MURCIA.- El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Murcia, Mario Gómez, ha mostrado hoy su
preocupación ante el alarmante incremento de la deuda municipal que se ha visto disparada al tener que asumir como deuda
municipal el coste de la construcción y explotación del tranvía.
“Nos
encontramos con una situación preocupante que tendrá consecuencias
negativas para el funcionamiento del Consistorio, ya que a partir de
ahora, el Ayuntamiento necesitará autorización para conseguir préstamos,
lo que condicionará el futuro de las inversiones que los murcianos
reclaman”, ha destacado Gómez.
“Estas cuestiones”, ha afirmado,
"refuerzan nuestros argumentos y las continuas llamadas de atención al
Gobierno de José Ballesta para que optimice los recursos y reduzca los
gastos superfluos para poder disponer de más liquidez y realizar las
inversiones que necesitan los vecinos”.
Para
el portavoz de C's, “esta situación supone un claro incumplimiento de
los objetivos de deuda y regla del gasto, fruto del alarmante
descontrol del dinero público y de la falta de fiscalización del PP de
las concesiones millonarias realizadas estos años, como en el caso del
tranvía”.
“Decisiones de este tipo”, ha denunciado Gómez, “traen
consigo más deuda, más déficit y menos inversiones”. Así, ha recordado
cómo, tras la concesión del tranvía, el transporte público de Murcia
sufrió un duro varapalo, pasando a costar a los murcianos 9 millones de
euros más (de 9 a 18), a pesar de la eliminación de líneas y
frecuencias, aumento de las tarifas y una clara disminución de la
calidad del servicio”.
A
juicio de Gómez, “si el PP sigue mirando hacia otro lado, haciendo la
vista gorda, este incremento de la deuda del Ayuntamiento es solo la
punta del iceberg de una cantidad ingente de dinero pendiente de
reconocer como deuda; y que el PP elude contabilizar, año tras año, en
los presupuestos municipales”.
En cuanto a los pagos pendientes
de reconocimiento, Gómez ha citado como ejemplo los 80 millones de euros
del Plan Especial de Infraestructuras Hidráulicas de Murcia (PEIH), los
más de tres millones de euros de los desequilibrios económicos de las
instalaciones deportivas, otros tantos millones de las concesionarias
del transporte público, así como las elevadas cantidades de facturas sin
control que Adif está colocando al Consistorio murciano ante la falta
de control y fiscalización de José Ballesta y su equipo sobre las obras
del AVE a Murcia.
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