ZARAGOZA.- La
batería de denuncias que CC. OO. ha presentado ante Inspección de
Trabajo para poner en evidencia las variopintas fórmulas de contratación
de las que hacen uso las industrias cárnicas españolas ha provocado
un terremoto en un sector formado en España por 10.810 empresas que
emplean a 150.000 trabajadores, que representa el 21% del PIB de la
industria alimentaria y que se ha convertido en el cuatro sector
industrial del país. Y sobre todo, explican desde el sindicato,
ha permitido sacar a la luz las “precarias condiciones laborales” en las
que se encuentran la mayoría de los trabajadores, convertidos en
“falsos autónomos” que operan a través de “falsas cooperativas”, revela Heraldo de Aragón.
No son ajenas a la situación las 148 empresas cárnicas que operan en Aragón,
que según los datos del sindicato en la Comunidad, integran el segundo
sector industrial en Aragón, “tan importante que en incluso en el
diálogo social hay constituidas dos mesas, una para automoción y otra
para el sector agroalimentario”.
CC. OO. señala que, según los
datos del Gobierno de Aragón, la industria cárnica aragonesa emplea a
unos 6.800 trabajadores, pero de ellos, denuncia el sindicato, menos de
la mitad, unos 3.300, están contratados directamente por la empresa.
El resto, más de 3.500 trabajadores operan en los distintos centros
productivos a través de fórmula de externalización.
“Algunas empresas no
solo disponen de plantillas propias o contratan a través de ETT, sino
que además hacen uso de empresas multiservicios e incluso contratan a
falsas cooperativas, haciendo un uso fraudulento de estos instrumentos
de la economía social”, explica Ana Sánchez, secretaria general de CC.
OO. Industria de Aragón. Sánchez detalla que este tipo de contrataciones
se traduce en salarios mínimos, jornadas interminables y con apenas
protección en la seguridad social.
Una de estas cooperativas denunciadas por el sindicato es Servicarne,
que tras la demanda de CC.OO. Ha visto cómo la Seguridad Social
convertía a sus autónomos en afiliados al régimen de la Seguridad
Social. Una decisión que ha llegado hasta la planta que Vall Companys,
que se nutre de ‘socios’ de Servicarne, tiene en la localidad zaragozana
de Ejea de los Caballeros y ha hecho aflorar los números de Cárnicas
Cinco Villas, un matadero en el que la firma catalana emplea a unos
1.200 trabajadores, pero donde únicamente 80 están contratados de forma
directa por la compañía.
“El resto es un entramado de
cooperativas o empresas multiservicios, que puede que sean legales pero
que contribuyen a rebajar sustancialmente los salarios”, destaca
Sánchez, que denuncia también que hay un amplio porcentaje de
trabajadores temporales que en realidad están cubriendo un puesto de
trabajo fijo.
Esta fotografía es probablemente “un corta y pega” de la que CC. OO. espera encontrar en otras grandes industrias aragonesas. “Probablemente
la situación es prácticamente igual en el matadero que Grupo Jorge
tiene en Zuera, donde opera a través de la cooperativa TAIC a la que
también hemos denunciado”, señala Sánchez, que reconoce que, de
momento, no hay cifras concretas porque los trabajadores así
contratados, que en su mayoría son inmigrantes, “tienen miedo a las
represalias si denuncian”.
Precisamente el grupo aragonés Jorge, se enfrenta en estos momentos a una huelga general en sus centros de Cataluña, después de reconocer que estudia un posible
cierre de las plantas catalanas y el traslado de la actividad
productiva -decisión que afectaría a unos 1.400 trabajadores-, debido a
la “inseguridad jurídica laboral” que les provoca la nueva ley catalana
de cooperativas. No existe una norma similar en Aragón que
obligue a aplicar a los trabajadores de cooperativas el régimen general
de la Seguridad Social.
Sánchez señala que hay que conseguir normas que
garanticen unas adecuadas condiciones laborales para los trabajadores e
insiste en que para ello “es necesario tomar decisiones políticas y
sindicales, pero también por parte de los trabajadores”.
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