Este lunes la Mesa de Congreso puede calificar la moción de censura
presentada por el grupo parlamentario socialista, trámite imprescindible
para que pueda ser debatida en el Pleno del Congreso de los Diputados.
La última moción de censura debatida en el Paramento español fue la que
presentó Pablo Iglesias contra Rajoy, el año pasado, aprovechando la
salida de Sánchez de la secretaria general del PSOE y con la intención
de convertirse en el líder de la oposición. Iglesias solo sumó 82 síes,
170 noes y 97 abstenciones.
Menos de un año después, está dispuesto a darle su apoyo a una moción
presentada por Sánchez el pasado viernes a primera hora en el Congreso,
para paralizar cualquier adelantó electoral del Presidente del
Gobierno, algo que intentó Rivera el mismo viernes. Una jugada
arriesgada que, tras la aprobación de los Presupuestos, jamás habría
realizado, un Rajoy enemigo de reacciones rápidas. Fue la reacción del
secretario general de Ciudadanos Albert Rivera al lanzarle un ultimátum a
Rajoy: O adelanto electoral o apoyo a la moción de censura. Una
alterativa difícil de cumplir ya que la aceptación de una moción de
censura, según la Constitución paraliza cualquier posibilidad de
adelanto electoral.
Setenta
y dos horas después de presentada la censura, el desconcierto sigue
reinando en la Moncloa, donde tras la aprobación de los Presupuestos se
daba por ganada la legislatura y se pensaba incluso hacer coincidir las
generales con más municipales aprovechando la escasa implantación de
Ciudadanos en las provincias y pueblos españoles. Ahora, a la vista de
la dureza de la sentencia de la primera etapa del “caso Gürtel” el
temor de la Moncloa es una condena contra M. Rajoy por la segunda parte
de la Gürtel o por los Papeles de Bárcenas. “Mariano, sé fuerte”.
Es lo que ha empezado a insinuar algún medio internacional, como The New York Times
al insistir en que “Gürtel” ha perseguido al primer ministro Mariano
Rajoy, y que lo ha perseguido desde que asumió el poder en 2011. Es
más, Rajoy se convirtió en el primer ministro de España en ser llamado
como testigo en un juicio en julio del año pasado, lo que llevó a
peticiones de que renunciara al cargo.
La sentencia que ha provocado el
terremoto político en España (351 años de prisión) destaca la versión
digital de Político una larga lista de conflictos judiciales
del Presidente. Esta misma semana, el ex ministro Eduardo Zaplana ha
sido detenido en el marco de una nueva investigación de corrupción, y
el segundo de a bordo del Ministerio de Hacienda, el secretario de
Estado de Hacienda, José Enrique Fernández, está siendo investigado en
otro caso de corrupción.
The Guardian pone igualmente el acento en la figura
presidencial y recuerda que el pasado julio cuando tuvo que prestar
testimonio en el marco del caso Gürtel por sus años como
vicesecretario general del partido, Rajoy se convirtió en el primer
presidente español en comparecer como testigo en un caso penal. Rajoy
declaró que, durante el periodo en cuestión, sus obligaciones eran
exclusivamente políticas, y no financieras, y calificó de “totalmente
falsas” las acusaciones de que existiera una caja B para pagar bonos
ilegales a altos cargos del partido.
En su sentencia, los jueces de la
Audiencia Nacional confirman la existencia de una caja B, que describen
como una “estructura contable y financiera que se gestionaba en paralelo
a la caja oficial y que existía desde al menos 1989”.
“Rajoy se enfrenta a adversidades” con este título, el periódico alemán Handelsblatt
centra todo el escándalo en el inquilino de la Moncloa tras la
conclusión a la que llega la Audiencia Nacional: el PP, estuvo
involucrado durante años en negocios sucios. Las penas son altas. Para
el presidente del Gobierno Rajoy la sentencia llega en un momento
inoportuno. “Fondos en dinero negro y comisiones ilegales en la Casa de
Rajoy hace temblar al Gobierno”, es el titular de La Repubblica
que señala que, temido y, anunciado, el terremoto político-judicial se
desploma sobre el PP de Mariano Rajoy.
“Después de diez años de
investigación, se concluye con una ráfaga de condenas el proceso por
el “caso Gürtel”, el escándalo político más grave estallado en
España desde la vuelta a la democracia. Una cuestión muy fea de
comisiones ilegales, obsequios, banqueo de capitales, cuentas
millonarias en bancos suizos, ricas contratas públicas concedidas a
cambio de dinero negro”.
Ya ahora estamos en esa fase: en la fase de que Rajoy cree que, tarde o temprano van a por él. Y ese es su miedo.
(*) Periodista y economista
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