CARTAGENA.- El Consejo de Administración de la Sociedad Cartagena Alta Velocidad, reunido este lunes en Madrid, ha rechazado el soterramiento del ferrocarril una vez analizadas las distintas alternativas estudiadas por la comisión de seguimiento, lo que ha despertado las críticas del Gobierno municipal.
Según
informa el Ministerio de Fomento, la mayoría de la Sociedad entiende
que "el soterramiento no es necesario porque en la actualidad no hay viviendas ni desarrollo urbanístico planificado al otro lado de la vía", además de que, advierte, "demoraría los plazos entre cuatro o cinco años más a los 76 meses previstos por la necesaria descontaminación de los suelos de El Hondón".
Por
ello, ha acordado por mayoría apostar por la integración del
ferrocarril en superficie como solución más idónea para la llegada de la
alta velocidad.
Durante la
reunión del Consejo de Administración, presidida por el secretario de
Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, se
han presentado las alternativas analizadas por la comisión de
seguimiento del estudio de viabilidad para la llegada de la alta
velocidad y la integración del ferrocarril en Cartagena.
La
solución para acometer esta integración en superficie se ha determinado
como la más viable técnicamente por la mayoría de los consejeros, ya
que garantiza una permeabilidad adecuada a las necesidades futuras del
planeamiento urbano, contemplando la construcción de pasarelas
peatonales y pasos superiores para el tráfico rodado, medidas de
protección acústica, espacios verdes y el soterramiento de la A-30.
Además, es compatible con la planificación prevista para la llegada de
la alta velocidad y no impide acometer un futuro soterramiento.
Como
actuaciones de integración ferroviaria, esta alternativa plantea la
adaptación y ampliación del actual edificio de viajeros, la remodelación
de la playa de vías para atender tráficos de alta velocidad con 4 vías
de ancho estándar y 2 de ancho mixto y 4 andenes de 400 metros de
longitud.
El coste de la misma
se estima en torno a los 87 millones de euros, incluyendo tanto que ello
comportaría para la ciudad, más allá de incrementar notablemente la
inversión prevista para esta solución.
Optar
por el soterramiento, por tanto, implica hacer un estudio sobre el
proceso de descontaminación de estos suelos que necesariamente supone
retrasar la llegada de la alta velocidad hasta cuatro o cinco años más,
plazo que habría que añadir a los 76 meses necesarios para esta
alternativa.
La mayoría de la
Sociedad entiende, además, que el soterramiento no es necesario porque
en la actualidad no hay viviendas ni desarrollo urbanístico planificado
al otro lado de la vía.
Por
esta razón, se ha optado por la integración en superficie reiterando el
compromiso del Ministerio de Fomento de avanzar en el impulso y
desarrollo de las actuaciones necesarias para hacer realidad la llegada
de la alta velocidad a Cartagena en el menor tiempo posible y con la
mejor alternativa.
Ello también
supondrá sustanciales mejoras para los servicios de Cercanías y de
Media y Larga Distancia, además de una importante reducción de los
tiempos de viaje desde el mismo momento en que la alta velocidad llegue a
Murcia, incluso sin estar construido el by-pass de Beniel, del que ya
se ha adjudicado la redacción del proyecto.
La
Sociedad Cartagena Alta Velocidad está participada por el Ministerio de
Fomento, a través de las entidades públicas empresariales Adif AV (40%)
y Adif (10%), por el Ayuntamiento de Cartagena en un 25%, y el Gobierno
regional con el 25% restante.
En cuanto a la postura mantenida por la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón,
defendiendo la llegada soterrada a la ciudad, cabe recordar que en la
reunión del consejo de Administración de Cartagena Alta Velocidad de
diciembre de 2016 se alcanzó un acuerdo entre el Ministerio de Fomento,
el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Cartagena, siendo Castejón
vicealcaldesa del mismo, en el que se apostaba por la integración sin
soterramiento.
Por tanto,
entiende que "su cambio de postura sólo puede responder a su deseo de
que la alta velocidad no llegue a Cartagena. Su actitud durante la
reunión, pretendiendo retrasar la llegada del AVE a la ciudad, así lo
demuestra".
Según la
planificación del Ministerio de Fomento y Adif, la finalización de las
obras para la llegada de la alta velocidad a Cartagena será en 2021, con
las obras completas de la integración ya finalizadas en el primer
trimestre de 2022.
El Consejo de Administración de la Sociedad Cartagena Alta Velocidad ha sido informada hoy, nuevamente, de estos plazos.
El
consejero de Fomento e Infraestructuras, Patricio Valverde, ha
resaltado "la firme apuesta del Gobierno regional por la alternativa que
permita conectar cuanto antes y de la mejor manera posible Cartagena a
la red de Alta Velocidad".
Así,
ha señalado que el Consejo de Administración "ha elegido el mejor
proyecto que da respuesta a las necesidades de los cartageneros", ya que
garantiza la permeabilidad adecuada a las necesidades urbanas futuras
de la ciudad, el tráfico rodado y de las personas y el soterramiento de
la A-30. Y, además, es compatible con la planificación de un futuro
soterramiento.
Este proyecto
incluye la remodelación y ampliación del actual edificio de viajeros y
la adaptación de la playa de vías para atender a los tráficos de la alta
velocidad.
"Hemos perdido
demasiado tiempo en definir cómo tiene que llegar el AVE a Cartagena
como consecuencia de la inestabilidad política en la ciudad, que ha
generado retrasos en los plazos previstos para unir la ciudad a la red
de Alta Velocidad", destaca el consejero, quien añade que "el resto de
las opciones planteadas están condicionadas a la descontaminación previa
de los terrenos, lo que supone retrasar 'sine die' la llegada del AVE a
Cartagena".
El consejero
destacado que "el Gobierno regional no renuncia al proyecto de
soterramiento de las vías en Cartagena, si bien no podemos demorar aún
más la llegada de la alta velocidad por la descontaminación de los
terrenos", que sería la segunda actuación más importante de España, tras
la del polo químico de Huelva.
La
alternativa del soterramiento plantea una serie de dificultades. Por un
lado, supondría abordar un proyecto de descontaminación que dilataría
de manera importante los plazos de planificación y ejecución de las
obras y que no están incluidos en esta alternativa, por lo que habría
que añadirlos a los 76 meses.
En
segundo lugar, requiere un estudio previo de caracterización del
proceso de descontaminación, cuyo resultado es incierto. Y por último,
habría que añadir un notable coste económico, que no está incluido en la
valoración, que asciende a unos 163 millones de euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario