BARCELONA.- Las aguas subterráneas aportan al Mar Mediterráneo 15 veces más caudal que los ríos y tantos nutrientes como los cauces fluviales, según el primer estudio científico que ha medido la descarga de agua subterránea en este mar.
La investigación,
realizada por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA)
del Departamento de Física de la Universidad Autónoma de Barcelona
(UAB), ha demostrado la importancia de la descarga de agua subterránea
como fuente de nutrientes en los ecosistemas marinos mediterráneos.
La
descarga de agua subterránea en el mar (SGD, en sus siglas en inglés),
consiste en una mezcla de agua dulce de origen continental y agua salada
que se infiltra en el acuífero costero. Además de su importancia en el
ciclo hidrológico, como recurso potencialmente explotable y como fuente
de agua para sustentar ecosistemas salobres costeros, como humedales o
lagunas, constituye, según la investigación, una entrada importante de
varios compuestos disueltos en el mar, como nutrientes, metales traza o
contaminantes.
El estudio liderado por investigadores del ICTA ha
estimado, por primera vez, la magnitud de la SGD en el mar
Mediterráneo, así como los flujos de nutrientes disueltos que están
asociados. En la investigación, que ha publicado la revista Proceedings
of the National Academy of Sciences of the United States of America
(PNAS), han participado también investigadores de la Bar-Ilan University
de Israel (BIU; Ramat-Gan).
El estudio indica que el volumen de
la SGD en toda la cuenca mediterránea es de entre 30.000 y 500.000
millones de metros cúbicos anuales, lo que prueba, según los
investigadores, que es un proceso relevante a gran escala y de un caudal
similar o hasta 15 veces superior a las entradas de agua fluvial.
La
entrada de nutrientes asociada a esta descarga es del orden de tres
millones de toneladas anuales de nitrógeno, 20.000 de fósforo y tres
millones más de silicio. Estas cifras "suponen una magnitud de
nutrientes inorgánicos comparable a las de las fuentes externas
consideradas tradicionalmente en los estudios marinos, como las
aportaciones atmosféricas o de los ríos", ha señalado el investigador de
la UAB Valentí Rodellas.
"La magnitud de la SGD y de los flujos
de nutrientes asociados demuestran su relevancia en los ciclos
biogeoquímicos del mar Mediterráneo, acentuando la necesidad de incluir
este proceso en futuros estudios marinos, tanto a escala de costa como
global, ya que hasta ahora ha sido bastante ignorado en estos estudios",
ha resaltado Rodellas, que ha dirigido la investigación como parte de
su tesis doctoral.
Rodellas indica que "estos flujos pueden tener
una gran influencia en los ciclos de los ambientes costeros marinos,
especialmente en zonas con baja disponibilidad de nutrientes y regiones
semiáridas, como el mar Mediterráneo".
"Las entradas de
nutrientes inorgánicos asociadas a la SGD que hemos cuantificado pueden
ser particularmente relevantes para los ecosistemas marinos en zonas
costeras alejadas de las desembocaduras de los ríos, puesto que en ellos
pueden representar la única fuente continúa de estos compuestos
disueltos al mar", ha dicho Jordi Garcia-Orellana, investigador de la
UAB y coautor del estudio.
Pere Masqué, que también ha
participado en el trabajo, indica que "además de los nutrientes, la SGD
puede jugar un papel muy importante como fuente de otros compuestos
disueltos en el mar, como carbono, hierro y otros micronutrientes, si se
tiene en cuenta la magnitud de los flujos estimados y las altas
concentraciones de estos compuestos en aguas subterráneas".
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