubicados en Madrid, principalmente, en zonas exclusivas como los barrios
de Salamanca, Jerónimos, Chamberí y Justicia para acometer
rehabilitaciones integrales.
Primero vinieron a
invertir al considerar a España un valor seguro, con una moneda fuerte y
estabilidad jurídica y luego se ha notado una fuerte inmigración debido
al empeoramiento de la situación en Venezuela, apunta Faría, que agrega
que el coste de la vida sigue siendo muy económico frente a otras
capitales europeas o Estados Unidos.
Este crecimiento,
unido al mayor dinamismo del mercado y a la evolución de la economía
española, ha empujado al alza los precios de la vivienda de lujo en
Madrid durante los últimos tres años, agregan Barnes, que cifra entre 2 y
4 millones la inversión media realizada por los venezolanos, lo que
equivale a 7.000-9.000 euros/m2.
Aunque hay muchos que
vienen para quedarse, otros buscan un valor refugio a fin de asegurar
parte de su patrimonio en un inmueble de valor estable en un país con
altos índices de bienestar y con estabilidad política, económica y
judicial, indica Ulrich.
Desde Engel & Völkers
Madrid, su director general, Óscar Larrea, explica que los inversores
particulares venezolanos buscan primera y segunda residencia, mientras
que los grandes inversores tienen el foco puesto en edificios
representativos para rehabilitar y vender posteriormente.
La
llamada "Golden Visa", que otorga permisos de residencia para quien
invierta una cifra superior a 500.000 euros en activos inmobiliarios, es
uno de los motivos que incitan a las compras, aunque no el principal,
afirman desde Gilmar.
Sin embargo, cabe destacar que
la gran mayoría de ellos cuentan con nacionalidad española gracias a
antepasados españoles o no pasan largas temporadas residiendo en España,
por lo que no necesitan la "Golden Visa" para operar dentro de nuestras
fronteras, argumenta la socia de Barnes.
De hecho,
apuntan desde Knight Frank, muchos venezolanos son de descendencia
española, sobre todo gallegos, canarios y asturianos, y aunque tienen
más facilidades a la hora de residir en España, la "Golden Visa" sigue
siendo un reclamo.
En lo que coincide el sector es en
que generalmente las operaciones las pagan al contado y si deciden pedir
una hipoteca no es por necesidad, sino porque interesa por temas
fiscales o financieros.
Tras empeorar la situación en
Venezuela, la inmobiliaria Engel & Völkers ha constatado una caída
en las operaciones con respecto a 2018 y 2017 y, aunque su evolución
dependerá de cómo transcurra la situación en el país, creen que los
mexicanos serán los inversores latinoamericanos más destacados en los
próximos meses.
También percibe una ralentización de
las operaciones de los venezolanos -que han sido los clientes
internacionales más activos en el mercado de lujo desde 2010- Knight
Frank, que destaca además la difícil tarea de encontrar un "buen stock".
En
este contexto, el grupo inmobiliario Impar, gestionado por venezolanos,
señala que España se ha vuelto para toda Latinoamérica un punto de
referencia, no solo para los venezolanos, que hasta hace poco tenían a
Miami como principal destino de inversión.
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