ALICANTE.- Antonio Gil Terrón, Martín Sevilla y Luis Esteban, los tres miembros de la comisión de retribuciones de Caja Mediterráneo que dieron su visto bueno a la polémica dieta de 300.000 euros anuales para Modesto Crespo
por presidir la empresa Tinser Cartera coincidieron en que el
sueldo fijado para el presidente para este cargo estaba justificado por
el trabajo efectivo que iba a realizar, según la versión de El Mundo.
Durante sus declaraciones en el juicio de las dietas de Crespo que se
celebra estos días en la Audiencia Provincial de Alicante, estos tres
exconsejeros de CAM también compartieron que en la reunión de la
comisión de retribuciones que dio luz verde al salario del expresidente
(26 de noviembre de 2009) no se habló de la posibilidad de que recibiera
parte de esta remuneración con carácter retroactivo y
que la propuesta partió del entonces director general, Roberto López
Abad.
Los tres negaron cualquier atisbo de confabulación o plan para
darle estos emolumentos a Crespo o para beneficiarse ellos de este
sueldo.
No obstante, más discrepancias hubo entre los tres a la hora de valorar si el consejo de administración, en su sesión del 27 de noviembre de 2009, aprobó o no la dieta de Modesto Crespo.
No obstante, más discrepancias hubo entre los tres a la hora de valorar si el consejo de administración, en su sesión del 27 de noviembre de 2009, aprobó o no la dieta de Modesto Crespo.
Gil Terrón y
Martín Sevilla aseguraron que sí, que el sueldo se acordó en la reunión
del consejo, remitiéndose a la literalidad del acta de esa reunión. «Me
acojo a lo que dicen las actas», afirmó el primero ante el tribunal, mientras que el segundo siguió la misma línea: «Lo que está en el acta es válido».
En el acta de ese consejo se expone que el órgano de gobierno acordaba el nombramiento de Modesto Crespo como presidente de la empresa participada por la CAM, Tinser Cartera, con una retribución de 300.000 anuales, percibiendo además 150.000 euros con carácter retroactivo.
En el acta de ese consejo se expone que el órgano de gobierno acordaba el nombramiento de Modesto Crespo como presidente de la empresa participada por la CAM, Tinser Cartera, con una retribución de 300.000 anuales, percibiendo además 150.000 euros con carácter retroactivo.
Gil Terrón y Sevilla defendieron lo reflejado en el acta, si bien este
último admitió que el documento no recogía fielmente lo sucedido un día
antes en la comisión de retribuciones, donde no se mencionó la opción de
que Crespo cobrara parte de su sueldo de forma retroactiva.
Ambos
insistieron en que fue Tinser la que decidió pagar a Crespo esta
retribución, prueba de ello, explicó Sevilla, es que el expresidente va a
devolver los 600.000 euros cobrados a Tinser, ahora
propiedad de Banco Sabadell.
Por su parte, Gil Terrón recordó que la
limitación salarial fijada en los estatutos no era aplicable para los
puestos en empresas participadas, de ahí que se pudiera retribuir a
Crespo con 300.000 euros anuales.
Las versiones
La
mayoría de los exconsejeros que se sientan en el banquillo acusados de
colaborar en la fijación de este sueldo presuntamente ilegal sostienen
que el consejo en esa reunión no aprobó jamás ese salario
para Modesto Crespo, y que tan solo se acordó su designación como
presidente de Tinser Cartera.
Luis Esteban se ratificó en esta
tesis, al declarar al tribunal que la cuestión del sueldo de Modesto
Crespo «no se tocó en el consejo de administración».
«Yo no lo oí»,
explicó.
«No digo que no se dijera, pero yo no lo oí», comentó al respecto.
«Es muy difícil que eso [la aprobación de la dieta] pasara
desapercibido», insistió, recordando que le sorprendió que se le pagara a
Crespo parte de su sueldo con carácter retroactivo.
De
este modo, mientras que Gil Terrón y Sevilla siguieron la línea
argumental de expuesta por López Abad un día antes en el juicio (también
explicó que todo se aprobó por el consejo de administración), Esteban
se distanció de lo mantenido por el exdirector general al señalar que el
consejo no trató el salario de Modesto Crespo, que es la vía de escape
que manejan la mayor parte de los acusados, la de que no se aprobó el
sueldo en el consejo, para escabullirse de las acusaciones del fiscal,
que mantiene lo contrario.
Anticorrupción acusa a López
Abad de idear un plan para asignar la dieta de 300.000 euros a Crespo
pese a que este no realizaba trabajo alguno en Tinser Cartera y pese a
que los estatutos de la Caja prohibían pagar al presidente de la
entidad. El fiscal, además, mantiene que todo el consejo de
administración colaboró en esta maniobra. Para todos ellos pide penas de
hasta cuatro años de prisión por apropiación indebida y delito societario.
Para Crespo, el Ministerio Público también solicitaba cuatro años de
cárcel por cobrar este sueldo de forma indebida; sin embargo, Crespo
llegó a un pacto con el fiscal, y mediante un escrito de conformidad
corroborado este lunes, ha reconocido las acusaciones de Anticorrupción,
de forma que su pena se vería reducida a nueve meses de prisión y a la
devolución del dinero percibido, 600.000 euros.
Martín Sevilla, en su declaración ante el tribunal, se refirió a este
cambio de postura de Crespo, que hasta hace tres semanas justificaba
contra viento y marea su sueldo en Tinser Cartera: «Me siento
decepcionado con que ahora diga que no estaba trabajando», admitió el
exconsejero, que reconoció que 300.000 era una cantidad «significativa»
pero que estaba justificada porque Crespo iba a ser «presidente ejecutivo» de Tinser y por la importante labor que iba a desarrollar.
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