MURCIA.- Ahora Murcia mostró su oposición al pliego de condiciones para las
obras de rehabilitación de la Cárcel Vieja ya que, para el partido, con
la reforma el edificio perderá sus elementos intrínsecos y se ha primado un uso hostelero, con la instalación de un bar, por encima del cultural y el de memoria histórica.
La
formación presentó alegaciones al pliego de contratación de las obras,
que alterarán «sensiblemente la percepción del edificio» difuminando su
concepción original a pesar de que se trata de un inmueble protegido por
el Plan General de Ordenación Urbana y catalogado como bien de
relevancia cultural, según la ley regional de Patrimonio Cultural.
En
esas figuras de protección, indicó el partido, se exige que cualquier
actuación en las fachadas del edificio tienda a «recuperar su imagen
original y su volumetría», por lo que consideran que debe eliminarse del
proyecto el derribo de los muros perimetrales así como el derribo parcial del tejado de la fachada principal para colocar dos grandes luminarias retroiluminadas.
Para
Ahora Murcia, el proyecto planteado es «muy poco ambicioso en cuanto a
la recuperación del edificio para usos de la ciudad y del barrio», ya
que el edificio de entrada, cuya adecuación es la que se licitó, albergará un restaurante y una tienda,
limitando el espacio cultural a dos pequeños espacios (salón de actos y
sala de exposiciones), con lo que la mayoría de los espacios son de uso
no cultural.
No se previó, además, un espacio para la memoria
histórica y el recuerdo a los presos políticos que fueron encarcelados
durante la dictadura en esta prisión, tal y como se reivindicó por parte
de asociaciones y plataformas vecinales, limitando este a la mera
conservación de una de las zonas de celdas.
Por último, Ahora Murcia
lamentó que la rehabilitación del edificio, anunciada ya en 2015, debió
comenzar en el primer semestre de 2018, por lo que acumula numerosos
retrasos.
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