CARTAGENA.- El alcalde José López y su concejal de Policía, Francisco Aznar, han
molestado a todo Cabo Palos y han vuelto a quedar en ridículo con la
operación antibotelleo que llevan vendiendo una semana y que,
finalmente, se convirtió en un desastre por la falta de capacidad de
organización y la imprevisión del gobierno.
Según nos cuentan los vecinos de Cabo Palos, "nadie puede entender
cómo en la primera noche de verano para miles de jóvenes que acaban de
terminar sus exámenes, la noche en que empieza la temporada en varios
locales, se pretende realizar una operación policial novedosa con unas
vallas de plástico y tres policías como refuerzo."
Diego Ortega ha recordado que Francisco Aznar se comprometió
personalmente a atajar el problema y él mismo se puso el objetivo de
impedir un botelleo a la entrada de La Manga el pasado fin de semana.
"El Gobierno lo ha vendido como una gran novedad, pero la única novedad
que han conseguido es molestar y enfadar a todos los vecinos de Cabo Palos. Ha sido un enorme desastre y queremos saber si López va a cesar a
su concejal de Policía o no le va a pedir lo mismo que exigía cuando
estaba en la oposición".
El portavoz popular cree que un desastre como el de este fin de
semana sólo puede ser fruto de la incapacidad si no hay objetivos
ocultos.
"No queremos pensar que el gobierno haya pactado ya esos
botellódromos que dijo a la prensa que iba a hacer y que esta pifia de
Cabo Palos no sea más que una maniobra para imponer un botellódromo".
"El Partido Popular ha denunciado reiteradamente la inacción del
gobierno de López ante el botelleo, que se ha convertido en un problema
mayor y más extendido desde que Aznar es concejal. Para los populares,
López y los suyos tardaron nueve meses en convocar el Pacto por la Noche
con la intención de utilizarlo como excusa para no hacer nada y para
descargar en los demás sus obligaciones".
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